Capítulo 11

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Duramos horas en busca de Zak. En un principio, Tänpo y Kento creyeron que era mejor que fuera con los demás, cosa en la que Lalith y yo estuvimos en negativa, por lo que Lalith se fue con los chicos, y Tänpo, Kento y yo partimos en búsqueda de Zak.

En el camino atravesamos de nuevo el desierto, pero a mitad de este, estaba el deslizador, abandonado, de Zak, lo que nos dió una idea de que puede estar cerca.

-Tal vez esté con los Kiwuns. -Hice una sugerencia.

-En ese caso, vamos a dónde dices. -Dijo Tänpo. Kento solo asintió con la cabeza.

Los guíe hacía la aldea Kiwun, estando cerca pude escuchar la voz de Zak, por lo que emocionada, fui con rapidez al lugar, pero, al parecer, ni el rey Kiwun ni Zak nos escucharon llegar.

-Yo ya no soy un guerrero Sendokai. -Escuché decir a Zak una vez entramos.

-Te equivocas Zak. -Hablo Tänpo, a lo que Zak se dió la vuelta sorprendido. -Un guerrero Sendokai lo es para toda la vida. 

Salimos de la carpa de los Kiwun, para tener más "privacidad".

-¿Qué es lo que hacen aquí? -Dijo Zak

-Tienes que volver a participar en el Gran Torneo. -Tänpo acercó el mapa de Danima a Zak. -Sin ti, no podremos derrotar a Sidmodius.

-He dejado el Sendokai y... Y tengo nuevos amigos. -Dijo acariciando un ¿Coco?

-¿Un coco? -Pregunté extrañada.

-Eso es un coco. -Reclamó Tänpo. -Tus verdaderos amigos están luchando para salvar el mundo.

-No lo entiendes Tänpo, he puesto en peligro a la gente que aprecio, he dejado que Sidmodius se saliera con la suya, y, por mi culpa, Danima a muerto. Hice cosas horribles. Nadie va a perdonarme. -. Zak se arrojó al piso, por lo cual me acerqué con rapidez, abrazándolo un poco. Una vez que se calmó, hice que me viera a los ojos.

-Por mucho que lo digas, Danima no murió por ti, fue por Sidmodius, Zak. -Murmure limpiando sus lágrimas. -Además, no hay nada por lo que perdonarte, e incluso si lo hubiera, así como yo, todos te perdonarán, así como tú lo hiciste conmigo. -Sonreí un poco.

-¡He dicho que no! -Grito, a lo que me hice para atrás un poco sorprendida por el arrebato. Kento le quitó el mapa a Tänpo, arrojándolo a los pies de Zak.

-Eres un cobarde. -Dijo Kento molesto.

-Tú no sabes lo que es sentirse como un monstruo. -Reclamó Zak, a lo cual lo ví confundida. Era Kento, el ex Mariscal de los Zorn.

-Yo esclavise dimensiones enteras. -. Mi punto se aclaró. -Y aún así, a la gente que realmente le importo me perdonó. Sabés que tus amigos te perdonarán, la joven Noa es un claro ejemplo. Pero no es eso lo que te preocupa, ¿Verdad? Te culpas por la muerte de Danima, pero ella no está aquí para perdonarte, y tienes que vivir con eso.

-Yo solo quería ser un buen Hakuru.

-¿Qué haz dicho?

-Que yo solo quiero ser un buen Hakuru. -Dijo Zak limpiandose las lágrimas.

-¿En verdad quieres serlo? -. Zak asintió en respuesta. -En ese caso, acepta el dolor, y vuelve a luchar como Danima hubiera querido. -. Una pequeña lágrima cayó de mi ojo, la muerte de Danima aún es algo que me afecta. -Aunque para eso hay que ser valiente.

Fue de esa forma que Zak decidió hacer lo correcto. Al volver con los Kiwun, y aceptar, me ofrecieron que, de igual forma, me uniera al equipo. Sospechando que los chicos ya tuvieron su primer combate, decidí aceptar, después de todo, no me iba a quedar fuera.

Una Historia Diferente 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora