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— Al fin— dijeron Yoongi y Taehyung al unísono mientras uno se tiraba sobre el asiento del copiloto y el otro en los asientos traseros junto a un muy feliz Yeontan.

— Hay, que exagerados son— reprochó la mujer con un mohín mientras entraba al asiento del conductor.

— ¿Exagerados?— Cuestionó Yoongi mientras recibía lamidas por parte del can.

— Después de comprar nuestros trajes nos hiciste caminar por todo el centro para que tú te comprarás más ropa que nosotros— se quejó Taehyung.

— Les compraré algo en el camino de vuelta como recompensa, dijo.

Luego de un largo y tranquilo viaje en carro, entre platicas y risas llegaron a la residencia de Taehyung.

La madre de Taehyung le ofreció al peliverde quedarse debido a que era muy tarde para que regresará a casa, pero éste se negó debido a que no quería ser molestia.

— Vamos, no serás molestia, Yoon— animó Taehyung—. Además no veo el problema, mañana no hay escuela.

— Anda, cariño— dijo la mujer con una sonrisa.

Soltando un suspiro cansado, Yoongi aceptó la propuesta.

— Iré a preparar una habitación para ti— dijo ella con emoción para luego comenzar a subir las escaleras.

— ¿No estamos muy grandes para tener una pijama?— comentó el menor con tono bromista, logrando sacarle una carcajada al mayor.

— Nunca se es muy grande para algo— respondió con una sonrisa.

— ¡Chicos!— gritó la mujer desde la planta de arriba— ¡Solo quedan 30 minutos para que se estrene Permission To Dance! — Chilló con emoción.

— Y creo que tú madre es un buen ejemplo de eso.

Si ese es el grito de mi madre, no me imagino cómo será el de Jungkook.

Por eso uso la calculadora / taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora