La velada fue muy cómoda, haciéndome olvidar mis pensamientos acerca de esa noche.Mason comió más de lo que lo había visto hacer jamás y nunca soltó su mano de la mía. Se la pasó besando mi frente, mis labios y mis mejillas mientras me abrazaba territorialmente, como si hubiera sido yo la que hubiera pasado un mes en la cama de un hospital.
—Quiero otra rebanada de pizza. —se quejó mientras besaba mis labios.
—¿Otra?, Mason has comido más de lo que hemos comido Miguel, Valeria y yo, juntos —dije sonriendo con diversión.
—¡Tengo hambre! —dijo haciendo un puchero.
Una risa salió de mi boca mientras enredaba mis dedos en su rizado cabello. Tras otros cuarenta minutos de charlas y risas, Valu nos llevó a casa de Mason.
Caminamos por el pórtico de su casa mientras él buscaba las llaves en los bolsillos de sus
pantalones. Su mirada fija en la nada denotaba tranquilidad.Mi corazón saltó dentro de mi pecho cuando recordé lo que me había traído a ésa situación en en primer lugar.
—¿Ya vas a decirme que sucede?, ¿Por qué quisiste dormir en mi casa? —preguntó mientras abría la puerta.
El silencio y la oscuridad lo invadieron todo. Mason tomó mi mano mientras me conducía a la sala.
—Quería estar contigo —dije.
Mason se detuvo y se giró hacia mi.
—¿Está todo bien? —preguntó frunciendo el ceño.
—S-Si —tartamudeé, nerviosa —. ¿Y Brooke? —dije cambiando el tema.
—Salió con sus amigas, probablemente vuelva muy tarde o quizás mañana. No lo sé, se vuelve loca cuando mi mamá no está en casa —dio haciendo una mueca indiferente.
Sin decir una palabra más, enredé mis brazos en su cuello presionando mis labios contra los suyos. Él recibió mi beso con gusto mientras yo inclinaba mi cabeza hacia a un lado para darle entrada a mi boca. Nuestras lenguas se encontraron en el camino y la sensación de vértigo que causaban sus besos me invadió junto con algo más. Algo nuevo, diferente y absolutamente hermoso.
Cuando nos separamos, él apartó un mechón de cabello de mi cara mientras sus nudillos rozaban mi mejilla.
—Te amo tanto, en la mirada, Isabella—dijo con un brillo tierno
Mi corazón se saltó otro latido y, entonces, lo supe:
Necesitaba a Mason en mi vida de todas las maneras en las que pudiera tenerlo.Acerqué mi cuerpo al suyo lentamente mientras mis manos abandonaban su cuello para deslizarse por sus brazos. El me sostuvo contra su cuerpo enredando sus brazos en mi cintura.
Comenzamos a mecernos lentamente. Al compás de una melodía que no existía más que en nuestras mentes.
Sus labios rozaron la piel de mi mejilla mientras deslizaba su rostro hacia mi mejilla y susurro. —Gracias por estar aquí conmigo.
—Te amo, Mason —murmuré.
Su aliento me ponía la piel de gallina mientras rozaba la piel sensible de mi cuello. Su cabello me hacía cosquillas en la mejilla entonces, susurré —Hazme el amor.
Mason se enderezó rápidamente. La emoción y la duda surcaban su rostro mientras yo esperaba su
respuesta.—¿Q-Qué? —susurró con un hilo de voz.
Tragué saliva ruidosamente mientras sentía el rubor subir por mis mejillas y mis manos comenzaron a temblar con nerviosismo. —E-Estoy lista —susurré.
—¿E-Estás segura? —tartamudeó él.
Una sonrisa nerviosa cruzó mi rostro mientras
decía —Si.Una torrente de emociones cruzaron el rostro de Mason y no pude descifrar a ninguna de ellas.
¿Felicidad?, ¿Miedo?, ¿Nerviosismo?..., quizás un poco de todo.Presionó sus labios contra mi frente y tomó mi mano entrelazando nuestros dedos. Me llevó escaleras arriba y cuando llegamos a su habitación encendió la lámpara de noche que se encontraba junto a su cómoda.
La media luz creó un ambiente romántico y estómago se encogió de los nervios mientras él enredaba sus manos en mi cintura. Comenzamos a bailar nuevamente hasta que me relajé; él susurraba canciones a mi oído y me sorprendí al descubrir que no desafinaba para nada.
Sus labios se posaron en mi mejilla mientras me cantaba otra canción romántica. Sus manos se deslizaban por mi espalda en caricias delicadas mientras depositaba besos dulces en mi cuello mientras tarareaba.
Incliné mi cabeza hacia a un lado para darle entrada a mi cuello y él siguió su camino hasta que dejó de cantar mientras besaba mi cuello lentamente. Como si tuviera toda la noche para hacer ésto.
—Tan dulce —susurró en voz baja.
Sus labios encontraron los míos y sus manos se deslizaron por mi espalda hasta que ahuecaron mi trasero suavemente. Mi vestido subió un poco más por mis piernas mientras él bajaba sus manos hacia mis piernas y volvía a subir. Su boca nunca
abandonó la mía.—¿Estás segura? —preguntó con la voz enronquecida.
—Si...—susurré segura.
Estaba lista.
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Though I can't see you | Mason Thames
Fanfiction"-No puedo ir al baño solo por mi cuenta, no puedo vestirme, no puedo caminar sin caerme. No puedo hacer nada...-Su voz parecía haberse quebrado pero cuando alzó la vista, solo pude ver sus ojos sin vida vidriosos -Vete. -Yo puedo ayudarte -Murmuré...