Mike Wheeler, un hombre de treinta años, se encuentra atrapado en una vida miserable y solitaria. Después de un doloroso divorcio, trabaja como conserje en un instituto lleno de adolescentes rebeldes y mal educados. Cada día se pregunta cómo llegó h...
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Mike abrió los ojos y, una vez más, se dio cuenta de que había cambiado de línea del tiempo. Ya no le sorprendían estos cambios, pero la confusión reinaba en su mente. Se preguntaba por qué estaba constantemente saltando en el tiempo sin haber dormido. No tenía respuestas para ello. Observó a su alrededor, dándose cuenta de que estaba fuera de su casa, en una habitación blanca. La visión era borrosa, apenas podía distinguir nada, excepto la blancura que lo rodeaba. Entonces, un pensamiento cruzó por su mente: ¿habría muerto o algo así?
Mamá, ¡Mike ha abierto los ojos!" pronunció una voz que no logró reconocer.
Repentinamente, un dolor de cabeza intenso lo atacó, haciéndole gemir de dolor. "Oh, por Dios, Mike, hijo, estás despierto", dijo una persona que conocía muy bien: su madre. Ella estaba profundamente conmovida por el hecho de que su hijo hubiera abierto los ojos y comenzó a llorar desconsoladamente.
Mike intentó hablar, pero su voz no salía. Tenía la garganta seca, como si no hubiera hablado en mucho tiempo. Una persona se acercó y comenzó a mover una luz frente a sus ojos.
"Mike, si me escuchas, mueve los ojos al compás de la luz", dijo una doctora.
Mike siguió la luz, aunque su visión continuaba borrosa. "Esto es un milagro", expresó la doctora.
Mientras tanto, Karen, su hermana, lloraba aún más fuerte. "Wow, por fin podré hablar con mi hermanito después de tanto tiempo", dijo con los ojos llenos de lágrimas.
Mike sentía dolor por todo su cuerpo y no recordaba absolutamente nada. Nunca antes le había sucedido algo así. ¿Había tenido un accidente? Tenía tantas preguntas sin respuesta. Intentó hablar, pero solo logró emitir sonidos extraños.
"No te fuerces, Mike. Pronto podrás hablar", le dijo la doctora. "Quiero informarte de que has estado en coma durante tres años desde tu accidente. Creíamos que nunca despertarías. No quiero forzar a tu mente a recordar, estoy segura de que tus recuerdos vendrán poco a poco".
Mike se sentía débil y extraño. Su cuerpo se había vuelto demasiado delgado, mostrando los huesos que antes estaban ocultos.
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