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— ¡¿Qué fue lo que le dijiste Min Yoongi?!— gritó el pelinegro y escuchó por el otro lado de la línea la risa traviesa de su amigo.

Nada del otro mundo — contestó— sólo que los vi besandose y la razón del porque no fuiste a clases. Sólo eso.

Jungkook tomó una de sus almohadas y la puso en su rostro para luego gritar.

No sabe porque Yoongi es tan jodidamente directo. ¡¿Por qué le tenía que decir eso?!

— ¿Por qué me odias,Yoongi ?— preguntó haciendo un puchero, teniendo en cuenta que su amigo no lo está viendo— te regalé a mi hermano y así me tratas.

Si, como digas dramático — le respondió Yoongi — Por cierto ¿Hoy no tiene...

— Espera un momento Tae, están tocando a la puerta— dijo el pelinegro.

Se levantó de su cama y bajó las escaleras hasta la planta baja. Se acercó a la puerta y la abrió.

— Hola Jungk...— le cerró la puerta en la cara.

— Yoongi, hablamos después— le dijo en un susurro— E-el profesor vino...

Uh, está bien, me cuentas todo luego— dijo con un tono burlón— usen protección— tarareó para luego reír y colgar.

Jungkook juraría que su rostro estaba como un maldito tomate.

Si tan solo Jimin lo pusiera en abstinencia.

Volvió a escuchar la puerta ser tocada, y tomando todo el valor que no tiene y probablemente nunca va a tener, abrió la puerta. Encontrándose con aquel profesor que roba sus suspirós y pensamientos.

— Lamento el haberle cerrado la puerta P-profesor Taehyung — dijo un poco avergonzado.

— No te preocupes Jungkook — le dijo el mayor con una pequeña sonrisa,

aunque se notaba claramente que está igual o más nervioso que el pelinegro.

Se miraron un par de segundos en silencio y en las mismas posiciones, solamente sus nervios estaban a flor de piel

— Yo...— dijeron al unísono, para luego soltar una pequeña risita.

— P-pase Hyung— dijo Jungkook mientras se hacía a un lado para dejar que el docente entrase.

— Gracias...

Esto será incómodo...

Por eso uso la calculadora / taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora