Aenyra - Aemond Targaryen.

III

—¡Mamá! —las mejillas morenas de la menor estaban empapadas en lágrimas mientras escuchaba la lamentable noticia.

La princesa Laena había fallecido en el alumbramiento de su tercer vástago con su esposo el príncipe Daemon, el infante no llegó a nacer.

—Shh, cariño descuida, no llores más. —Rhaenyra intentaba calmarla, aunque su corazón también dolía. —ven, tenemos que prepararnos. ¿Quieres ir a verla por última vez?

—Pero ya no me abrazara. —la menor lloriqueo. —¿Y el tío Daemon? ¿También está triste?

—Tu tío Daemon y tus primas también están muy tristes cielo. —la peliblanca limpiaba las lágrimas de su hija.

—Hija. —Laenor también tenía sus mejillas empapadas en lágrimas, entrando en el Salón de la Corte —mi niña...

—Papá. —Aenyra se soltó de Rhaenyra, corriendo a los brazos de Laenor, quien la recibió, ambos llorando en los brazos del otro.

—Es una noticia muy...

—De parte de la reina y el rey, lo lamentamos. —Alicent se adelantó. —era muy... joven.

—Lo era. —Rhaenyra deseaba un momento a solas con su padre. —iré a ver a Joffrey, esposo, hija, los amo.

—Y yo a ti mamá.

—Y yo a ti esposa.

(•••)

Tiempo más tarde, se encontraban en Driftmark,  Aenerya estaba al lado de Laenor, escuchando el discurso de Vaemond Velaryon, ante sus palabras, su tío, Daemon rió, desviando toda la atención, provocando que Corlys y Rhaenys lo mirarán.

—Mi princesa. —Rhaenys se agachó al lado de su nieta.

—¡Abuela!

—Mi dulce mar, no llores, ya tía Laena está bien.

—Pero todos lucen muy tristes abu.

—Descuida mi niña, todo está bien. —dijo la mujer, tomando una copa de vino. —¿No quieres ir con tus primas?

—¿Les seguiré cayendo bien? No responden mis cartas.

—Te aman cariño, ve.

—¿Has visto a tu padre? —Rhaenyra preguntó.

—Deberíamos estar en Harrenhall en el funeral de Lord Lyonel y Ser Harwin Strong.

—Estamos aquí con nuestra familia, los Velaryon son nuestra familia, los Strong no. ¿Me has entendido? Tus pequeñas primas acaban de perder a su madre. ¿No quieres ir a saludarlas? Les haría bien. —Rhaenyra dijo y Jace tomó a Aenyra de la mano.

Antes de llegar hacía las niñas, se toparon con su tío Aemond, quien los miró, mostrando una sonrisa sin dientes, Jace lo miró, sin embargo no habló, Aemond se alejó después de eso, ambos caminaron nuevamente hacía sus primas.

—¿Te gusta nuestra sobrina?

—¿Qué?

—¿Te gusta la pequeña de nuestra hermana? ¿Te gusta Aenyra?

—No.

—Claro, y yo voy a poder casarme con cualquier puta que se me atraviese.

—Vas a casarte con Helaena.

—Ella es una idiota.

—Ella es tu futura reina.

—Preferiría casarme con Aenyra, es una niña aún, es unos años, será la delicia del reino, mía para cuidar y coger.