El primer año

70 19 8
                                    

"¡No se te ocurra volver a hacer algo como aquello! ¿¡Oíste!?" fue lo primero que oyó al llegar a su casa, y claro, no podían faltar la bofetada y las lágrimas de su hermana. "¿¡Cómo se te ocurre Jiwoong!? ¿¡Eres idiota o te haces!? ¿¡Estás loco!?" gritó nuevamente, abrazándose al menor; acongojada.

Jiwoong dejó que su hermana lo golpeara y abrazara sin oponerse. Sabía a qué se debía todo ese escándalo y no quería que Hyemi se agitara más de lo que estaba, por lo que sólo se dedicó a escuchar los reclamos de su hermana mayor e intentar reconfortarla. Cuando la mayor se cansó de golpearlo, él solo la abrazó más fuerte, escondiéndola entre sus brazos, arrullándola.

"No hay de que preocuparse. Estoy bien" la tranquilizó, agradeciendo que sólo estuvieran los dos. No quería ni imaginar cómo se pondría su madre cuando lo viera o cuando los hechos llegaran a sus oídos: Kim Jiwoong peleándose en plena calle con uno de los herederos más ricos de Corea, Choi Doyun.

El sermón sería doloroso.
.
.
.

Tuvieron que pasar al menos dos horas antes de que Hyemi lograra controlarse del todo, y Jiwoong no se atrevía a decir nada por miedo a que su hermana volviera alterarse, pero cuando logró calmarla y dormirla en su habitación, no dudó en volver a la suya y comenzar con lo que se había propuesto camino a casa. De todas maneras, sus padres no volverían hasta tarde.

Prendió la computadora y buscó en un cajón algunas galletas para sus lecciones. Lo primero que tecleó cuando su portátil estuvo listo fue 'Lenguaje de señas'.

_____

Su único compañero esa noche era el silencio, y no es como si no fuera el de siempre, era sólo que ésta vez el silencio parecía menos intenso de lo normal. Se giró una vez, mirando a la pared. Tan sólo le parecía increíble que alguien quisiera estar con él, aprender de él. Era... ¿cómo decirlo?, mágico.

Sonrió.

Parecía como si hubieran pasado años desde la primera vez que vio al pelinegro en la parada de buses, años desde que se dedicaron una sonrisa tímida, años desde aquel mal recuerdo, años desde el papel que llegó a sus manos. Jiwoong lo hacía sentirse especial.

Sonrió otra vez.

Cerró sus ojos, imaginando cómo se escucharía la voz del mayor. Un poco grave como su aspecto lo mostraba, profunda y clara. Entonces comenzó a dormirse y a pensar sólo en Jiwoong y él disfrutando juntos de un día soleado.

Incluso en sueños sonrió.

_____

No supo si habían pasado sólo segundos, minutos, horas o días desde que cayó frente a su computador, vencido por el sueño. Para él no fueron ni siquiera milisegundos, pero al parecer para su madre era suficiente, sino, ¿por qué debería estar gritando y golpeando su puerta de aquella manera?

Intentó una, dos e incluso tres veces hasta que logró despegar los ojos, desordenó un poco su pelo y limpió con el dorso de su mano un pequeño hilito de baba que le acababa de caer. Caminó semi-inconsciente hasta la puerta de su dormitorio, que por alguna razón, que en ese momento no recordaba, estaba cerrada con llave, y no alcanzó a decir palabra alguna cuando su madre se lanzó a él.

"¿Cómo es posible que hicieras algo como eso Kim Jiwoong? ¡Explícamelo! ¡Ese muchacho podría haber hecho cualquier cosa! ¡Podrían haberte llevado preso! ¡Mira tu rostro! ¡Tú no eres un muchachito que cause problemas en la calle! ¿¡Puedes explicarme cómo diablos se te ocurrió pegarle!?" gritó su madre enfadada. Jiwoong quedó asombrado de la rapidez con que su madre podía decir tantas palabras y fue hasta que su madre lo golpeó despacio en la frente cuando pudo reaccionar del todo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 20, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Silent Words | mattwoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora