El único ante mis ojos [dekubaku omegaverse]

historia y aclaraciones de los personajes en este AU(?)

Bakugo Katsuki nació siendo omega, un hecho que marcaría su vida de formas que nunca habría imaginado. Su madre, Mitsuki, también omega, perdió a su esposo poco después de que Katsuki naciera. La pérdida la sumió en una depresión que parecía no tener fin. Aun así, Mitsuki siguió adelante y crió a su hijo sola, mientras trataba de curar su propio corazón.

Años después, Mitsuki conoció a un alfa. Parecía un hombre comprensivo y confiable, y tras varios años de relación, decidieron casarse. Por primera vez en mucho tiempo, Mitsuki sentía que podía ser feliz de nuevo. Confiando en su amor, le contó un detalle importante de su pasado: ya había sido marcada por su primer esposo antes de quedar viuda.

Al principio, el alfa no reaccionó. Pero poco a poco, los celos empezaron a crecer dentro de él, alimentados por su propio orgullo. Las palabras hirientes y los gestos fríos se hicieron habituales, y Mitsuki intentó justificar su comportamiento por amor, creyendo que cambiaría con el tiempo. Pero la situación se salió de control cuando él dirigió su ira hacia Katsuki, entonces un niño de ocho años.

Todo llegó al punto crítico una tarde, cuando Mitsuki descubrió que aquel hombre intentaba abusar de su hijo. La imagen quedó grabada en su mente: Katsuki, aterrado, temblando y retrocediendo mientras él se acercaba con una expresión que no podría describirse con palabras. No dudó ni un segundo. En un arranque de furia y protección maternal, echó al alfa de la casa, llamó a la policía y se aseguró de que pagara por sus crímenes.

Aunque aquel hombre fue arrestado y condenado, las cicatrices que dejó en Katsuki fueron profundas. Desde ese día, el niño comenzó a asociar la figura de los alfas con violencia y crueldad. Su rencor se extendió con el tiempo, especialmente durante la secundaria, donde los alfas parecían disfrutar menospreciando a los omegas como si fueran débiles e inútiles. Katsuki nunca se permitió ser una víctima y enfrentaba cada insulto o provocación, pero dentro de él la herida seguía abierta.

Izuku Midoriya, nacido alfa, vivía una realidad completamente distinta. Su infancia estuvo marcada por las burlas y críticas de sus compañeros de secundaria, quienes lo tachaban de alfa defectuoso o alfa sumiso. Mientras que otros alfas mostraban comportamientos agresivos y competitivos, Izuku era amable, dulce y protector, cualidades que no encajaban con las expectativas de quienes lo rodeaban.

Esas burlas terminaron afectándolo profundamente. Para sobrevivir al entorno hostil, Izuku comenzó a reprimir su verdadero yo, adoptando una fachada más dura y seria para evitar convertirse en blanco fácil. Sin embargo, esa máscara solo era eso: una fachada. Dentro de él seguía siendo el mismo chico dispuesto a hacer cualquier cosa por quienes amaba, aunque ahora lo ocultara por miedo al rechazo.

A pesar de todo, los instintos de alfa que habitaban en su interior seguían siendo una fuerza incontrolable. Especialmente en situaciones cargadas de emociones intensas o en momentos íntimos, Izuku no podía evitar dejar salir esa parte dominante que había tratado de reprimir toda su vida.