El sabor.
Los sueños inútiles.
Eso era lo que amaba de un humano.
Esa mezcla de sueños inútiles que nunca se harían realidad, junto el sabor tan salado y dulce de una carne suave. Jugosa.
La sangre recorrer sus cuerpos, bajando lentamente en una escena tan satisfactoria.No podía evitar visualizar esa hermosa imagen, la caliente sensación de esos cuerpos unidos al cabo de unos minutos. Su garra lentamente cortando su pecho, en una herida que fue haciéndose más profunda.
La fuente del dolor y miedo que todo alterno desearía tener entre sus manos, era solamente delicioso pensar eso.Sus garras comienzan a enterrarse en el pecho, comenzando a despedazar la carne, viendo la sangre brotar con rapidez hacia afuera del cuerpo. Sus pulmones lentamente se detienen en el proceso. El corazón había dejado de latir en pocos minutos.
Tal vez lo mas satisfactorio de todo, era escuchar aquellos sollozos y gritos de dolor que solamente le generaban su motivo. Las lágrimas caen de su cara, mientras seguía despedazando el cuerpo.
Había algo divertido en ese pequeño detalle, los gritos de dolor que generaban un sentimiento tan dulce en su interior tan vacío.
Su mente era capaz de cambiar de víctima si así le deseaba. Visualizar diferentes imágenes con diferentes víctimas y escenarios incluídos.
Hasta que sintió inquietud por una imagen peculiar.
Sintió un poco de disgusto, sin saber la razón del por qué.
La imagen visualizada del castaño en el piso, su pecho perforado dejando ver las profundas y grandes heridas. Su cuello está lleno de cicatrices, los hermosos ojos marrones que tenía repletos de lágrimas.
La sangre brotaba por todas partes mientras suplicaba por piedad, o algo tal vez peor, suplicando para que lo matará en vez de seguir con el sufrimiento eterno. Escuchar su voz quebrada y sus ojos llenos de miedo interior por una criatura que no era Cesar, solo un mentiroso.
Esa simple imágen le causaba una pequeña inquietud, no podía imaginarse eso tan fácilmente.
Sus ojos se cerraron y finalmente comenzó a sacudir su cabeza lentamente. Plasmando su mirada en el suelo de madera, mientras seguía pensando con detenimiento lo que acababa de pensar.
Era estúpido.
Era su propósito y para eso estaba aquí, no debía de porqué sentirse de una manera tan rara a un insignificante ser que fue creado por accidente. así funcionaban las cosas, no debía de porqué sentirse mal.
No tenía que sentirse mal ni mucho menos tenía que estar mal.
En algun punto de la vida todos mueren, y eso era algo inevitable, solamente debía mantener su paciencia en juego y seguir tirando de las cuerdas. Va a tener una pequeña cena de lujo en algún futuro cercano.
"Cesar... Vamos cariño come, si no, la comida se va a enfriar."
Una voz lo saco de sus pensamientos, teniendo a la señora Torres a su lado ahora mientras Mark estaba desayunando, observo con cautela su plato. nada fuera de lo lugar. Era solamente tocino y huevos fritos, algo que no sabía exactamente si quería comer después de tener esos pensamientos.
Tal vez no era buena idea, pero meh, ¿Qué es lo peor podía pasar?
Los demás no lo llamaban curioso y molesto por nada.
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𝙔𝙤𝙪 𝙖𝙧𝙚 𝙣𝙤𝙩 𝘾𝙚𝙨𝙖𝙧 𝙩𝙤𝙧𝙧𝙚𝙨.
Fiction généraleCuando se vio al espejo, su silueta era lo único que podía maldecir por ser un monstruo. Su reflejo falso portaba todos los defectos correctos de un ser humano, al mismo tiempo, reflejaban todo lo que fue...todo lo que podía haber sido sin excepcion...