👱🔌🍞Tostadora humana 🔌🍞👱

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Él sólo era un niño que se tomaba todo al pie de la letra por lo que sus compañeros de escuela lo tachaban de raro. Solían compararlo con un robot por su forma de actuar y hablar.

A sus padres eso no les importaba, ellos siempre lo adoraron,  le decían lo mucho que lo amaban, todos los días, sin falta. En casa nunca dejaba de sentirse amado, apreciado.

¿Cómo podría no hacerlo?

Cuando su padre le enseñaba tantas cosas.

Cuando su madre lo abrazaba y le daba besos en cada momento.

Cuando ambos le decían que era su más preciado tesoro todos los días.

Pero los niños son crueles, lo molestaban constantemente porque sus padres eran excesivamente cariñosos con él. No había día donde no llegará con golpes a su casa preocupando a sus padres.

Siempre rogaban saber quien era él que lastimaba a su hijo, él, avergonzado por su propia debilidad, arremetía con fuerza en contra de sus progenitores.

¿Cómo hiba a saber que ése día sería el peor de su vida, cuándo no hubo advertencia ni aviso?

-Cariño, por favor, dinos quien te está lastimando.

-Escucha a tu madre, no podemos ayudarte si no nos dices cuál es el problema.

-¡Les dije que no fué nadie! ¡Ya Déjenme en paz!

-Hijo, por favor-.

-¡Desearía no ser su hijo!

Una explosión se escuchó cerca de su casa, su padre salió a investigar mientras su madre lo abrazaba.

Lo único que recuerda después de eso son los gritos combinados con las llamas, explosiones, los brazos de su madre intentando protegerlo y ocultarlo de la masacre.

No sabe cuánto tiempo pasó inconsciente, pero por un momento creyó haber muerto junto al resto de su pueblo.

Hasta que despertó en un laboratorio, un hombre mayor lo había salvado (lo que quedaba de él) recogiéndolo para llevarlo a su laboratorio. Su nombre era Kuseno, un científico de la justicia que perseguía al Cyborg que destruyó su hogar.

Preguntó por su familia o el resto de supervivientes, nadie lo logro. Se negó a llorar, sentía que no se merecía llorarlos, no cuando él sobrevivió.

Siguió así hasta que se enteró de que su madre estaba embarazada de 4 meses de una niña, no pudo evitarlo, hiba a ser un hermano mayor y su hermanita ni siquiera pudo conocer el mundo.

El doctor le pregunto que quería hacer, gran parte de su cuerpo estaba carbonizado y desmembrado, solo su torso, cabeza, un brazo lograron salir de esa pesadilla.

-Quiero ser un Cyborg

Quería venganza, justicia para su familia, pero no podía hacer éso con un cuerpo tan débil. El doctor se negó al principio, pero tuvo que acceder cuando era obvio que no hiba retroceder hasta poder saber que él asesino de su pueblo obtenía lo que sé merecía.

No sólo cambio de cuerpo, también de nombré, se sentía mal de escuchar su antiguo nombre porque le recordaba lo que perdió, extrañaba el cariño en exceso de sus padres.

A veces olvidaba que alguna vez fué un humano, lo prefería así, recordar dolía pero olvidar no era una opción, esa era la carga, el castigo que Genos se merecía por vivir.

Desearía que sus padre hubieran vivido en su lugar, lo que daría por cambiar de lugar con tal de saber que ellos estaban vivos junto con su hermanita.

Pero la vida no funciona así, por lo que se encargaría de matar al Cyborg Loco. No le importaba lo que pasará después, incluso morir estaba bien para él si con éso cumplía con su misión.

-Tus padres no querían ésto.

Sabía que él doctor Kuseno sólo trataba de ayudar, pero lo único que quedaba en su "Corazón" era el odió y la venganza contra el hombre-maquina que le arrebato lo que más quería.

Creyó que perdió todo rastro de humanidad en él.

-¡¡Vuelve aquí, bastardo!!

Cuando conoció a su sensei pensó que era un idiota, sin embargo, él lo salvó contra ese mosquito.

Al principio sólo quería seguirlo para saber el secreto de su fuerza pero con él tiempo comenzó a admirar a la persona que era Saitama, no sólo su poder, todo en él era admirable.

Su sensei era un hombre humilde, salvaba a la gente sin esperar nada a cambio. Él no era un héroe por él poder o la fama, él era un héroe por diversión.

Saitama-Sensei siempre los salvaba cuando los monstruos eran demasiado fuertes pará él o él resto de héroes, como con el monstruo de la casa de la evolución, el meteorito, el Rey del Mar, el ciempiés anciano, ¡Incluso peleó contra un alien y Garou el monstruo humano que tenía el poder de Dios para proteger la Tierra!.

Así que no entendía porque su sensei en vez de recibir el máximo respeto, admiración, regalos recibía cartas llenas de odió.

*No eres un héroe*

*Fracaso*

*Vete a la mierda, Calvo*

-Tsk, quemaré estás cartas antes de que Sensei las vea- las recogió y sólo dejó alguna que otra que eran de agradecimiento- Sensei no perderá el tiempo con está gente.

Aunque Genos quería pelear con cualquiera que ponga en duda las habilidades de su maestro no podría, Su sensei era tan amable con personas que no lo merecían.

(Quizás fué por eso que permitió a Genos en su vida, incluso si Genos lo ayano en primer lugar)

Por ocasiones Genos volvía a recordar que era humano cuando estaba cerca de Saitama, le dolía y le hacía sentir culpable, ¿Qué derecho tenía de disfrutar la vida cotidiana qué tenía con su maestro cuándo el peso de su gente estaba en su espalda?, Genos se aseguró de que yá no quedará ningún rastro de humanidad en él.

Recordar dolía, pero no sé le permitía olvidar.

-¿Estás bien? Te ves bastante mal, ¿Seguro que no te duele?

-¡Estoy bien, Sensei! Aunque agradezco su preocupación, una visita al doctor Kuseno arreglará todo dañó en el mecanismo de mis partes.

-Lo dices como si fueras una máquina

-¡Éso es lo que soy, sensei!

-No, no lo eres. - Se acercó al Cyborg hasta que quedar a su altura.

-Sensei, yá no tengo partes humanas, con lo único que tengo bien podría ser una máquina completa

-Tienes un corazón, Genos, con él que peleas, sientes y te motiva, éso te hace humano

-Pero Sensei, Yo no-

-Lo tienes aquí- Tocó el pecho del Cyborg donde estaba su núcleo- ¿Lo vez? Tal vez sea diferente al de otra persona pero sigue siendo tú corazón- Genos podía sentir las lágrimas al borde de sus ojos por lo que trató de no hablar más- vamos a llevarte con tu viejo pará curarte ¿Entendido?

-¡¡S-si, Sensei!!

Sin darse cuenta yá no vivía para matar al Cyborg Loco. Ahora, después de cumplir con su misión quería volver a casa con su maestro.

Deseaba el día en que su maestro fuera reconocido por el héroe que era, pero ya lo había decidido, Genos lo seguiría sin importar que el público lo odiara.

Y si las lágrimas de alivio del doctor Kuseno eran una indicación talvez ser humano no era tan doloroso como recordaba antes.

Quizás su familia lo perdonaría por desear vivir.

Huevo afortunado y desafortunado *Saigenos*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora