•°One shots°• || Miles Morales x Fem! Reader

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TW: NSFW, diferencia de edad (solo por 1 año, pero por si acaso), kinks y cosas raras.
Pequeño aviso: algunas veces Miles tratará de "usted" a ___
Dicho esto, diosito perdóname por lo que voy a hacer.

Omnisciente:
Una joven tocó la puerta del apartamento y esperó pacientemente a que alguien en particular le abriese.
Se abrió la puerta y ahí estaba: Miles.
Una gran sonrisa se formó en el rostro del boricua.

—Hola bonita—la saludó con ese acento puertorriqueño que tanto lo caracterizaba.—pasa, ahorita te llego.
—Hola Miles—saludó de vuelta mientras entraba al apartamento.—¿cómo has estado?
—Bien, un poco ocupado, pero bien.
—Me alegro, ¡ah! Te traje unas donas.
—Déjalas en la mesa, las comeremos luego, por ahora quiero hacer otra cosa.
—¿Qué tipo de cosa?
—No lo sé, no quiere... ¿ver una película, de casualidad?—Preguntó el joven con una ligera sonrisa juguetona y una mirada sugerente mientras se sentaba en el sofá.  Cómo vió que su contraria parecía un poco incómoda solo estando ahí parada, le preguntó:—¿No se va a sentar? ¿O es que no le gusta estar aquí?
—No, lo qué pasa es que estaba esperando a que me dieras autorización... por así decirlo.
Una sonrisa nerviosa se formó en la cara de la muchachita, al parecer no sabía cómo explicarlo.

—Hmm... ya veo ¿Eres una niña obediente, no es así?
—No me digas niña, solo me llevas un año...
—Lo sé, pero para mí te sigues viendo como una. ¿Vamos a ver la película o no?
—Está bien, escoge alguna.
Después de lo que parecieron horas discutiendo cuál saga sería mejor ver, si "Indiana Jones" o "Star Wars ", se decidieron por una completamente diferente: "Shrek". Sin prestar mucha atención a la película, Miles observaba atentamente a su amada, cuya cabeza reposaba en su pecho. Acariciaba sus curvas y muy ocasionalmente se centraba en su parte trasera, "muy ocasionalmente".
—Vos te acicalas hasta para ir a comprar, ¿verdad?
—¿Tiene algo de malo?
—No, pero es difícil poder controlarse luego.
—Cachondo de mierda...
—¿Y qué? ¿no te gusta?—Ella se quedó callada, no quería admitir lo mucho que le encantaba el hecho de que Miles tuviese esa confianza con ella.—¿y bien?
—Aveces, solo aveces...
El mayor esbozó una sonrisa amplia.
—Ay ajá... yo sé que te encanta mamarme el bicho.
Dijo sin preocupación alguna, lo que sorprendió a su contraria.
—¿Cómo puedes decir esas cosas?
Reprochó.
—Con la boca...—los dos se quedaron viendo por un largo rato, no pudieron evitar comenzar a besarse de forma apasionada, en especial Miles, que ocasionalmente le mordía los labios a ____. La hizo levantarse e ir a su habitación, apagó las luces y se tumbó en la cama, encima de ella.—¿Te gusta mucho la ropa que traes puesta?
—Un poco, ¿por qué?
—Ay, pues que pena...—dijo para después romper, casi de un tirón, la camisa que traía puesta ella junto con el resto de su ropa. Seguía besándola mientras que se desabrochaba el pantalón. Se sentó en la orilla de la cama, jalándola hacia él. La hizo arrodillarse y le tomó el mentón para que lo mirara.—ya sabes que hacer...—___ suspiró, le bajó el bóxer y sacó aquel pedazo de carne, tanto ancho como largo; se mordió los labios y lo introdujo en su boca, no del todo, solo la mitad, succionando solo la punta por veces. Miles jadeaba y gemía por veces, no mucho, pero eran sonidos agradables. Enredó sus dedos en su cabello y bajó su cabeza para que fuera más profundo.— Vamos cariño, sé que puedes hacerlo mejor...—La longitud de Miles metida en su garganta le generaba arcadas, lo que solo hacía que Miles se riera un poco, como burlándose.—No es la primera vez que me la chupas, estoy seguro que puedes hacerlo mejor...
Ella apoyó sus manos en las rodillas de él, sus ojos estaban lagrimeando y casi no podía respirar, una vez Miles sacó su longitud de su boca, ella pudo por fin recuperar lo que le hacía falta.

—No jodas...
—Levántate, rápido.— La volvió a jalar hacia el, haciendo que se sentara a ahorcajadas encima de su miembro completamente erecto.— Carajo, necesitaba tanto esto.
Soltó entre gemidos. ____, mientras tanto, enterraba sus uñas en la espalda de él y se quejaba.
—Ay, ayayay...
—¿Te duele?
—Mhm...
Asintió. Una sonrisa gigante se formó en el rostro del boricua, quién solo se abrió paso en ella, penetrandola más fuerte. Cambió de posición, ahora estando él encima de ella, poniéndola en cuatro. A este punto, ____ ya estaba casi gritando del placer, lo que provocó inquietud en Miles, que tenía miedo de que los encontraran. (Aquí viene una cosa medio rara, si quieren sáltense esta parte.)
Introdujo el dedo medio y anular en la humedad de la boca de ella, obligándola a chuparlos y haciéndola callar, para después tapar su boca con la palma de su mano. Volvió a enredar sus dedos en su cabello y empujó la cabeza de ___ hacía la almohada, neutralizando el sonido. Ella intentó subir la cabeza para poder respirar bien, a lo que Miles solo la empujó más y la embistió más fuerte.

—Mantén la cabeza abajo, sabes que me encantaría que todo el mundo te escuche gritar mi nombre y que sepan de quién eres, pero lastimosamente la gente aquí vive de los chismes. Agárrate fuerte a esa almohada, porque no estoy seguro de que te la vayas a acabar...
Sus embestidas se volvieron más rápidas, y junto con la humedad de la entrada de la chica, hacían sonidos húmedos, y Miles decidió divertirse un poco con eso. Sacó su miembro de ella, dejando solo la punta, la cuál sacó de último, lo que hizo un pequeño sonidito de "¡pop!" Debido a la humedad. Y así lo hizo varias veces, hasta que se arrodilló y enterró su cara entre las piernas de la joven. Podía sentir lo larga y cálida que era su lengua y lo bueno que era con ella y con sus dedos, los cuales trazaban pequeños círculos en su clítoris para después introducirse dentro de ella junto con su lengua.

—Ay carajo, ay mierda, mierda, mierda...
Maldecía ella por lo bajo, Miles volvió a introducir su miembro dentro de ella y comenzó a embestirla más rápido.
—Ten cuidado con esa boca, no quiero tener que castigarte... —Susurró cerca de su oreja para después plantar un beso en su cuello y luego tomarla por este. Las embestidas eran cada vez más rápidas y fuertes y el placer de ambos cada vez incrementaba más y más, acercándose al clímax. Miles salió de ___ e hizo que se volviera a arrodillar para repetir la sesión de sexo oral, solo que ahora con otro detalle. Después de tan solo unos minutos de estar succionando, besando, y lamiendo la longitud de su novio, este por fin eyaculó en su cara e hizo que ella lo mirara. Tomó su celular de la mesa de al lado y le sacó varías fotos.— Eso es... buena niña... ahora ven, quiero acurrucarme contigo...
La atrajo hacia él e hizo que recostara su cabeza en su pecho, por fin, los dos pudieron descansar, satisfechos por todo.
—Te quiero Miles...
—Yo te quiero más, aunque no parezca...