El único ante mis ojos [dekubaku omegaverse]

capitulo 3

12 de la noche:

Izuku, agotado, se quedó profundamente dormido. Había pasado la tarde construyendo la maqueta con Bakugo y, aunque estuvo trabajando duro, la falta de sueño lo venció rápidamente.

Por su parte, Bakugo, al ver que su compañero se había quedado dormido mientras él seguía trabajando, no pudo evitar pensar en lo bien que había quedado el proyecto. Había puesto mucha dedicación en el trabajo, aunque no lo dijera en voz alta. Finalmente, terminó de ajustar algunos detalles.

Estoy cansado, pero… al menos todo quedó bien.

7:30 am:

El sonido del despertador sacó a Izuku de su sueño profundo. Con un bostezo, apagó el dispositivo de un golpe. Despertó a regañadientes, odiando cómo siempre parecía estar tan cansado por la mañana. Se apresuró a levantarse de la cama, porque sabía que tenía que terminar algunos detalles de su parte del trabajo antes de reunirse con Bakugo.

Izuku: Ah, tengo que revisar las cartulinas con la información...

Mientras se alistaba, pensó en lo bien que había trabajado con Bakugo anoche. A pesar de sus diferencias, ambos habían colaborado con eficacia.

Cuando salió al comedor, encontró a Bakugo ya preparándose para el día, con las cartulinas y el material dispuesto. Sin mucha emoción, saludó a su compañero.

Izuku: ¡Buenos días, Kacchan!

Bakugo: Mhm… Buenos días, Deku.

Aunque el saludo de Bakugo era brusco, Izuku no le dio demasiada importancia. Estaba acostumbrado. Lo que sí lo sorprendió fue el hecho de que, en vez de simplemente ignorarlo como solía hacer, Bakugo parecía estar realmente atento a lo que necesitaba hacer para la exposición.

Después de un desayuno rápido, ambos comenzaron a repasar los puntos más importantes para la presentación. Aunque no era su tipo de actividad favorita, Izuku sabía lo importante que era para Bakugo tener todo bajo control. Bakugo siempre ponía su mejor esfuerzo, incluso si nunca lo reconocía.

9:20 am:

Con el material listo, ambos se dirigieron a su clase. En el camino, Izuku estaba nervioso por la exposición, pero Bakugo parecía estar bien. En realidad, Bakugo no tenía miedo de hablar en público, más bien de ser interrumpido o de que las cosas no salieran como había planeado.

Cuando finalmente llegaron a la clase 1-A, se saludaron brevemente con sus compañeros, quienes estaban también preparando sus exposiciones. Aizawa, como siempre, hizo un gesto para que empezaran. La mirada severa del profesor los hizo sentir algo de presión.

Exposición:

Izuku y Bakugo tomaron el escenario cuando fue su turno. Mientras se presentaban, la tensión era clara en el aire, pero ambos seguían adelante con su parte de la exposición.

Izuku: Buenas tardes, somos Midoriya Izuku...

Bakugo: Y Katsuki Bakugo. Hoy vamos a hablarles sobre la ciudad de Tokio, una de las más importantes en la historia de las peleas de héroes...

Ambos se turnaron para explicar distintos aspectos de la maqueta. Izuku continuó el relato sobre la historia de los héroes, cómo Tokio fue testigo de varias batallas significativas y cómo, a través de esas luchas, la ciudad había cambiado.

Bakugo, mientras tanto, explicó las tácticas de defensa, tocando puntos claves relacionados con el análisis de los incidentes más graves, como la batalla contra el villano Smoke y otras situaciones complicadas.

La clase escuchaba atentamente y, al final, recibieron varios elogios por la claridad y la calidad del trabajo, sobre todo por la maqueta que complementaba perfectamente su exposición.

Al final del día:

El timbre sonó, y con ello terminó la jornada. Después de que Aizawa los dejó irse, Izuku, ya más relajado, se acercó a Bakugo en la salida, decidido a ver si podía acompañarlo a su casa para estudiar más tarde.

Izuku: Oye, Kacchan… ¿Puedo acompañarte a tu casa después de clase?

Bakugo, siempre serio, lo miró un momento antes de responder con una sonrisa irónica.

Bakugo: ¿Vas a seguirme a todas partes, Deku? Ya, vamos, no tengo tiempo para perderlo.

Izuku sonrió nervioso, pero no lo pensó más. Ambos se dirigieron hacia la parada de autobuses en silencio, aunque Izuku sintió una ligera calidez en su interior. Aunque no fueran amigos convencionales, sentía que Bakugo empezaba a aceptarlo, de alguna manera.