Ariatne observaba su reflejo en el espejo, preguntándose cómo había llegado a este punto de su vida. A sus treinta y dos años, había dedicado la última década a una relación que no había llevado al siguiente nivel. Su exnovio, a pesar de todo el tiempo juntos, nunca quiso comprometerse y casarse con ella. Y ahora, después de muchas noches de lágrimas y reflexión, había tomado una decisión audaz: dejar atrás su vida y su país en busca de un nuevo comienzo.
El destino que Ariatne había elegido era Londres, la vibrante capital de Inglaterra. Había recibido una oferta de trabajo en una exitosa empresa de desarrollo de software, un giro inesperado en su carrera. Era una oportunidad emocionante y aterradora al mismo tiempo, pero Ariatne estaba decidida a tomarla.
Con su maleta llena de sueños y una mezcla de emociones en su corazón, Ariatne se despidió de su familia y amigos en el aeropuerto. La despedida fue agridulce, pero todos comprendían su necesidad de seguir adelante y buscar su propia felicidad.
Llegar a Londres fue como sumergirse en un mar de nuevas experiencias. La ciudad la recibió con su característica mezcla de bullicio y elegancia. Los rascacielos majestuosos se alzaban hacia el cielo, mientras las calles empedradas estaban llenas de vida y diversidad. Ariatne se maravillaba ante la belleza arquitectónica y la energía vibrante que la rodeaba.
A medida que se instalaba en su nuevo apartamento, Ariatne se daba cuenta de que estaba reconstruyendo su vida desde cero. Pero en lugar de sentirse abrumada, sentía una sensación de libertad y empoderamiento. Estaba decidida a aprovechar esta oportunidad para descubrir quién era realmente y perseguir sus sueños sin restricciones.
El primer día en su nuevo trabajo fue una mezcla de nervios y emoción. Ariatne se esforzó por conocer a sus compañeros de equipo, quienes la recibieron con amabilidad y camaradería. A medida que se adentraba en su nuevo rol, se daba cuenta de que había encontrado un ambiente estimulante y colaborativo, donde su talento y experiencia eran valorados.
En medio de su adaptación a la vida en Londres y a su trabajo desafiante, Ariatne hizo un descubrimiento revelador: tenía la capacidad de ser feliz por sí misma. Ya no necesitaba depender de la aprobación o el compromiso de alguien más para encontrar su propia plenitud. Había encontrado fuerza y determinación para forjar su propio camino.
Sin embargo, en lo más profundo de su corazón, Ariatne no podía negar la esperanza de encontrar un amor que estuviera dispuesto a caminar a su lado, compartiendo sus sueños y aspiraciones. Aunque había decidido dejar atrás su relación anterior, no había perdido la fe en que el destino pudiera tener reservada una historia de amor genuina y sincera.
Con el paso de los días, Ariatne se sumergió en su nueva vida en Londres, explorando los rincones de la ciudad y disfrutando de la compañía de sus nuevos amigos. Pero fue en su compañera de trabajo, Ava, con quien Ariatne encontró una conexión especial.
Ava era una joven ingeniosa y enérgica, con una risa contagiosa que iluminaba la oficina. Desde el primer día, Ariatne y Ava se encontraron compartiendo bromas y risas, formando una relación de complicidad instantánea. Juntas, descubrieron que tenían mucho en común: su pasión por el desarrollo de software, su amor por la música indie y su amor por los libros de fantasía.
Pronto, sus almuerzos se convirtieron en momentos de confesiones y risas interminables. Compartían historias de sus vidas pasadas, sus sueños y metas, y se brindaban apoyo mutuo en los momentos de duda o desafío. Ariatne se sentía afortunada de haber encontrado a alguien como Ava en su nueva aventura en Londres.
A medida que su amistad florecía, Ava también se convirtió en una aliada invaluable en el trabajo. Juntas, superaban obstáculos, intercambiaban ideas y se motivaban mutuamente para alcanzar nuevas metas. Eran un equipo formidable, y su camaradería se reflejaba en los resultados sobresalientes que lograban en su empresa.
Con el tiempo, Ariatne comenzó a sentirse más segura y cómoda en su nueva vida. Londres se había convertido en su hogar, y Ava en su confidente más cercana. Juntas, exploraron los rincones más pintorescos de la ciudad, visitaron galerías de arte y disfrutaron de conciertos en pequeños locales. La ciudad se volvió aún más hermosa a través de los ojos de su amiga.
Ariatne se dio cuenta de que su decisión de dejar atrás su vida anterior y embarcarse en esta aventura había sido una de las mejores elecciones que había hecho. Había encontrado a Ava, una amiga leal y auténtica, y había descubierto su propia fortaleza y valentía en el proceso.
Aunque la sombra de su relación pasada todavía se cernía sobre ella de vez en cuando, Ariatne sabía que estaba en el camino correcto. Había dejado atrás una vida de conformismo y había abierto las puertas a un futuro lleno de posibilidades.
Con cada nuevo día, Ariatne se levantaba con gratitud y entusiasmo. Londres se había convertido en su lienzo en blanco, donde podía trazar los trazos de una nueva historia llena de aventura y autodescubrimiento. Y con Ava a su lado, sabía que no había límites para lo que podían lograr juntas.
El primer capítulo de su nueva vida había sido escrito, y Ariatne estaba lista para continuar explorando las páginas que se desplegaban ante ella. Londres se convertiría en el escenario de sus sueños y en el lugar donde su amistad con Ava seguiría creciendo y fortaleciéndose, mientras se adentraban en un futuro lleno de promesas y oportunidades emocionantes.
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Un nuevo comienzo
Roman d'amourAriatne observaba su reflejo en el espejo, preguntándose cómo había llegado a este punto de su vida. A sus treinta y dos años, había dedicado la última década a una relación que no había llevado al siguiente nivel. Su exnovio, a pesar de todo el tie...