Tarde de conocí

Capitulo 02

Asher Orwald

Cuando eres nuevo te sientes un nervioso o avergonzado por poco te mira la gente, te miran tanto que llegas a pensar que tienes la ropa sucia, no soy suficientemente rico para estar en su nivel por la ropa que uso, por como hablo y por mil razones más que solo lo nuevos entenderán. Pero, este no es mi caso. No voy a negar que si me sentí nervioso cuando entré al salón de clases y todos me miraban con atención mientras habla, algunos se susurraban cosas y algunas chicas se rían a lo bajo, pero sé que todas estas miradas son de admiración por mi belleza que herede con orgullo de mi madre.

−Jóvenes, por favor mañana traer las bibliografías de esos autores –dice el profesor, pero ninguna de los que están en este salón la escucho por salir rápidamente del salón.

Y por fin se acabaron las clases, ahora tengo que buscar una actividad o clase extracurriculares (cosa que todos deben de estar obligatoriamente, ya que estas actividades te ayudan a encontrar tu talento; si es que eres una persona que no sabe que estudiar, o, darte a conocer más del tipo de carrera que elegiste). En mi caso, quiera conocer más o poner en practica mi talento como pintor (también como dibujante).

Salgo del salón de clases y me dirijo a mi casillero, al llegar a él, saco mi bulto de pintura y dejo mi mochila dentro del casillero, cierro este y al dar un paso atrás choco con alguien y me apresuro a darme la vuelta para ayudarla a recoger sus cosas que he dejado caer.

−Discúlpame, no te había visto venir –dije tomando su cámara.

−No te preocupes, yo también andaba distraída –dice ella y levanto su mirada así ella.

Observo determinadamente su aspecto, su pelo rojo con el flequillo crema, sus pecas y esos ojos azules intensos que me miran con curiosidad.

−Me llamo Nixie –se presenta ella con una sonrisa− tú debes el chico de intercambio, como te llamabas ¿Alex? ¿Axel...

−Asher, me llamo Asher

−Ah, sí, Asher. Es que tu nombre es algo difícil de pronunciar, y eso que no sé cómo escribirlo.

−Si... oye, ¿Me puedes decir en donde queda la sala de arte? Por favor.

−Por supuesto, ve sígueme –se pone su cámara y me hace una indicación para que la siga y lo hago.

El camino así el salón fue largo, pero Nixie me dice que esto es así cuando eres nuevo, pero luego de un tiempo te vas acostumbrándote. Durante el trascurso de nuestra caminata platicamos de algunas cosas, como; me explico cómo era la dinámica del Instituto, como eran los estudiantes, me menciono todos de actividades extracurriculares que se permite y que ella está conociendo el mundo de la fotografía, y que tal vez estudie eso.

−Ya llegamos –nos parama en una puerta grande de cristal.

−Gracias de verdad, te debo una –le digo regalándole una sonrisa abierta y ella de lo devuelve con los labios cerrados.

−De nada...

Y hay nos quedamos por un buen rato, no sabíamos que hacer, solo nos quedamos viéndonos y al otro como si fuéramos dos tontos enamorados.

Aunque...

Tal vez lo estamos...