ILIVIUM

7

Un par de años atrás.

–Tienes que ser más cuidadoso, Jungkook. Podrías lastimarte seriamente si sigues de esta manera.
Salió un poco de la ensoñación para observar a su doctor.
Llevaba un buen rato distraído en las decoraciones del lugar, trataba de enfocarse en lo que fuera menos su pie.
Estaba cansado a sobremanera, el concierto del día anterior lo había dejado molido y estaba arrepentido de no ir al hospital directamente, pues ahora estaba en su día descanso malgastando horas ahí sentado.
–No creo que te tomé mucho recuperarte, pero necesito tu completa disposición.
Con ayuda se levantó de la camilla, colocó unas simples sandalias en sus pies. Le dolía como la mierda, pero no quería levantar preocupaciones que perjudicaran su itinerario.

  De un tiempo para acá, el grupo se había convertido en el foco de atencion, no solo en Corea.
La inminente globalización estaba exprimiéndolos poco a poco, y si bien estaba contento; tanto trabajo estaba llevándole el paso, sentía la presión mas que antes, necesitaba dar todo de sí mismo en cada entrenamiento, concierto, photo shoot. La gente los observaba y el miedo de que su fama se transformara más en una racha de suerte que en una carrera establecida no lo dejaba descansar.

  Antes de salir dedico una reverencia a su mayor, trataba de conservar un aura respetuosa con su doctor de cabecera, a pesar de ser probablemente el que lo veía más seguido.
–No te presiones tanto, lo digo enserio.
Le dedico una sonrisa juguetona antes de asentir.
No había una maldita manera en que lo hiciera.

•

  Estaba acostado boca abajo en un llano que alguna vez fue verde, bolsas de arena y murallas de piedra desastrada adornaban el lugar, pudo escuchar un grito a la distancia. Miró a ambos lados antes de salir de su escondite, corrió con rapidez, podía escuchar los disparos a la lejanía, solo faltaba un poco más. Debía llegar a la capilla, una bala golpeó su costado pero no lo detuvo. Arrastrándose continuó, estaba a un par de metros cuando una mano bronceada le arrancó un auricular, solo un segundo de distracción bastó para ver morir a en manos alemanas al protagonista de su videojuego. Se llevo las manos a la cabeza, jalándose un poco el cabello. Llevaba horas ensimismado en aquel juego.
–Jungkook-ah! No vas a cree...
–Estaba apunto de pasar de nivel, idiota.
–Lo siento, pero es que necesito mostrarte algo – aun enojado por su derrota miro a su mayor, estaba buscando algo en su celular con rapidez, sus ojos se veían enormes. Y aunque se miraba muy lindo enfurruñado en lo que sea que buscara, no podía dejar pasarle algo así.

  Aprovecho la distracción de aquel para quitarse completamente sus audifonos y levantarse del computador.
Envolvió la cintura del contrario con un brazo, antes de levantarlo completamente en su hombro.
–Espera, espera. Esto es importante. – sintió su maños golpearle con poca fuerza la espalda.
Le dio una palmada a juego en el trasero antes de responder.
–Mi juego tambien, Tae.
Cuando el nombrado cayó de espaldas en la cama, observó la maliciosa sonrisa de su menor, un poco de miedo lo envolvió repentinamente, pero se esfumó al sentir unos dedos picoqueteandole los costados.
Y es que Jungkook lo conocía bien, las cosquillas eran con facilidad la manera mas sencilla de castigarlo.
–Esp- lo siento, lo sient– en su intento de separar a su atacante, le soltó un golpe justo en medio de la cara. Ambos se miraron con sopresa, tal vez había excedido un poco su fuerza, soltaron una carcajada casi al mismo tiempo.
Con pereza se quito encima del castaño, con la respiración alborotada por el ajetreo y una sonrisa decorándole la boca.
–Quiero enseñarte este monólogo. Dime que piensas.

  Aunque la situación fuera algo extraña, era parte de la normalidad que había entre ellos, Jungkook no se consideraba alguien expresivo o alguien que pudiese denotar su pensar fácilmente, pero Taehyung se empañaba en preguntarle todo el tiempo que opinaba, por mas insignificante que fuera.
El video estuvo bien, un padre abriendo su corazón con su hijo, lo que decían era lindo pero no entendía la conmoción del contrario.
–No entiendo.
–¿Que no entiendes?
–Bueno, el contexto. Creo que debería ver la película primero ¿no? O serie.
Taehyung hizo una pausa, fue rápido pero pudo notar como dudaba un poco.
–Es una película.
–¿Como se llama?
Y lo vio de nuevo, un poco más claro esta vez. La dubitación en su rostro. Taehyung era alguien que solía mirarte fijamente al hablar, asi que cuando noto como evitaba mirarlo, su mente comenzó a maquinar.
– Es... ¿pervertida?
Lo dijo mas para alivianar un poco el estado de su mayor, pero cuando vio su cara enrojecerse de apoco, sopesó la probabilidad de que si lo fuera.
Levantó las cejas, invitandolo a responder.
–Supongo que un poco, si.
–Bueno. Mándame un link.
Sin mas, se camino a su escritorio de nuevo. Tenia algunos asuntos que resolver.