Capítulo 6

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Me estaba preparando para mi segundo primer día de ese curso. En sí mismo, esos días no me gustan en absoluto, ya que el peso de que tenga que pasar todo bien o de lo contrario me podría perjudicar por todo lo que quedaba de curso era demasiado por soportar; bien, pues este curso debía hacerlo una segunda vez. Aunque me resultase muy difícil, tenía en mente esforzarme lo suficiente para empezar bien.

Una vez todos nos pusimos nuestros uniformes, algunos mejor que otros, esperamos al chófer y empezamos el viaje hasta el instituto.

Mientras nos acercábamos, gran parte del miedo que sentía se esfumó y me sentí un poco más tranquilo. La construcción era de estilo gótico, como no, y era muy grande; junto a la luz de la tarde que le daba ese rollo más oscuro, o incluso terrorífico. Los árboles que guiaban el camino hacia la entrada estaban desnudos, con casi todas sus hojas secas esparcidas por el suelo; marcando el frío otoño en el que nos encontrábamos. Desde la ventana, veía a algunos alumnos llegar en pequeños grupos, caminando tranquilos. Se veía más agradable de lo que llegué a imaginarme.

—Shu, por favor, acompaña a t/n hasta vuestra aula e intenta no saltarte ninguna clase, al menos por hoy —ordenó Reiji. El coche ya se acercaba a la entrada.

—... Está bien, Reiji —respondió Shu casi dormido. Me preocupaba saber que él iba a ser mi "guía" por los primeros días.

El coche paró. Ayato y Laito abrieron la puerta y salieron primeros con una sonrisa, algo fingida. Iba a esperar a que salieran todos para salir el último, pero Shu agarró mi brazo para que saliera junto a él. Caminó a mi lado, como si quisiera protegerme de aquella avalancha de chicas que les saludaban y gritaban. Era difícil de entender por qué había tanto fanatismo.

Logramos entrar al edificio a salvo y siguió caminando mientras agarraba mi mano. Ahora caminaba un poco más lento, tal vez para dejarme memorizar el camino. Dentro no había tanta gente, o al menos no concentrada en un mismo metro cuadrado; estaba más tranquilo.

Shu soltó mi mano y siguió caminando junto a mí. Se le veía tan aburrido que incluso parecía que se dormiría caminando. No tardamos mucho en llegar a nuestra aula y entramos a la vez, observando que no había casi nadie dentro aún. Shu se fue a sentar atrás del todo y yo me dirigí al profesor, un señor demasiado joven para tener experiencia previa de profesor, con unas gafas más pequeñas de lo que su vista seguramente sería. Además, tenía una barba punzante del mismo color oscuro que sus ojeras.

—Buenos días, mi nombre es t/n. Soy el alumno nuevo —intenté darle una de mis mejores sonrisas, sin que se viera muy falsa, junto a una reverencia.

—Buenos días, t/n. Me alegra conocerte por fin. Yo seré tu profesor de tutoría y de matemáticas —me respondió con una sonrisa también. Se le veía amable y simpático, por lo que me hizo sentir más seguro— no haré que te presentes frente a la clase, entiendo que eso puede ser muy incómodo. Si quieres, toma asiento. El único libre es el que está al fondo.

—Ya veo —efectivamente, Shu ocupaba el doble asiento en el fondo, solo; no me extrañaba—. Muchas gracias, profesor.

Caminé hacia aquel asiento. Shu ya estaba durmiendo, recostado en su propia mesa y con sus auriculares, como de costumbre. El profesor me entregó una libreta y, una vez ya llegaron todos los alumnos, empezó la clase.

Estaban dando trigonometría, un tema que, no sé cómo, me gustaba. Ya había tenido esta clase en mi otro instituto, por lo que lo entendía bien. Era en parte gracioso ver cómo el profesor intentaba hacer un resumen no solo para mí, si no también para aquellos alumnos que aún no entendían bien el tema.

La clase fue muy tranquila y me alegró no tener que preocuparme por nada aquella primera hora. Cuando terminó la clase, los alumnos se pusieron a hablar entre ellos mientras el profesor se despedía. Shu pareció despertar de su sueño y se recostó en la pared junto a su mesa, mirándome.

Cisne Rojo (Diabolik Lovers X Male reader) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora