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"Eres alguien especial"

Wilbur dejó de tocar guitarra y sonrió. Era una pieza con arpegios. Fácil. Más fácil que una melodía.

"Techno me decía eso. Pero supongo que él no lo decía por la misma razón que tú"

Quackity rió un poco. Negó con la cabeza.

"No. Tú y yo estamos enamorados, al menos eso quiero creer. Él lo decía porque eras raro"

"¡Yo no era raro!"

El cuarto se inundó de risas de Quackity. A Wilbur le encantaba la risa de Quackity. Lo hacía feliz saber que Quackity era feliz. La mejor persona que conocía se merecía toda la felicidad del mundo.

"Quackity, quiero besarte"

Quackity sonrió. Sus ojos le pedían perdón. Esperaba que supiera que también ansiaba besar sus labios. Quería llorar de la frustración.

"Yo a ti"

No podía imaginar una vida sin Wilbur. Era el único con quién se sentía amado de verdad. No era que sintiera que la gente en su vida no lo quería, sí sentía el cariño. Pero con Wilbur, por alguna razón, era diferente. No sabría explicarlo. Se sentía protegido, amado, sentía que era importante. Sentía que su existencia era relevante. No se merecía a Wilbur. Era el ser más hermoso que había visto, aunque no fuera un organismo viviente. Lo que sentía era más fuerte que la muerte.

¿Cómo podría amar a alguien más?

Había dicho que ayudaría, pero comenzaba a pensar que quería que se quedara.

Por lo menos lo tendría en sus sueños, ¿Cierto?

Que estuviera en sus sueños.

Ojalá lo viera todas las noches al cerrar los ojos.

En sus sueños Wilbur estaba vivo.

Eran lindos sueños.

Las horas siempre pasaban muy rápido.

Pero esta vez Quackity se quedó ahí. Con él.

"¿Cómo dices que se llama?"

"Devil town"

Wilbur asintió mientras una pequeña sonrisa aparecía en su rostro.

"Suena bien"

Quackity empezó a mover su cabeza al ritmo de la música. Él también sonreía. Pronto estaba cantando.

Devil town is colder in the summertime…

I'll lose my mind at least another thousand times…

Hold my hand tight, we'll make it another night…

I still get a little scared of something new…

But I feel a little safer when I'm with you…

Falling doesn't feel so bad when I know you're falling this way too

El rojo intenso estaba en el rostro de Wilbur. Otra canción empezó a sonar.

"¿Cuál es esa?"

"Esa es…" Quackity revisó su…teléfono. "Be my mistake"

Sonaba linda. Quackity se acostó en el suelo. Wilbur sólo lo miró.

"¿Sabes? A veces…a veces me quiero ir. Me quiero quedar dormido"

"¿A qué te refieres?"

"No despertar. Quiero no despertar. Quiero dormir para siempre. Dormir es lindo. Me gusta dormir. Dormir para siempre es soñar para siempre, y soñar para siempre significa…" Sus ojos se cerraron. "Significa ser feliz. Quiero ser feliz"

Omitió algo. Ser feliz significaba estar con Wilbur.

"No pidas no despertar. No sin antes despedirte de la manera adecuada. Yo no me despedí correctamente, y…luego ya no desperté. Así que no pidas eso. Pide despertar muchas veces más. Por mí, ¿Harías eso?"

Prometió despertar. Iba a despertar. Por más que quisiera quedarse con Wilbur en sus sueños, tenía una vida por vivir. Iba a vivir.

Vivir era lindo algunas veces.

Dormir siempre era lindo.

Amar era lindo.

Estar junto a Wilbur era lindo.

Y todo lo lindo tiene que acabar.

Tendría que morir algún día.

Siempre debía despertar.

El amor no siempre era eterno.

Wilbur se tenía que ir.

Cuando Wilbur se fuera viviría por él. Respiraría todo lo que debía respirar. Su corazón latería todo lo que debía latir. Despertaría todas las veces que debía despertar. Y todo por ese amor, imposible de explicar.

Porque, ¿Cómo le explicas al mundo que te enamoraste de un fantasma?

Te creerían demente. Porque el mundo no es capaz de soñar. No como otras personas. Quackity se consideraba capaz de soñar. Creería un romance así de raro, imposible y lo consideraría hermoso.

¿Tú te consideras capaz de soñar?

En parte por todas sus ideas románticas, quería un romance así.

Quackity quería un romance con la muerte.

Y lo consiguió. Consiguió tener un pedacito de muerte en su vida. Y con ese pedacito de muerte venía un pedacito de felicidad. Era feliz. Era muy feliz.

Un pequeño temblor sacudió la casa. Quackity se levantó y miró a Wilbur. Estaba hecho bolita en el suelo. Estaba llorando. ¿Triste? No…no sabría decir qué era.

"Oye, ¿Estás bien?"

La casa se sacudió aún más. Cayeron algunas piedras del techo, no tan grandes. ¿Cómo había pasado eso?

"¿Qué pasa, Will?"

"Yo…yo…"

No podía contestar. Parecía que esa vez las quemaduras dolían más. ¿Había sido su culpa?¿Era por algo que había dicho?¿Podía arreglarlo?

"¿Puedes decirme qué pasa?"

"Me duele…me duele mucho…"

"¿Qué te duele?"

Se tardó un poco más en contestar esa vez. Pero al final hubo una respuesta.

"Me duele…aquí…"

Apuntó a su pecho. ¿No se suponía que no podía sentir dolor? Si era así, ¿Por qué era tan insoportable eso que sentía?

¿Qué significaba lo que Wilbur le había dicho? Su corazón se aceleró. Su cuerpo comenzó a temblar. No se podía mover, por más que quisiera. Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero…no podía llorar. Le era imposible. ¿Qué estaba pasando? Nunca le había pasado algo así. Tenía miedo. Nunca tuvo más miedo. Por fin salió una lágrima. Y después de esa muchas más. Aún así, no se encontraba capaz de hacer nada.

¿Se iba a acabar todo?

No podía ser, ¿Cierto? No podía acabarse en ese momento. No ahora que era más feliz que nunca. No se podían llevar su felicidad así nada más. No podían quitarle ese amor que había conseguido. No podían hacerle eso. Wilbur no podía hacerle eso. No tan pronto. No aún.

Era un egoísta.

¿Era egoísta desear su felicidad?

Sí. Sí lo era.

No se podían llevar su rayito de sol.

Necesitaba su luz.

No podían.

No podían.

No podían.

No podían.

No, por favor.

Por favor.

Por favor.

Por favor…

No aún…

Limbo| QuackburDonde viven las historias. Descúbrelo ahora