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John consigue varios objetos de oro para fundirlos en tanto Midnite y Kyung-won solo lo observan sus movimientos.
– ¿Cómo piensas acercarte lo suficiente para usar eso? – Le pregunta Midnite – La deben tener vigilada.
John guarda las balas que creo dentro de su saco – Los híbridos son más vulnerables cuando les cae agua bendita sobre la piel – ellos asienten ante lo que dice él – Y usando ciertos objetos como las cruces de Isteria pueden ser usadas incluso por personas no eclesiásticas para bendecir y santificar el agua común incluyendo la lluvia.
Kyung-won sonríe al escuchar el loco plan de John – Es algo arriesgado – y el asiático voltea a ver a Midnite – ¿Tienes varias de esas cruces?
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Luego de que John termina de prepararse llama por teléfono al joven Chas para que lleve a Kyung-won y a él al lugar donde tienen a la detective Dodson.
Midnite se despide de John diciéndole que espera verlo de nuevo, y cuando Midnite se voltea al asiático este solo le sonríe divertido – Por favor – y Kyung-won comienza a caminar a la entrada del bar – Sabes que eso no va conmigo.
[ 🚬 ]
Ellos entran al hospital después de que John obligara al joven Chas a marcharse ya aun él no está listo para esta clase de eventos.
– ¿Dónde crees que la tengan?
– Conociendo lo dramático que son los demonios – Lo voltea a ver Kyung-won mientras ambos continúan caminando por los pasillos – Deben tenerla en donde Isabel aterrizo luego de aventarse.
Ellos oyen diversos susurros provenientes del pasillo derecho – Lenguaje infernal – comenta John – Al menos ya sabemos a dónde ir – carga su arma con las balas de oro – Ya sabes que hacer.
– Lo sé – Kyung-won sonríe levemente – Te alcanzare en un momento.
Ellos se separan en ese momento, John camina por el pasillo de donde provienen los susurros y por su parte Kyung-won se dirige a donde están las calderas.
Al entrar al lugar busca la compuerta principal del agua que se utilizan para los aspersores de emergencia. Y al encontrarla la arranca de un tirón para tirar varias cruces dentro de esta.
Cuando Kyung-won termina su parte del plan sale de ahí para ir en camino a donde se escuchan tales susurros.
Y los aspersores se activan provocando que caiga el agua, Kyung-won sabe que John es el responsable de ellos asá que él apresura su paso para llegar al lugar de donde proviene un montón de gritos de dolor.
Antes de Kyung-won ingrese saca su espada y luego entra al lugar. Él sonríe al ver que llegó justo a tiempo para la acción.
John está disparándole a un motón de híbridos pero aún quedan algunos que intentan atacarlo por lo que Kyung-won comienza a degollarlos, cortándolos por la mitad, rebanándoles el torso, entro otras cosas.
Cuando terminan con ellos abren la puerta para entrar al área de la piscina donde ven un cuerpo flotando boca abajo, ambos se meten para sacarlo de ahí pero descubren que no es la detective sino un hombre hispano.
Ellos escuchan como algo sale rápidamente del agua, por lo que comienzan a buscar de qué se trata y ven a la detective quien tiene ojos blancos y una piel grisácea. Ellos sabe que se trata de otro ser en el cuerpo de ella.
– Mammon, siglos sin saber de ti – Comenta Kyung-won en tono burlón pero el nombrado se acerca a John para tomarlo del cuello para luego comenzar a ahogarlo.
Rápidamente Kyung-won la agarra del cabello para lanzarla fuera de la piscina y luego agarra a John de la cintura para sacarlo también de la piscina – ¿Estas bien?
– Con agua en los pulmones – John tose un poco – Pero aun respiro.
– Entonces vayamos por él.
Entre los dos sujetan el cuerpo de la detective para que John lo expulse de ella. El exorcismo sale bien pero al instante ella empieza a gritar asustada.
– ¿Qué sucede? ¿Angela? – ella se arranca la blusa, y ven lo que está pasándole y es que en su estómago se ve aun a Mammon.
– ¡Sáquenlo! – John vuelve a repetir las oraciones pero ambos son arrojados lejos de la detective y se estrellan contra la pared.
– Pequeño bastardo – Kyung-won con la ayuda de una silla logra levantarse para caminar hacia ella pero antes de tan siquiera logre levantar la espada algo o mejor dicho alguien cae sobre él.
– Tu ego es sorprendente – y patean la espada lejos de su alcance.
