Kanata Yatonokami [1]

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 Vagando durante la noche lluviosa por las calles del barrio de mala muerte pude escuchar música en uno de los edificios alejados y abandonados

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 Vagando durante la noche lluviosa por las calles del barrio de mala muerte pude escuchar música en uno de los edificios alejados y abandonados. Al acercarme pude notar que se trataba de una fiesta clandestina, eso es seguro, y una vez que entré vi a toda esa gente drogada o borracha disfrutando de lo que parecía ser una batalla de rap por dinero, como toda actividad que se hace por estos lados de la ciudad.

Encima de lo que parecía servir como un escenario habitual para los espectadores había unos gemelos contra un tipo no muy llamativo de capucha negra, y tanto su actitud durante el show como sus rimas rápidas y poderosas, y la música con un beat que te hacía seguirlo ya sea con el pie o la cabeza inconscientemente, todo el ambiente en sí demostraba que el escenario era completamente de ellos. 

 Su contrincante solo hacía el ridículo, y el momento en que noté que retrocedía con una mirada nerviosa y rimas no muy claras, me giré a verlo a él… en sus ojos no vi piedad, solo deseo y odio. 

 Atraída en un segundo por su presencia, seguí yendo a esas batallas, empecé a ir como algo casual algunas veces que salía del trabajo para luego terminar buscando sus presentaciones, iba a cada fecha que tenían para poder recibir esa extraña sensación que tenía al escucharlos. 

 Nada especial creo yo, solo algo que haría una fan común. Nunca esperé encontrar al hermano menor de forma casual al ir al centro comercial, que me reconozca y mucho menos que haya buscado acercarse a mí. Fue agradable, por supuesto, pero su hermano nunca me dirigió la palabra, en su mirada todavía había odio y desconfianza… 

 Nunca lo culpe, en sus letras siempre fue sincero de su pasado, siempre dijo lo que pensaba, siempre afirmó que solo eran ellos dos contra el mundo. No tenía intención de cambiar eso, pero tampoco me iba a alejar de su hermano menor.

—¿Te gustaría venir con nosotros?— fue la primera vez que me dirigía hacia él en las pocas semanas que me acerqué a su hermano.

—Nayuta vámonos.

 Y seguimos sin avance durante más tiempo después de eso, a pesar de ganarme la confianza de su hermano, continuar yendo a cada presentación, invitarlos a cenar y charlar sobre nuestras vidas en cada cena.

.

 Paradox Live llegó, ellos ganaron como era de esperar, yo seguí cerca de Nayuta, sus miradas no eran tan frías a partir de ahí, sus objetivos seguían siendo claros para él, y yo me di cuenta de mis sentimientos hacia él.

 No lo oculté pero tampoco lo demostré. Seguí con mi vida y él con la suya, solo que con pequeñas charlas en las que en sus ojos se veía el desinterés que sentía, tampoco eran conversaciones profundas como para recordarlas, no lo culpo.

 Y en su presentación más importante, él no me quería ahí, me pidió a solas, y sin el conocimiento de su hermano menor, que desapareciera de sus vidas. No me dio explicaciones, ninguna razón, pero sus ojos demostraban lo asustado y destrozado que se sentía. ¿Por qué? Si se iba a presentar con los pioneros de las presentaciones con Phantom Metal, si estaría en el escenario más grande que hubiera deseado alguna vez.

.

 Sí fui a verlos, porque no podía irme de sus vidas así sin más, una parte de mí no quería alejarse de ellos, Nayuta era una persona muy importante y cercana para mí y principalmente tenía que ser sincera… y decirle a él.

 Los esperé en su camerino, para primero felicitarlos por su gran espectáculo, el hermano menor tenía una sonrisa de oreja a oreja, completamente feliz salió primero de la habitación para ver a su amigo Shiki, dejándonos solos a él y a mí.

 Su sonrisa forzada desapareció, y en su mirada se notaban las millones de cosas que quería decir contra mí, sin saber por dónde empezar y yo tampoco.

 Él decidió irse.

—¿Podrías esperar... por favor?

—Si eso te alejaría, entonces hazlo rápido.

—Sí… yo solo… quería agradecerte… tu música, la música de ambos me animó a mandar todo a la mierda… a dejar mi pasado atrás, sin avergonzarme de él, pero siempre mirando hacia arriba. Me dieron esperanza, me ayudaste de maneras que no podrías imaginarte siquiera— lo miré a los ojos y respiré profundo— …Sé que van a llegar lejos, y sé que aunque no me quieras cerca voy a estar ahí siempre que me necesites, porque ustedes siempre van a ser importantes para mí… y vas a seguir siendo importante para .

—...Gracias… 

 Un silencio se instaló entre nosotros, pero era cómodo, acogedor incluso. A pesar de su puchero y su ceño fruncido… en sus ojos había esperanza… había cariño, y no parecía querer alejarse esta vez.

 A pesar de su puchero y su ceño fruncido… en sus ojos había esperanza… había cariño, y no parecía querer alejarse esta vez

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Ok, es la primera vez que me voy a explayar en una de mis historias pero me parece necesario para mí decirlo.
Después de mucho tiempo sin escribir, o de que me trabe en los primeros, usualmente últimos, párrafos de estos OS, pude fluir. Ésta historia me salió de la nada, sin pensarla incluso, y lo que más me sorprende es que el protagonista es un personaje que en realidad detesto, por supuesto que me gusta su música, pero los gemelos están en mi lista de personajes de series que MÁS odio (tanto que parezco su fan de hecho).
No me gusta explicar mis historias ya que lo siento un insulto para el lector, pero me siento en la necesidad de hacerlo con ésta.
La protagonista no tiene una vida que disfrute, que acepte, consideraría incluso que similar a los gemelos pero sin alguna persona que la acompañe. En una de sus tantas escapadas de casa, con el clima imitando sus sentimientos, escucha a lo lejos música y decide acercarse al edificio. Las letras de Cozmez le dieron algo, pero ese algo inexplicable e inigualable. Su intención, como escribí, no fue acercarse a ellos, sólo quería un momento de paz. Nayuta ya le había hablado de ella a Kanata.
Y mi intención al escribir la relación entre ellos dos era más que nada mostrarla a ella en un proceso de superación y autoconocimiento, ella no intentaba pero tampoco se negaba a acercarse a ellos, y no sentía rechazo hacia sus sentimientos. A él, en cambio, lo quería mostrar aterrado hacia esos nuevos sentimientos, miedo a no poder controlar sus emociones y a la decepción de perderla, de que ella lastime a su hermano.
No creo que sea tan fácil para él disculparse por ser duro con ella, y tampoco creo que ella sea capaz de hablar de amor cuando recién él es capaz de aceptarla.

Bueno fin del autoanálisis a mi OS.
(También sería lindo si opinan thx).

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