Cuarto oscuro²

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Román y Pablo bajaron las escaleras y se sentaron en la mesa, uno al lado del otro y la madre al frente.

La mamá de Roman veía la televisión mientras comía, y los chicos imitaban su acción.

Mientras comian unas ricas milanesas a la napolitana, con unas papas fritas casi que hechas por los dioses, Roman se quedo mirando a Pablo fijamente.

El Xeneize sin que se de cuenta el contrario, metió su mano bajo el mantel de la mesa, y tocó el bulto de Pablo, masajeandolo de arriba a abajo.

El bostero sintió como el cuerpo de Aimar se tensaba, y vio como apretaba su propio muslo con la mano.

—M-mh— gimió por lo bajo Pablo, lo suficiente para que escuche Roman y no su madre.

Riquelme metió su mano dentro del pantalón del contrario, empezando a hacer círculos en su
glande.

—Shh Pablito, callate— dijo Roman apretando fuerte su miembro, robandole un saltito a Pablo.

Pablo movia inquietantemente su pie golpeando el piso, mordiéndose los labios para no hacer ningún tipo de ruido.

Tapaba su cara con las dos manos, apoyando sus codos en la mesa, por la verguenza de que lo viera la madre de Roman.

Empezó a subir y bajar su mano a lo largo del pito de Pablo, haciendo más presión en el glande, sacando unas gotas del preseminal del gallina.

Pablo gimió despacio mientras seguía sacudiendo su pie por el placer que le producía el contacto.

El Xeneize viendo como Pablo estaba por venirse, sacó su mano, dejándolo con las ganas de venirse.

Pablo se acerco al oído del bostero y le gimió. —S-seguí—

Román no pensaba en hacerle caso, ya tenia algo planeado.

—Ma, nos vamos arriba, ya terminamos de comer— le dijo Roman a su madre mientras se levantaba junto a Pablo para ir a la habitación de vuelta.

Subieron las escaleras apurados y apenas cruzaron la puerta de la habitación, Pablo tomó por la remera a Roman y lo beso lo más intenso que pudo.

Roman empujaba la nuca de Pablo hacia el, tratando de restar centímetros entre ellos dos.

Se separaron y el Xeneize empezó a sacarle la remera a Pablo, mientras le ponía seguro a la puerta.

Román manoseaba todo el torso de Aimar, acorralados contra la puerta de la habitación.

Se unieron nuevamente en un beso fogoso, mientras daban pasos torpes hacia la cama.

Roman se sentó en la orilla de la cama, y Pablo encima de él. El último mencionado empezó a mover sus caderas encima de él, agitando las respiraciones de ambos.

—¿E-estas seguro de...?— preguntaba Roman nervioso y apurado, no quería hacer algo que Pablo no quisiese, aunque por lo que veia, los dos estaban en busca de lo mismo.

—S-si.

Pablo se saco la ropa restante, y Roman imito su acción.
El Xeneize tomó a Pablo por la cintura y lo acostó en la cama, posicionándose entre sus piernas.

El mencionado chupo dos de sus dedos y los metió en la entrada de Pablo, el cual gimió por el inesperado contacto.

—Shhhh, haces ruido y paro— le dijo el Xeneize.

Empezó a mover esos dedos adentro y afuera de Pablo, hasta que el de rulos empezó a moverse buscando más.

Metió un tercer dedo y hizo lo mismo que con los dos anteriores. Pero esta vez fue más brusco, sacaba y metia rápido mientras Pablo solo podía dejar suspiros llenos de placer.

Cuando sintió que ya estaba bastante dilatada su entrada, sacó sus dedos y posiciono su pija en la entrada de Pablo.

Metió el glande lentamente, a lo que el ruludo solto un gemido desgarrador y agudo, recibiendo una cachetada en su culo por parte de Roman.

—¿Qué te dije?— mencionó el contrario.

Agarro a Pablo del cuello con una mano, apretando despacio para no lastimarlo, cosa que cambiaría pronto.

Se introducía de a poco, sintiendo la estrechez de Pablo apretar su intimidad.

Cuando el de River menos se lo esperaba, metió toda su extremidad dentro de el.

Un grito por parte de Pablo causó que le apretaran el cuello más fuerte.

Roman empezó a embestir a Aimar fuertemente, sosteniéndose de su cuello, ruidos totalmente obscenos salian de la boca de Pablo, lo cual le dejo de importar a Roman.

Luego de embestidas fuertes que impactaban contra la prostrata de el de rulos, empezó a ir lento para torturar a Pablo.

—M-más rapido— pidió entre gemidos.

—¿Qué queres?— pregunto Roman ralentizando sus embestidas.

—Ha-acelo r-rapido la puta madre—dijo Pablo desesperado.

El Xeneize empezó a moverse rápido apretando duro el cuello de Pablo, mientras que con su otra mano pajeaba al recién nombrado.

El de rulos empezó a gemir alto, y respirando con la boca entre abierta y sus ojos cerrados.

Roman le pego de vuelta en el culo, y soltando su cuello, levantó su cabeza bruscamente agarrando sus rulos, para que lo mire a la cara.

—Mira la cara de putita que pones— le susurro a Pablo erizandole la piel.

El gallina solo podía gemir por lo bajo, dejándose llevar por la violencia de Roman.

El Xeneize atacó sus labios salvajemente, tirando de los rulos del contrario violentamente, siguiendo con sus embestidas fuertes, casi por acabar.

—R-roman, n-no puedo m-más— dijo y acabo manchando su abdomen con semen, soltando un gemido bastante alto.

El morocho siguio penetrando, hasta que acabo dentro de Pablo, respirando agitado con la boca entre abierta.

Solto los rulos de Aimar, haciendo que el se tire hacia atrás, cayendo arriba de un almohadón.

Sacó su pija del interior de Pablo, quien solto un quejido por el vacio que dejó la gruesa pija de Roman.

El Xeneize se acostó al lado de Pablo, abrazándolo por la cintura y tapándose con una fina sabana.

¿Quien podría pensar que acababan de coger por un simple juego de "cuarto oscuro"?

Solo ellos dos.

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HOLAAAAAAAA
tenía altas ganas de escribir esto, disculpas
buen findee







[Pablo Aimar × Roman Riquelme] OS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora