ISTINTOS PRIMITIVOS [Karlien]
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    ISTINTOS PRIMITIVOS [Karlien]

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    En este mundo todos los animales que solo siguen a sus instintos primitivos. Una fanaloka, de topa con un lémur.

    #karlien

    Instintos

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    Tanto el lémur como la fanaloka estaban cachondos.
    El lémur levanta su trasero y se pone en cuatro para que la fanaloka haga su trabajo.
    Mientras tanto la fanaloka se siente complacido al ver que el lémur cooperaba con él.
    La fanaloka se puso encima y se acomodaba para comenzar.
    El lémur ya estaba listo para recibir la fuerza del depredador. Podía sentir la presión que había en su entrada.
    La primera estocada fue brusca y rápida para dejar en claro quien mandaba en la relación, la segunda fue suave y cuidadoso al ser una zona no explorada y en la tercera...
    La fanaloka no se pudo contener y comenzó con embestidas rápidas y certeras.
    En la boca del lémur solo solto un grito ahogado, mientras sentí como su interior es estirado y abierto para ese órgano.
    La fanaloka está en extasis puro al sentir el interior del lémur. Se sentia tan apretado a su alrededor.
    El lémur comenzó a soltar gritos de dolor y de placer. En esos momentos parecía que la fanaloka estaba empeñada en querer acabar dentro del lémur sin lugar a duda.
    Derepente el lémur solto un quejido de angustia y miedo al sentir como la fanaloka le mordía con rudeza la nuca, dejandole una marca que durará varias semanas.
    La fanaloka soltaba gruñidos de placer en la oreja del lémur al igual que su aliento, provocandolo espasmos.
    El lémur sintió que ya no aguantaría más, que pronto hiba llegar a su clímax.
    Sentia como ese órgano tocaba un cierto punto que lo enviaba espasmos de placer y escalofrias.
    Cada grito y quejido que hacia el lémur era música para los oídos de la fanaloka.
    El carnívoro cuadrúpedo ya estaba cerca de su liberación y con sus últimas fuerzas hace que sus garras se aferren a la cintura del lémur y así dando su última estocada logra llegar a su clímax.
    Mientras mordía con fuerza la nuca del lémur.
    Mientras tanto el lémur solto un quejido casi inaudible que sólo la fanaloka logró escuchar. 
    El lémur había llegado a su clímax después de que la fanaloka se corría en su interior.
    Derepente el lémur sintió como la base del órgano de la fanaloka comienza a crecer dando a entender que el depredador ya lo 𝑴𝑨𝑹𝑪𝑶.
    Mientras tanto la fanaloka se aseguraba su unión con lémur y sus posiciones actuales.
    La fanaloka solto un suave ronroneo mientras se movía de forma perezosa en el interior del lémur.
    Ambos animales nublados por la lujuria decidieron descansar...
    Solo por esta noche...
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