8 de Junio-1943

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16:47 PM

Llevo como dos o tres días completamente dormido. Mis compañeros se han encargado de hacer el trabajo de pesca y de cuidarme al acabar su jornada.
Hoy me han dejado espacio para respirar pero he tenido una visita inesperada.
Al incorporar parte de mi cuerpo en la cama, me he encontrado, con miedo visible en mi cuerpo, al extraño encapuchado sentado en una silla, justo delante de mi cama.
Preguntó si estaba bien y si había visto algo raro el día que me desmayé, pero fui sincero y le respondí que no me acuerdo de nada, solo asomarme a la ventana y caer desplomado en el suelo.
Sin embargo, su reacción fue levantarse, acercarse a mi lentamente y bajarse la capucha.
Era una visión espantosa, al punto de no poder aguantar y vomitar varias veces en el suelo de mi habitación. Esto le hizo gracia, pues se rió a carcajadas amplias. Su rostro, tal como deduje la última vez que le vi, le faltaba el ojo izquierdo, pero eso no es lo desagradable. El lado derecho de su mandíbula no tenía piel ni músculo, era puro hueso con restos putrefactos y corroídos de lo que tenía restante. Unas extrañas venas recorrían desde esa herida macabra a su único ojo intacto, de iris verdoso como el mar y su cabeza estaba poblada de pequeños bulbos y quistes, que parecían a punto de explotar.
Lo único que me dijo, antes de subirse la capucha e irse fue:

"Si aprecias tu vida tan poco como yo, quédate cerca del mar. Si quieres ser un nuevo adepto del mar, ven a buscarme a lo más profundo de la isla"

Esa frase se quedó tan grabada en mi cabeza como el aspecto brutal de ese hombre, si es que se le puede llamar asi.
Me levanté dolorido para agarrar un cubo y paños y limpiar los vómitos antes de volver a tumbarme.

17:30 PM

Ha llegado Oliver con un invitado tan inesperado como el de hace casi una hora; don Abraham, el coleccionista.
Al parecer, todo el pueblo me había visitado estos días en los que estaba sumido en un profundo sueño y solo faltaba Abraham por verme.
Me preguntó por mi y mi salud física y mental. De pronto se puso serio cuando le pregunté si había algo más en lo profundo de la isla, su cuerpo se petrificó y su mirada denotaba un cierto miedo al pensar en mi pregunta. Lo único que me dijo es que nadie en Boneyard sale de sus casas de noche ni se adentran en la profundidad de la isla. Me aconsejó ir a ver a una tal Ali, que vive en una choza justo antes de entrar en el espesor de la isla y me remarcó que jamás fuera de noche a ningún sitio, ni siquiera a pescar.
Acto seguido, sacó un anillo de su bolsillo y me lo entregó. Era precioso, dorado, con un ojo de tigre incrustado como joya principal y varios fragmentos de amatista. También me colocó al cuello un collar con dos símbolos colgando, a los que llamó Pentáculo Pnakótico y Signo Primigenio.
Te dejo un dibujo de ambos símbolos.

Me dijo que jamás me los quitase de aqui en adelante y mucho menos si me planteo salir de noche.
Después, agarró tiza y marcó esos dos mismos símbolos de mi collar en grande en mi habitación y en mi casa.
Su siguiente frase me horrorizó:

"Eres un buen hombre, pero los dioses primigenios han posado sobre ti la mirada"

Con esta misteriosa palabrería, me indicó que podía ir a su piso a buscar más información y que evitase el lado este del pueblo por las noches. Me sorprendió, pues el lado este estaba muy cerca de la costa y me dió s entender que el mar era el verdadero problema.
Oliver me dió una palmada en el hombro derecho, sonrió con una verdadera ternura en su mirar y salió de casa junto con el coleccionista.

19:45 PM

Me siento mucho mejor al haber dormido varias horas seguidas. Siento el peso del collar con los dos símbolos más ligero de lo que me esperaba y extrañamente, me siento muy aliviado con él puesto alrededor de mi cuello.
He cenado bastante pronto para poder dormir antes. Mañana volveré a mi trabajo.

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⏰ Última actualización: Aug 31 ⏰

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