Conoce tus límites

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Circe Riddle

Una de mis cualidades es la puntualidad, mi padre me enseñó a siempre llegar a una cita 10 minutos antes. Cinco de ellos son para tranquilizar tu respiración, revisar que tú atuendo esté limpio y ordenado. Los otros cinco son para estudiar tu alrededor, plantear tus objetivos y visualizar tu meta.

Como mínimo espero que la otra parte llegué en punto a la hora indicada. Siete minutos y aún nada.

- Circe - escuche decir a una voz familiar.
Regulus! - respondí con emoción

Una sonrisa involuntaria se formó en mi rostro, él se acercó hasta mí para darme un abrazo. Su perfume era muy común entre los Sangre pura, pero en él era simplemente delicioso.

- Esperas a alguien?
- Se supone... pero ya es tarde.
- A qué hora quedaron?
- A las 2 - mira el reloj en su muñeca.
- Son las 2:08 - respondió riendo.
- Así es... ya es tarde.
- Tu y tu padre son iguales... odian la impuntualidad.
- Y tu?... Esperas a alguien?
- De hecho... estoy aquí por negocios.
- Algo interesante? - pregunte con un tono coqueto.
- Tal vez - responde con el mismo tono.

Nos quedamos mirando por algunos segundos, por un momento regresó esa mirada que hace tanto no veía. Siempre tenía esa mirada de ternura hacia mí, pero después de aquella noche no volvió a verme igual... Comencé a sentir el cuello entumecido, él era mucho más alto que yo y aún con tacones apenas y le llegaba a los hombros. Un ruido de pasos corriendo llamo nuestra atención haciendo que voltearamos.

- Circe... lo siento mucho - dice Fiona agitada. - estaba... terminando unas cosas.
- Nos veremos después - dice Regulus antes de caminar lejos.
- Llegas tarde - dije mientras veía nuevamente mi reloj.
- Tenía asuntos importantes que resolver - dijo con indiferencia.
- Oh ya veo... no tienes que estar aquí... yo puedo hacerlo sola - respondí en en el mismo tono
- No seas resentida, ya vamonos - le di una sonrisa coqueta y después levante mi mano.
- Vamos? - ella solo asitnio tomando mi mano.

Fiona había sido mi unica verdadera amiga en Hogwarts, lo único malo es que era un año mayor que yo por lo que este último ciclo me sentí bastante sola. Teníamos una salida pendiente y finalmente podríamos ponernos al día con todo.

Caminamos hasta llegar a una pequeña cafetería a un lado de Flourish y Blotts, debo admitir que en verdad la extrañe, a pesar de que solía ser algo engreída y presuntuosa, me agradaba su compañía.

- Y que tal el último año?
- Horrible, debo soportar la mirada de las ex novias de Mattheo.
- Ah sí, lo escuché... dicen que tú lo obligas a terminar con ellas.
- Fiona, aunque yo quisiera tú sabes porque es que él lo hace
- Ah cierto... tu padre es todo un aguafiestas... en fin... dime, has seguido mi consejo?
- Cuál de todos.
- Ya sabes... sobre conocer más...
- Sabes que no puedo.
- Oh vamos, si te casas con Malfoy estarás condenada a una sola verga por el resto de tu vida.
- Fiona sabes que para mí familia eso es importante.
- Entonces haz lo que te dije.
- No pienso tener sexo anal - dije riendo.
- Que tiene de malo?
- Es asqueroso - ella soltó una risa.
- Bueno... y que hay de un oral.

Trate de evitar su pregunta, sin duda no estaba lista para hablar de eso, bajé mi mirada llevándola a mi taza de café para después tomarla y dar un sorbo.

- No puede ser ... ya lo Hisiste.

Casi escupo el sorbo que había tomando lo que provocó una risa bastante fuerte en mi amiga.

- ¿No me digas que fue esa noche con tu futuro prometido?
- Pues... no desgraciadamente no ha pasado más que un toqueteo.
- Que?... Entonces... quién fue?

Entre Veneno y Espinas (Draco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora