CAPITULO UNO

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La relación entre Osamu y su compañero actual llamaba bastante la atención porque estos se la pasaban peleando, aunque normalmente las peleas comenzaban por qué el suicida molestaba o trataba a como de lugar arruinar los ideales y planes de su pobre colega.

Quien pensaría que ellos harían un excelente equipo cuando se trata de hacer misiones juntos. Ellos estaban algo cansados por su reciente misión que fue completada exitosamente. Fue algo no muy difícil pero de todas maneras fue algo agotador.

Kunikida se encontraba en la oficina de la agencia con el ceño fruncido, un dolor de hombros y cabeza eran terribles, el ya había tratado de estirarse para aliviar el dolor en sus hombros los cuales los sentía pesados, pero no tuvo éxito alguno.
soltó un suspiro decepcionado y se volvió a sentar en su asiento que estaba frente de su escritorio y que arriba de la mesa se encontraba una computadora.

El idiota de Dazai había intentado arruinar su día después de haber finalizado aquella misión, cosa a la cuál ya era algo normal en el día a día del rubio, y... Osamu estaba logrando molestarlo. El de lentes estaba a nada de ponerse de pie y noquearlo de un solo golpe. El castaño realmente quería desesperar al rubio cosa que siempre intentaba cada que tenía la oportunidad.

para suerte del idealista paso algo bastante extraño que se dice que pasa solo una vez cada 500 años y que es un suceso realmente impresionante y sorprendente de presenciar y que pocas personas han visto dicho fenómeno... El más bajo se callo de una vez por todas y empezó a hacer su trabajo como una persona normal y responsable.

«¿Quien es éste? ¿Que le paso ami vago?»
Pensaba Kunikida, y si, así de raro era ver al más bajo trabajar

Eso era algo muy, muy, pero muy extraño.. el rubio pensó que era un impostor o alguna clase de farsante, estaba por decir algo al respecto pero decidió que era mejor no opinar y disfrutar un poco de la paz y el silenció lo más que pudiera antes de que se volviera insoportable de nuevo.

Agarro el informe que no había podido completar anteriormente por culpa de cierta persona.

Aquella paz solo duro unos 15 minutos y nisiquiera había logrado de terminar el papel que aún seguía incompleto arriba de la mesa. No se queja mucho, estaba un poco más calmado ya que el dolor en su cabeza se desvaneció pero la pesadez y dolor que sentía en sus hombros seguía intacta.

Kunikida sintió unas manos posarse en sus hombros y se asustó por unos segundos al sentir algo sobre sus hombros, logro identificar que era su molesto compañero, posiblemente tratando de hacer cualquier cosa solamente para que el de lentes no hiciera su trabajo.

—¿Qué quieres Dazai?—Dijo mientras fruncia el ceño, claramente fastidiado y un poco harto. Si era por alguna estupidez por la cual Osamu tenía las manos sobre sus hombros no dudaría en meterle un puñetazo en la cara y dejarlo tirado en el piso en un rincón oscuro como a una cucaracha.

Aunque extrañamente el de vendajes no respondió y se quedó callado durante un tiempo, provocando un silencio algo incómodo en el ambiente... Los demás integrantes de la ADA estaban ocupados con algunas misiones afuera de la agencia, Dazai y Kunikida se habían quedado completamente solos en ese lugar, ya que como habían terminado hace unos minutos la misión que el jefe les había encargado ese día, no tenían casi nada por hacer, Claro a excepción de Kunikida y su adicción al trabajo. Que quería terminar ese informe se podía entregar para el lunes, pero no... El imbécil tenía que hacerlo con 1 semana de anticipación, como mínimo.

Dazai aún con las manos sobre los hombros del más alto, apretó un poco la parte de los hombros de el y se sorprendería un poco al notar la superficie más dura de lo normal, aunque no lo culpaba, tanto trabajo y las misiones deben estresarlo bastante seguido.. ya que sabe que el es una persona que se preocupa mucho con su trabajo y además es muy perfeccionista por lo cual todo lo que él haga tiene que ser perfecto y todo lo que haga tiene que ser igual a como lo escribió en su libreta.

El castaño soltó una risita para después hablar en un tono medio burlón

—Estás muy tenso Kunikida... ¿Mí pobre compañero está estresado~? Pobrecito... el trabajo te tiene hecho polvo.— se rió un poco y el de lentes tenía ganas de matarlo en ese preciso momento..

—C-callate maldito desperdicio de vendajes...—

—¿Te gustaría un Masaje..~?— El rubio antes de poder reaccionar, negarse o siquiera responderle, las manos del castaño estaban trabajando, los dedos del chico apretaban sus hombros mientras que los pulgares hacían círculos suaves pero a la vez firmes sobre sus omóplatos, sacándole unos suspiros al más alto.

Dazai sabía exactamente lo que estaba haciendo y sabía que puntos tenía que masajear o tocar exactamente para sacarle esos suspiros.

Mientras el más alto sentía en sus músculos como se aflojaban al igual que unas tuercas nuevas... Aunque no lo iba a admitir nunca el estaba disfrutando Claramente de aquel masaje que le ofrecía el suicida.

—Deberias tratar de relajarte un poco, Kunikida— Le sugirió mientras el seguía con sus movimientos en los hombros, el se quedó viendo el pelo del idealista que estaba siempre atado en una coleta baja con una liga para el pelo color marrón, su pelo se veía muy suave y esponjoso y entonces se pregunto...

«¿Su pelo será tan suave como se ve?» «¿Su cabello olera a frutas?»

Ese tipo de preguntas rondaban por la cabeza de nuestro suicida favorito, no quería quedarse con la intriga y al final la curiosidad lo termino matando, le molestaba un poco la liga de cabello que su colega siempre usaba

«Apuesto 100.000 ¥ a qué le queda mil veces mejor el pelo suelto.»

entonces se la desató rápidamente y trato de acariciarle el cabello y se dio cuenta que si, efectivamente el cabello del idealista olía a frutas y también de que se veía mil veces mejor con el pelo desatado pero... No fue cuestión de segundos para que le pegaran un grito y le arrojaran una libreta de tapa dura en el rostro.

—M-me dolio... pero.. valió totalmente la pena... —.hablo dramáticamente y simulaba unas lágrimas falsas mientras se sobaba con una mano la nariz ya que justamente ahí le cayó la libreta de pasta dura.. aunque, no se arrepentía claramente de nada de lo que había hecho.

Kunikida por otro lado se volvió a atar el pelo en una coleta baja, trataba a toda costa de que Dazai no lo mirase a la cara ¿Porque? Se preguntaran... Porque estaba muy nervioso y un poco sonrojado eso era una de las razones por la cual le tiró con tanta fuerza a la cara la libreta.

Después de eso, Dazai se había puesto a cantar una canción sobre el suicidio cosa que ya era bastante normal.. Y por otro lado Kunikida estaba terminando con su informe que le había quedado pendiente, que lo termino en unos pocos minutos y después de eso abrió su libreta que cargaba con todos sus ideales, planes y horarios para cada cosa... los reviso y vio que había que salir de compras para cosas necesarias de su casa y una cuántas cosas que le encargaron a el para la ADA.

 los reviso y vio que había que salir de compras para cosas necesarias de su casa y una cuántas cosas que le encargaron a el para la ADA

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bueno, y así finalizamos este primer capítulo... Lo más probable es que quede olvidado este fanfic como el resto pero bueno, que se le va a hacer... ADIOS!! 💗

~Después De Cada Misión~ [Kunikida X Dazai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora