Ya habían pasado 2 semanas desde que estoy en filipinas, no es tan complicado pero aún me cuesta acostumbrarme al idioma estoy llendo a la escuela y no me va mal, mis padres muy pocas veces están en casa pero no me quejo, así puedo salir a conocer un poco más.
Me he estado contactando con hina y los chicos les cuento como me va pero quisiera estar en Japón ya conocía la mayoría de allí pero de igual manera quiero conocer otros lugares y no esta mal estar aquí así puedo conocer mas lugares y conocer mas personas
A mi parecer las clase eran aburridas no había nada interesante de igual así era mi vida siempre cuando salía de clases, pasaba a comprarme un café y este día no era una excepción, pero una fuerte lluvia comenzó valla suerte la mía.
No era tan malo después de todo, siempre quise conocer nuevos lugares y filipinas era hermoso, pero aun así extraño japon y mis amigos.
Estuve ahí por un buen rato decidí irme a casa ya que había parado un poco la lluvia, no estaba tan lejos así que si me apresuraba podría llegar en unos 5 minutos como mínimo.
Al comenzar a caminar pude notar como alguien lo observaba trataba de no prestarle atención, ya se estaba haciendo tarde, pero aun así aceleró sus pasos hasta que sintió como lo jalaron hacia atrás cayendo sentado sobre el suelo.
— Vaya vaya pero miren un extranjero.... Se nota que a lo lejos que no eres de acá — Sonrió aquel sujeto con una sonrisa burlona.
— Que es lo que quieren ¿Dinero? — Preguntó Takemichi serio.
— Si queremos todo lo que tengas dinero y cosas de valor — Amenzo aquel sujeto.
— Jaja pues mala suerte la tuya porque no te daré nada escoria — Levantándose del suelo.
— Si? Y que haras, se mira que eres un debilucho asi que apurate y dame todo lo que tengas maldito — Dándole acercándose rápidamente hacia el menor.
— Aléjate! — Danodole una patada al chico delante del el — Ni siquiera te atrevas.
De la nada sintió como su rostro se sentía caliente cayó de nuevo al suelo había recibido otro puñetazo de otro tipo que era cómplice de aquel hombre.
— Hoy morirás maldito mocoso! — Grito el hombre dándole una patada en el estómago a Takemichi..
— Maldición! — Se quejo mientras recibía la paliza de su vida.
— Jaja ¿ Pero que es lo que pasa aquí? — Una voz ronca habló mientras los dos sujetos voltearon a ver.
— ¿ Quién diablos eres? Acaso quieres participar? — Con una gran sonrisa habló el sujeto mientras que el chico frente a ellos sólo los observaba.
— No, la verdad no me interesa jugar a golpear a un mocoso es mas ustedes ya están viejos como para hacer eso — Con arrogancia contestó el chico.
Pude notar como aquel chico peliblanco de ojos violetas de tez morena estaba Parado y después de unos minutos de lanzó contra aquellos chicos golpeandolos hasta el cansancio.
Después de unos minutos el peliblanco se acercó a mí estaba muy herido, había recibido la paliza de mi vida, y debido a eso me sentía muy débil poco a poco perdía la conciencia lo último que pude ver antes de quedarme inconsciente fue que el chico se acercaba lentamente a mi viéndome fijamente.
— Al parecer te llevare conmigo — Pude escuchar antes de quedarme totalmente inconsciente.
Poco a poco me estaba despertando, vi a mi alredor era una sala blanca hasta que me di cuenta donde estaba, estaba en el hospital.
— Takemichi, despertaste — Escuche la voz de mi mamá.— Al parecer fuiste asaltado, pero no te quitaron nada pero debido a los golpes, tendrás que descansar mucho — Sonó una voz a la que no conocía, o no recordaba bacicamente.
Voltee a ver y para mí sorpresa era aquel chico de hermosos ojos violetas.
— Tu eres ese chico — Pronuncie sorprendido.
— Takemichi el fue quien te trajo al hospital me llamaron de emergencia así que tuve que suspender mi trabajo pro bueno, saldré un momento así no te muevas mucho ¿vale? — Hablo mi madre sacando su teléfono y así mismo saliendo de la habitación dejándonos a nosotros solos.
El ambiente era incómodo el chico no decía nada y de igual manera yo no decía nada, el chico solo miraba hacia la ventana pensativo y después de unos minutos me volteo a verme fijamente ya que lo estaba observando fijamente.
Para romper la tensión que se había formado decidí, hablar.
— Muchas gracias por salvarme, me habrían matado si no me hubieses ayudado gracias — Sintiéndome nervioso el chico me miró fijamente observando como si estuviese analizadome.
— No es nada, esos sujetos siempre han sido así, y nadie los detiene así que quise darles una lección, pero bueno, a menos ya estas estable con eso me conformó — Hablo llevando sus manos al bolsillo.
— Gracias — Nervioso conteste, diablos el ambiente estaba de nuevo tenso que podría hacer.
— Por cierto tu no eres de aquí verdad — Pregunto el chico acercandose hasta la camilla observando e detenidamente.
— Ehh no, soy de Japón — conteste teniendo la mirada de Izana sorprendido.
— Ya veo, conozco a alguien que también es de Japón es interesante ¿No? — Soltando una pequeña sonrisa.
— Encerio woow en mi escuela solo hay personas de este país asi que saber que hay alguien más de Japón me hace sentir feliz me gustaría conocerlo.
— Sehh pero bueno Takemichi espero te recupera pronto, me tengo que ir, así que no andes vagando por alli solo, bien — Cainando hacia la puerta.
— Oye como sabes mi nombre — Pregunte incrédulo.
— Digamos que lo vi de tus expedientes médicos — Rascando su cabeza.
— ¿Y tu como te llamas? — Pregunté curioso.
— Je mi nombre es izana, Izana Kurokawa — Mostrando una sonrisa mirándome fijamente.
— Un gusto Izana... — Me sonroje al ver a Izana.
Este chico era especial, siento que algo pasó este sentimiento, y presentimiento de que ya lo he conoció ese sentimiento familiar...¿Que será?
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𝙻𝚊𝚜 𝙲𝚊𝚛𝚝𝚊𝚜 𝚙𝚎𝚛𝚍𝚒𝚍𝚊𝚜
FanfictionLos viajes en el futuro, las líneas en el tiempo, las desgracias siempre acompañaban a Takemichi Hanagaki un chico de 29 años que tras una inmensa lucha de que todas las personas fueran felices alfin lo habría logrado, era líder de una gran pandilla...