El diario de Marcus Goldwin

5 de Junio-1943

08:30 AM

Oliver me ha despertado para desayunar y me pregunta el por qué estoy escribiendo todo el día y la dije que es un diario para ti mi amada y para nuestra dulce Marian. Se sorprendió de saber que tengo mujer e hija y preguntó por ella, si era guapa, su edad y todo sobre ella. Yo le respondí a todo lo posible y por último, le enseñé la foto de Marian que llevo siempre encima junto con la tuya. Oliver está cautivado con la belleza de nuestra hija y me pregunta si algún día puede venir conmigo a Arkham. Le he respondido que no hay problema alguno, así conoce mejor a su jefe y posible suegro y nos hemos reído antes de que la puerta de la casa se llenara de pequeños golpes.

09:03 AM

Hemos partido ya al mar abierto.
El día hoy se ha presentado algo rebelde, hay más oleaje y pequeñas nubes se amontonan en el cielo. Puede sonar raro, pero por fin he visto el faro del pueblo en funcionamiento. Según me explicó Ibrahim, el faro estaba acabando de ser reparado, le faltaba la gran luz para funcionar y, al parecer, ya está arreglado del todo.
Vamos a empezar con la primera tanda de pesca antes del descanso.

10:39 AM

Me han llamado mi compañero Ed a gritos de nerviosismo, diciendo que habían hecho un descubrimiento peculiar. Salí del camarote para ver el asombroso descubrimiento, aunque asombroso...quizás no es la palabra correcta.

Grotesco.

Esa era la palabra que estaba buscando. Aparté a los muchachos que estaban rodeando la presa que habían pescado, aunque ninguno se veía horrorizado, más bien al contrario, se les veía felices. Pero yo sí me horroricé con tal visión. Era una merluza, pero la naturaleza había hecho de este pez una aberración.
Supe que era una merluza por su cabeza y cola, lo más parecido a ese pez, el resto era un amasijo de extraños bulbos y pinchos huesudos, haciendo difícil de ver sin vomitar y difícil de coger a esta abominación de la naturaleza.
Te dejo un pequeño boceto que pude hacer antes de dejar esa merluza deforme en un saco apartado del resto de la pesca.

11:42 AM

Ya hemos pescado suficiente por hoy, incluso más de lo que pensábamos. Parece ser que la merluza amorfa nos trajo bastane buena suerte, pues la pesca de hoy, para ser el segundo día, ha sido bastante fructuosa.
Volvemos al muelle para hacer la lista de peces.

13:20 PM

Algo le pasa a Matt, se quedó con Oliver y conmigo para hacer el recuento de peces. Se le veía muy insistente en llevar la aberración a Milly, la pescadera.
Fuimos directamente a verla y, como ayer, llamé a la ventanilla.
Se abrieron de par en par, mostrando el rostros afable de Milly, a la cual saludamos respetuosamente e igual que ayer, llegó con sacos de hielo y repuso todas las cajas en un abrir y cerrar de ojos. La dimos la lista de la pesca de hoy y rápidamente nos preguntó por el "pez aberrante" y Matt, sin miramientos, agarró la bolsa solitaria y depositó el horrendo pescado en una de las cajas de madera con hielo.
Milly abrió los ojos fascinada, como si hubiésemos encontrado una joya preciosa para ella. Fue corriendo a dentro de la pescadería y salió con un cuchillo de pescadero, unos guantes puestos y un mandil negro, agarró la merluza horripilante por la cola, la llevó a una tabla de madera y, con agilidad pasmosa, degolló y limpió el pez por dentro. Luego depositó en una caja verde el pez y en la basura los residuos de este. Lo verdaderamente fascinante, es que ella había conservado la merluza con todas sus deformidades, solo la limpió por dentro y la quitó la cabeza.
Seguimos con el resto del listado y finalmente llegó el momento del pago.
Esta vez pescamos más de treinta peces y crustáceos. Milly me dió un saco enorme lleno de billetes y monedas por valor de 739 dólares. La pregunté si es normal pagar tanto por tal pesca y con una extraña e inquietante sonrisa, señaló la caja verde donde había depositado la aberración. Yo entendí que, al encontrar una especie tan rara, nos pagaba más.
Nos despedimos de ella y le dije tanto a Matt como Oliver de ir a la taberna y ambos estuvieron de acuerdo.

14:12 PM

Por fin veo a Matt como ayer, más calmado, Oliver está algo más agotado y Ed y Linus están tranquilos.
Reparto los bienes de la pesca de hoy, unos 147 dólares por cabeza. Lo celebramos por todo lo alto con los vecinos, con rondas de vino y cervezas, hablando de la pesca de hoy. Todos escucharon fascinados el momento de la merluza deforme y celebraron también esa parte con gran alegría.
Me sentí raro en cierto momento de la comida, como si alguien me observara de lejos. Miro a esa dirección y me encuentro con el hombre encapuchado y misterioso en la mesa que nadie quería tocar. Levanto la jarra en señal de saludo pero Oliver me baja el brazo con fuerza y me niega con la cabeza. Le hice caso y solo miré una vez más al encapuchado. La túnica estaba ligeramente rasgada y esta vez sobresalía algo de su cuello: un collar plateado en forma de pulpo, rodeado por un círculo de peces.
Su palidez seguía asustándome, las venas seguían palpitando con fuerza en sus brazos y, esta vez, pude vislumbrar un poco de su rostro.
Era espantoso.
Tenía la mejilla izquierda descubierta a la luz, era pálida, metida hacia dentro, dejando marcado los huesos de su calavera y me pareció que le faltaba el ojo, pues a partir de las ojeras solo se veía un agujero negro.
Esta vez sí le pude ver levantarse del asiento y salir por la puerta principal y, llámame loco si quieres, querida, pero parecía flotar, como un ser etéreo.
Como un fantasma.
Se detuvo en la ventana, su cabeza giró buscando mi mirada y con una macabra sonrisa, siguió su camino.
Llegó en ese mismo momento mi comida, sopa de pollo con pequelos tiburones caseros de pasta.
Disfrutaré de mi comida y hoy estaré la tarde en la taberna.

20:40 PM

Me parece que me pasé con la bebida, aún me duele la cabeza y aunque no llegaba a estar completamente ebrio, iba algo tomado. Ya estoy en mi sillón, leyendo y con una radio que me han prestado amablemente la gente del pueblo.
Tengo las noticias de todo Estados Unidos, incluida nuestra pequeña Arkham. Escuché de la tragedia de un doctor que desapareció de la nada hace ya unos días. Espero que estéis bien, las cosas se van de las manos en ese país.

21:35 PM

Mientras preparo mi cena y una jarra llena de agua, escucho en la radio una noticia aterradora ocurrida en Nueva York, aunque seguramente la habrás escuchado antes que yo; una serie de sucesos extraños mancharon de sangre el suelo neoyorquino y aún no se encuentran a los asesinos de esas personas, solo se sabe que hubo un implicado detenido y que hablaba en un idioma completamente desconocido.
Ceno con tranquilidad a la vez que escucho otras noticias más tranquilizadoras y el tiempo que va a hacer en estos días. Según la radio, hará buen tiempo durante esta semana.

22:48 PM

Me he puesto a leer un rato largo, casi acabando por completo el libro de poemas que me regalaste, así que lo dejo a un lado y vuelvo a curiosear los libros de la pequeña estantería. Evito los libros extraños de pesca y el libro escrito por el último pescador, al cual ya le puedo dar nombre: Leo Michaels.
Encuentro el libro llamado "El jinete sin cabeza y otros cuentos" de Washington Irving, un escritor romántico de nuestras tierras y decido apartarlo y dejarlo en la mesita de noche para leerlo cuando acabe el mio.
Voy ya a dormir, mañana será otro día.

01:30 AM

Un ruido cavernoso y grotesco ha vuelto a surgir del mar. Cuando me asomo a la ventana del salón, aún en mi pijama y los ojos entrecerrados, consigo vislumbrar un movimiento extraño en las aguas y una especie de de cabeza de pulpo enorme surgir de las prof....