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Parte 2/3
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Narra Laena:
Salí de la escuela y note que ya no habian muchas personas en el estacionamiento, Bella no iba a poder venir por mi por estar con su vampiro/novio y Paul estaba haciendo sus rondas, comencé a caminar en dirección a mi casa.
Me sentía bien y en paz al pasar por el bosque, ya llevaba cuatro meses viviendo en Forks y a decir verdad todo iba bien ya había aceptado la noticia de la existencia de vampiros y hombres lobo, mi relación con Paul era buena, ambos nos complementabamos de unas manera que jamás creí. Con la familia de el novio de Bella aún no logro encajar, menos con el chismoso de Edward el cuál por alguna extraña razón, no me cae bien aunque yo sé que jamás nos habías tratado o hablado.
No faltaba mucho para llegar a mi casa cuando pasó por un lado de un coche negro, una chica peli-roja y un chico de cabellos castaño estaban afuera de él con la puerta de el cofre levantada, ninguno de los dos me tomó en cuenta al pasar así que seguí mi camino hasta que una mano en mi hombro me hizo sobresaltarme.
--- Perdón por asustarte --- me dijo la chica cuando voltee a verle.
--- No te preocupes --- dije mirando en dirección al coche, el rubio estaba recargado en el con sus lentes puestos y los brazos cruzados. --- ¿Puedo ayudar en algo? --- pregunte.
La peli-roja sonrió.
--- De hecho si --- dijo ella y dio otro paso para acercarse a mi. --- Necesito dejar un mensaje para los Cullen ---
Al escucharla decir eso mi corazón comenzó a latir desenfrenadamente, recordé que días antes había escuchado hablar a Sam sobre una peli-roja llamaba Victoria la cual estaba acechando a mi hermana.
