La primera cita

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Cuando Matthew llegó de la escuela una sonrisa se había instalado en su rostro, las manos le sudaban levemente y el corazón le latía a un ritmo descontrolado. Abrió la puerta algo distraído, sintiendo de pronto unos brazos arrastrarlo hasta una habitación. Él sólo se dejó guiar.

"¿Y? ¿Cómo te fue? ¿Estaba ahí?" preguntó su hermano mientras sentaba al mayor en la cama. Matthew miró un punto en la nada, siempre sonriendo. Yujin arrugó el entrecejo, zamarreándolo un poco, logrando finalmente que su hyung le prestara algo de atención "¿Y?" preguntó otra vez, sin relajar su expresión.

"¿Y qué?" cuestionó el más bajito aún algo aturdido, el menor apretó los dientes, golpeando con algo de fuerza la cabeza del mayor. "Ya, ya, te contaré todo" expresó Matthew realizando las señas con sus manos más rápido de lo habitual, evidentemente emocionado con los hechos de ese día. Yujin tomó posición en el suelo y mirándolo expectante prestó atención a la historia.

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"Enserio me gusta..." dijo tomando entre sus dedos un mechón de cabello del bajito. Un fuerte color carmesí se apoderó de las mejillas de Matthew, y sintió su cara arder cuando Jiwoong dejó libre su pelo y acarició con dulzura su rostro, para finalizar en la punta de su nariz. "¿Estabas aquí desde hace mucho?" preguntó suavemente. Matthew negó con la cabeza fervientemente. Jiwoong le sonrió, pidiéndole con un gesto la libreta y el lápiz que descansaban en las piernas ajenas.

'¿Cuántos años tienes?' escribió con una pulcra letra y le entregó la libreta a Matthew, quién cogió otro lápiz de su bolso para escribir una respuesta '17, ¿y tú?', la expresión de Jiwoong no emitía sorpresa, más bien parecía estar confirmando lo que pensaba era obvio. 'Soy tu hyung...tengo 18' anotó el más alto. Sus miradas se encontraron por unos segundos, hasta que una señora, algo molesta tocó el hombro del menor de los dos.

"¿¡Cómo puedes ser tan irrespetuoso con tus mayores!?" reclamó la mujer, con mirada severa. Matthew frunció el ceño al no entender del todo la frase. "¡Estoy pidiéndote hace un rato que te corras y no ocupes todo el espacio!" lo regañó, y entonces Jiwoong intervino.

"Lo siento, es mi culpa" se disculpó levantándose del asiento "El no puede escucharla, lamento haber estado distraído y no haberme dado cuenta que nos estaba hablando" agregó, haciendo una exagerada reverencia. Matthew se paró de repente, botando de sus piernas su bolso con el cuadernillo y lápiz.

La mujer suavizó su expresión y entre avergonzada y confundida, respondió a la reverencia de Jiwoong. Matthew lo hizo enderezarse sintiéndose culpable por haber permitido que Jiwoong se disculpara -aunque ni siquiera había entendido porqué-, y le hizo algunas varias reverencias a la mujer que había tomado asiento, cuando se giró, Jiwoong estaba completamente erguido, con su bolso colgando de su hombro, y la libreta con el lápiz estirada hacia él. Matthew sonrió tímidamente.

"Siéntate" moduló Jiwoong, empujando por los hombros a Matthew, hasta que sus piernas chocaron con la orilla del asiento y cayó en él.

'¿Por qué pediste disculpas?' escribió Matthew apenas se recobró de la situación, mostrándole en alto el papel. Jiwoong sólo hizo un gesto de desinterés, encogiendo sus hombros. Matthew le miró desafiante, volviendo hacia él la libreta. 'No te hagas el tonto... ¿qué dijo la mujer?' agregó, volviendo a levantar la libretita. Jiwoong sonrió, tomando la libreta. 'Nada importante, enserio. Como sea, no quiero que vuelvas muy tarde a casa. ¿Cuándo te gustaría que nos viéramos de nuevo?, te invito un café el día que quieras' escribió, poniendo una carita al final de la oración, entregándosela a Matthew. El menor dibujó un pequeño mohín en sus labios al darse cuenta que Jiwoong no le explicaría la situación anterior, pero un sonrojo subió a sus mejillas al leer la última parte. '¿Te parece bien este Viernes después de clases?' anotó algo tembloroso. Cuando le devolvió la libreta a Jiwoong sus mejillas se colorearon aún más al ver como la sonrisa del mayor se ensanchaba. '¡Perfecto!' le mostró el mayor, y luego volvió a escribir. 'Tendrás que enseñarme el lenguaje de señas, me gustaría comunicarme más fluidamente contigo' agregó junto a otra carita. Los ojos de Matthew se aguaron levemente, y con el dorso de su mano se retiró las lágrimas.

Silent Words | mattwoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora