La primera cercanía

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Matthew ni siquiera se había dado cuenta de dónde estaba ni menos que Jiwoong seguía abrazándolo con fuerza. Estaban en un parque recostados sobre un árbol, en realidad él estaba recostado sobre Jiwoong, y este último sobre el árbol. Había dejado de llorar hace unos minutos, pero no había vuelto a la realidad hasta ese momento. Matthew se volteó, mirando a Jiwoong que lo observaba en silencio.

El mayor suspiró serenamente, sintiendo como la respiración ajena se acompasaba a la propia. Estaba preocupado, pero el menor no parecía cien por ciento consciente de lo que estaba a su alrededor. En ese momento Jiwoong deseó saber el lenguaje de señas, así sería mucho más fácil la comunicación, pero sin detenerse a pensar demasiado sobre el asunto deslizó su mano por los cabellos del bajito, lentamente, acariciándolo, reconfortándolo. La ausencia de palabras se suplía con la cercanía y calidez que le proporcionaba, se sentía especial el transmitir tanto sin decir nada.

Los minutos pasaron lentos, acompañando el estado de ánimo del bajito. Cuando este volvió a alzar su rostro, Jiwoong le sonrió, haciéndole sentir seguro.

"¿Quieres contarme que pasó?" escribió el más alto en la libreta que exclusivamente había delegado para mantener contacto. Matthew buscó en su bolso algo con que responderle, sacando uno de los cuadernos que llevó para las clases de ese día junto a un lápiz. Cuando Jiwoong vio qué era lo que estaba escrito en la hoja no pudo evitar reírse a carcajadas –cuatro líneas se cruzaban entre ellas formando un gran 'gato'-. Matthew le enseñó un mohín mientras se sentaba de rodillas frente al otro, y éste no pudo más que revolverle el cabello enternecido con aquella expresión. El castaño era la persona más adorable e inocente que había conocido.

'Soy experto en esto, no esperes que te deje ganar' escribió el mayor en una esquina de la hoja ajena, antes de poner una 'x' en la casilla superior. El bajito sacó la lengua, tal niño pequeño, y siguió el juego, que no duró mucho, porque Jiwoong se había encargado de ganar con sólo cuatro jugadas –Matthew estaba demasiado despistado como para entender la trampa que había hecho el otro-. Y dando el juego por terminado volvieron a la posición anterior.

Cualquier persona qué hubiera pasado por allí habría pensando que esos dos no eran más que una pareja disfrutando de la tarde. El más alto recostado sobre el árbol, el más pequeño sobre él, dándole la espalda y manteniendo sus piernas alzadas para el cuaderno, mientras garabateaban entre hoja y hoja.

'Jiwoong...' escribió de pronto el menor. El aludido presionó la mano que estaba entrelazada con la suya para incitarlo a seguir. '¿Por qué tienes un golpe?...bueno además del que mi hermano te dio' finalizó. 'No tienes por qué contestarme si no quieres...' agregó rápidamente al sentir como el cuerpo del mayor se tensaba ante su pregunta.

Jiwoong se relajó enseguida al leer aquella última frase y esbozando una sonrisa pidió el lápiz, que le fue rápidamente entregado. 'Fue por defender a mi hermana' escribió.

'¿Qué sucedió?' anotó Matthew en su propio cuaderno, movido por la curiosidad. El pelinegro se demoró en contestar, aún era algo delicado aceptar la situación. El castaño al notar esto y creyendo que había sido impertinente al seguir interrogándolo, volvió a tomar el lápiz en sus manos, comenzando a escribir. 'Perdón, no es de mi...' Pero no pudo continuar pues el mayor le arrebató la lapicera de sus manos, no dejando que continuara con la disculpa, negando suavemente con la cabeza.

'Está bien, no me molesta que me preguntes' continúo apoyando su mentón en el hombro del menor. 'Ella...' comenzó, pero enseguida tachó la palabra 'Voy a ser tío' finalmente escribió. Matthew no necesitó más para entender aquello y girándose sólo un poco besó la pálida mejilla del mayor, antes de tomar el lápiz y comenzar a escribir. Jiwoong demoró varios segundos antes de volver a la realidad, con la mano libre tocó su mejilla, sintiendo aún en ella el calor de los labios del chico. Sonrió dulcemente antes de volver su vista a la libreta.

Silent Words | mattwoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora