Ariatne contemplaba su reflejo en el espejo una vez más antes de dirigirse a la fiesta en casa de Ava. Había pasado semanas adaptándose a su nueva vida en Londres, y aunque se sentía cómoda en la ciudad, todavía había momentos en los que se enfrentaba a desafíos culturales y lingüísticos.
La música resonaba en el ambiente mientras Ariatne se adentraba en la bulliciosa fiesta. Rápidamente, fue envuelta por la energía de la multitud y los sonidos de conversaciones animadas. La casa estaba llena de risas y personas disfrutando de la compañía de amigos.
Ava la recibió con entusiasmo y la presentó a sus amigos más cercanos. Ariatne sonrió y se esforzó por participar en las conversaciones, pero a veces se sentía un poco perdida. Aunque su dominio del inglés era sólido, todavía se encontraba luchando con el sarcasmo y las frases típicas del lenguaje local. Algunas expresiones a menudo se le escapaban, lo que la hacía sentirse un poco desorientada en medio de las risas y las bromas.
Decidiendo tomarse un respiro del bullicio de la fiesta, Ariatne se dirigió a la cocina en busca de un poco de tranquilidad. Allí, se encontró con Jackson, el amigo del novio de Ava al que había conocido al comienzo de la noche. Jackson, un apuesto hombre con una sonrisa cálida, parecía igualmente abrumado por la agitación de la fiesta.
"¿Necesitando un momento de escape también?", preguntó Jackson con una mirada divertida. Ariatne asintió, aliviada de encontrar a alguien con quien pudiera compartir su desorientación.
Jackson y Ariatne comenzaron a hablar, encontrando una conexión instantánea a medida que compartían sus experiencias en la ciudad. Ariatne le explicó su amor por la arquitectura de software y cómo había llegado a Londres en busca de nuevas oportunidades. Jackson, a su vez, le contó sobre su pasión por la actuación y su búsqueda constante de papeles que desafiaran sus habilidades.
A medida que conversaban, Ariatne se dio cuenta de que Jackson entendía su situación de estar en un lugar extranjero. Él también había enfrentado desafíos al intentar establecerse en la industria del entretenimiento en una ciudad competitiva como Londres. Había momentos en los que Ariatne se perdía en la fluidez de su acento británico y en su encanto, pero Jackson se esforzaba por asegurarse de que ella entendiera cada palabra que decía.
Ariatne y Jackson descubrieron que compartían muchas cosas en común, a pesar de sus diferencias profesionales. Ambos amaban el cine independiente, disfrutaban de caminatas por los parques de Londres y encontraban alegría en la compañía de amigos. A medida que profundizaban en la conversación, Ariatne se dio cuenta de que había encontrado a alguien con quien podía ser ella misma sin temor a malentendidos o barreras culturales.
La fiesta continuaba en su apogeo, pero Ariatne y Jackson decidieron retirarse. Jackson se ofreció a acompañar a Ariatne a su casa, asegurándose de que llegara a salvo.
Caminaron juntos por las calles iluminadas de Londres, compartiendo risas y anécdotas en el camino. Ariatne se sentía agradecida por la compañía de Jackson, su amabilidad y su capacidad para hacerla sentir cómoda en medio de lo desconocido.
Al llegar frente al edificio donde Ariatne vivía, se detuvieron y se miraron a los ojos. Había una chispa de conexión entre ellos, una comprensión mutua que trascendía las palabras.
"Ha sido una noche maravillosa", dijo Ariatne con una sonrisa sincera. "Gracias por hacerme sentir tan bienvenida aquí."
Jackson asintió con calidez. "El placer ha sido todo mío. Eres una persona increíble y estoy agradecido de haberte conocido".
Los dos intercambiaron números de teléfono, prometiendo mantenerse en contacto y seguir explorando la ciudad juntos. Ariatne se sentía emocionada ante la perspectiva de una amistad que parecía estar tomando forma.
"Nos vemos pronto, Jackson", dijo Ariatne mientras se despedían. "Gracias de nuevo por esta noche".
"Nos vemos pronto, Ariatne", respondió Jackson con una sonrisa. "No puedo esperar para conocerte más".
Con esa promesa en el aire, Ariatne subió las escaleras hacia su apartamento. Su corazón estaba lleno de gratitud y anticipación por las nuevas oportunidades y amistades que había encontrado en esta ciudad vibrante.
Mientras cerraba la puerta detrás de ella, Ariatne sabía que su vida había tomado un giro inesperado pero emocionante. Había dejado atrás su antigua relación, pero en su búsqueda de una nueva vida en Londres, había descubierto mucho más de lo que había imaginado.
Con una sonrisa en su rostro, Ariatne se acostó en su cama, llena de expectativas y sueños por cumplir. Londres la había acogido con los brazos abiertos, y ella estaba dispuesta a hacer de esta ciudad su nuevo hogar, donde la amistad, el amor y la aventura florecieran en cada esquina.
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Un nuevo comienzo
Storie d'amoreAriatne observaba su reflejo en el espejo, preguntándose cómo había llegado a este punto de su vida. A sus treinta y dos años, había dedicado la última década a una relación que no había llevado al siguiente nivel. Su exnovio, a pesar de todo el tie...