Parte 9

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Estaba tan entusiasmada y nerviosa porque la hora de la cita llegara, en el trabajo todo continuó normal.

- Fátima, estoy cansada, mis dedos arden.

- Lo sé, los míos también.- dije mostrándole el ampula que me había salido.

- ¿Continuamos mañana?.

- Por favor.- dije recostandome en el piso.

Acto que fue seguido por Samantha, quién soltó un leve quejido cuándo su cuerpo tocó el suelo, lo entendí, a mi también me había dolido la espalda.

- ¿Volveras con Enrique?.- preguntó de golpe.

- No,  le di muchas oportunidades y no habré otra más.- chisto.- ¿Qué pasa?

- Nada, sólo creí que regresarían, hacían bonita pareja y tenían tiempo juntos.- me encogi de hombros.- ¿Quieres ir a comer saliendo de aquí?

No podía, yo sólo tenía ganas de salir corriendo a mi clóset para saber que ropa me pondría, moría de ganas de estar con Ovidio, de sentir sus labios otra vez.

- Discúlpame, estoy muy cansada y sólo tengo ganas de darme un baño y dormir.

No le diría de mis planes, no después de haber escuchado que ella tenía un hilo de esperanzas de verme nuevamente con Enrique, guardar el secreto, por temor a ser juzgada por salir con alguien más a días de haber terminado una relación.

- No te preocupes, yo sólo lo decía porque no quería verte triste.

- Tranquila, para nada me siento así.- sonreí.

Después de terminar la jornada laboral me fui directo a casa, Lolita había dejado comida lista, pero no pude pasar bocado por los nervios, no podía concentrarme en nada más que él.

Llevaba horas en el vestidor pensado que ponerme, ¿Unos simples jeans, una blusa linda y tacones? O esto ameritaba algo más arreglado ¿Un vestido quizás?.

Era la primera vez después de años en que volvía a tener una cita, había pasado tanto tiempo que no sabía cómo actuar.

Me decidí por un vestido negro arriba de la rodilla, botas largas del mismo color y un abrigo color tinto.

El timbre de la entrada principal replicó, nerviosa y cuidadosamente baje los escalones hasta llegar a la puerta, respiré profundamente y abrí.

Al abrir la puerta me topé con su coqueta sonrisa, no estaba sólo, está vez venía acompañado de un arreglo de rosas rojas el símbolo del amor y pasión por excelencia.

- Buenos noches.- me tomó por la cintura y me acercó a él, dejando un beso en la comisura de mis labios.

- Hola.- respondí, llevé mis manos hacia su cuello y oculte mi rostro en el.

Al mismo tiempo que trataba de evitar que se diera cuenta que me había sonrojado, aspiraba el olor de su perfume, más bien era un pretexto para poder acercarme a él. Sus mano acaricio ligeramente mi cintura y sentí como depositó un beso sobre mi cabellera.

- Que guapa se ve, le traje un regalito, espero que le gusten.

- Gracias, me encantaron, son bellísimas ¿Me das un segundo?.- dejé el arreglo floral en la mesa del recibidor y volví a dónde el estaba.- ¿Nos vamos?.

- Nos vamos.- afirmó, tomando mi mano caminamos juntos a su auto.

Él me abrió la puerta del auto, yo entre, mientras lo rodeaba para subir al asiento del conductor lo observé de pies a cabeza, llevaba puesto un pantalón azul marino, camisa azul cielo, cinturón café y zapatos del mismo color. Su cabello ligeramente alborotado que hoy no estaba cubierto por su típica gorra.

Libertad- OGL 👑🐭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora