El Chico De Los Tatuajes

Alas

Estaba feliz.
Yo no se si era por haberle dicho por fin lo que sentía o como reaccionó después de que se lo dijera.
Recuerdo que tenía los ojos hinchados y sus lágrimas no se distinguían por culpa de la lluvia, pero yo sabía de su existencia. Era la primera vez que le veía así. Pensaba que ya le había visto de todas las maneras que creía que tenía que verle, pero no así. Sentí pena y felicidad a la vez. Pena por que no me gustó nada verlo así.
Creo que encabezaba la lista de las cosas que no me gustan.
Lista que acababa de inventarme en ese momento.
Y felicidad porque si estaba así es porque algo le dolía, le dolía de verdad, le dolía de verdad haberse sentido rechazado por mí y eso quería decir que me quería de verdad... ¿no?
Detrás de esos tatuajes se escondía uno de los corazones más grandes, y ahí supe que a su lado estaría siempre bien, porque sabía que podía sentir el dolor.

Subimos a casa. Hubieron besos, ascensores y  más besos. Nuestras manos no se soltaron el todo el camino. Le dejé unos pantalones de chándal cortos y una camiseta de alguno de mis amigos de cuando hacíamos acampadas en mi casa y se las habían dejado.
Fuimos a mi habitación y como una vez le dije que me gustaba ver la lluvia desde la ventana, quise mostrárselo.
Él se sentó en el pequeño sillón, y yo encima de él, apoyando mi cabeza en su pecho.
- ¿Sabes? Solo me tatuó cosas que realmente me importan - dijo cuando notó que pasaba mi dedo pulgar por sus tatuajes, me besó en la frente.- por eso me tatuaría tu nombre.
Yo no pude evitar sonreír, fue la sonrisa más grande que me habían sacado nunca, después comencé a besarle como nunca.

Narra Axel.

Estábamos en aquel pequeño mundo creado por ella y estaba empezando a gustarme. Aquel sillón pequeño, con la medida perfecta para que estuviera cerca mío, la ventana con gotas de agua haciendo carreras entre ellas y el sonido de la lluvia.
Sí, me tatuaria su nombre, y es que en poco tiempo ha conseguido marcarme. Y aunque esto no durara mucho, que estoy seguro de que sí, tener su nombre o algo que la simbolizara me recordaría con la intensidad que entró en mi corazón. No sabía que tenía, pero podía conmigo. No sabía si eran sus ojos o como me miraba con ellos. No sabía si eran sus labios o como me sonreía. No sabía si era su nariz, o como la arrugaba al reírse. No sabía si era su pelo, o como cerraba los ojos cuando se lo acariciaba. Una vez le pregunté porqué cada vez que le acariciaba cerraba los ojos.
- No lo sé, simplemente porque cuando lloras o cuando besas los cierras y así, como que lo sientes más ¿me entiendes? Por eso los cierro, para sentir al máximo tu tacto y perderme en él, para luego cuando no estés poder recordarlo perfectamente.
De verdad que quería estar con ella, de verdad. Creo que lo dejaría todo por ella, dejaría el mundillo de la noche y las carreras, porque a ella le parecía peligroso y se preocupó cuando le hable de la carrera. Lo dejaría todo, aunque luego lo perdiera.
Aunque iba a luchar por no perderla.
Notaba su respiración tranquila en mi cuello, era como estar en el cielo, y eso me recordó a algo que leí de pequeño en algún libro. Entonces empecé a acariciarle la espalda, en los omoplatos.
- De pequeño leí en un librillo, que aquí es donde una vez tuvimos las alas- le toqué con más precisión en los omoplatos y la besé en la frente, ella sonreía.- y que algún día nos volverían a salir en el mismo sitio.-me besó delicadamente.- por eso tú eres mi ángel.

Se que es bastante corto, pero era un trocito que me falto del anterior capítulo. El libro que nombra Axel es Alas para un corazón de David Almond.
Por favor dadme vuestra opinión sobre la historia en algún comentario, besos:).