Parte 62

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Sin darme cuenta Enrique estaba nuevamente presente en mi vida, las últimas dos semanas se había encargado de estar al pendiente de mí todo el tiempo, también habíamos tenido una que otra salida a comer y hasta habíamos ido al cine.

Definitivamente mi corazón no sentía lo mismo que cuándo estaba con Ovidio, pero, ya no estaba sola y mi padre estaba tranquilo por eso, poniendo todo en una balanza con Enrique tenía la libertad de poder ir a cualquier lado.

Analice todo en mi mente mientras estaba sentada en el escritorio del trabajo, hasta que el timbre de mi teléfono me distrajo.

Hola

Hola bonita, ¿Cómo va tu día?

Muy bien, gracias por preguntar¿Cómo va el tuyo?

Complicado, ya sabes mucho trabajo, por la noche tengo que ir a una cena de beneficiencia ¿Te gustaría acompañarme?

No lo sé...

Anímate, habrá buena comida y pinturas en venta, también buena compañía.

Está bien.

Perfecto, te veo a las 8 en tu casa.

Te espero

Sin decir más colgué la llamada, el garraspar de garganta de Mickey me tomó por sorpresa.

-No me habías dicho que sales con alguien.- reclamó.

- Casi no hemos podido hablar.

-¿Quién es?.

-Ay Mickey.- suspiré.

-No Fátima, no puede ser quien estoy pensando.

Comencé a fingir que buscaba algo en los cajones del escritorio, no podía verlo a los ojos.

- Bueno tú sabes lo que haces, sólo no olvides todo lo que te hizo.- camino a la puerta y se marchó.

Claro que no lo olvidaba, pero los últimos meses habían pasado tantas cosas en mi vida y tan fuertes, que comparando su engaño no era nada.

Terminé mi jornada y fui a casa a buscar un lindo vestido para la cena de beneficiencia.

Un vestido negro que nunca falla, con lentejuelas y espalda descubierta, pinte mis labios en color nude y resalte mis ojos con sombras fuertes.

- Te ves hermosa.- mencionó Enrique al verme.

-Gracias.- tomé su mano y subí al auto.

Él me cerró la puerta y rodeo para subir del lado del piloto.

- Nos la pasaremos muy bien.- sonrió y arranco.

No pasaron ni veinte minutos cuándo ya estábamos en la galería dónde se estaba llevando acabo la gala.

Nerviosa respiré profundo y esperé a que Enrique me abriera la puerta, tenía mucho tiempo sin asistir a estos eventos.

-Vamos.

Enrique abrio la puerta y ofreció su mano para que pudiera bajar, cómo siempre todo lucía elegante, decoración sutil y música tranquila.

Libertad- OGL 👑🐭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora