6. Con las manos en la masa

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Es domingo. Hoy la cafetería no abre, ni Miri va a la escuela. Todo está en silencio en la casa. Solo se oyen las olas del mar y el viento soplando en la mañana fresca y tranquila.

Kazuki está en la cocina de la casa leyendo la correspondencia sentado en la mesa. Le llegaron cartas de las deudas y las facturas, y otras cosas que pide por correo. Rei tiene promociones de consolas de videojuegos nuevas, Miri recibió revistas juveniles de moda y celebridades adolescentes, y él, una advertencia de que el puntaje en su tarjeta de crédito volvió a bajar. Se avergüenza un poco. Tiene que trabajar en eso sí o sí.

Oye los pasos de alguien subiendo por las escaleras de la cafetería hacia la entrada de la casa, sabe quien es. La puerta se abre y entra Rei cargando una caja de comida para gatos. No trae camisa puesta, solo usa unos pantalones de estar en la casa, de largo hasta las rodillas, el pelo suelto y unas chanclas. Estaba sirviendole comida a Morio. Va a la cocina y guarda la caja en la alacena.

Kazuki sigue en sus cartas y encuentra una que le preocupa. Una con un aviso en letra amarilla que dice que pronto le cortarán el servicio de la luz si no paga en la proxima semana.

Tiene que ir hoy y aprovechar que está libre. De vez puede ir a hacer las compras de inventario de la cafetería, ya se estan quedando sin algunos ingredientes para cocinar.

-Rei -se voltea cuando lo llama.

Rei está frente al refrigerador bebiendo jugo de naranja de un vaso de cristal y en la otra mano carga un sándwich.

Kazuki se olvida de lo que le iba a decir y se fija en la escultura que tiene al frente. No puede creer que en estos días se cumplirán dos semanas exactas de pareja romántica con Rei. Sea el tiempo que sea que lleven juntos, no procesa que está viviendo la realidad y no un sueño mojado de esos que te dejan con las ganas.

Rei lo está mirando, esperando a ver qué le va a decir, masticando un pedazo de su desayuno.

Kazuki se para de la silla y camina hacia su ahora novio. Sin decir nada se le acerca lentamente y lo abraza por la espalda, sus brazos abrazan el pecho de Rei y su nariz le respira en el cuello.

-Kazu... -Rei todavía no está acostumbrado a este tipo de afecto y a veces se siente raro.

Kazuki se lo pega más, apretando sus brazos y le da un pequeñito beso en el cuello.

A Rei casi se le cae su comida de las manos cuando se le subió el escalofrío que a la vez debilitó su cuerpo un poco.

-Rei... -Kazuki lo sigue besando desde abajo hasta arriba, también le da un beso en la oreja y en su hombro. Sus manos bajan del pecho de Rei y empiezan a sobar su torso -... Quiero tocarte.

Rei respira y cierra los ojos, su sándwich se le cae al suelo y pone su jugo en la mesa antes de que se le caiga también.

-Kazuki, Miri podría vernos.

Todavía no han hablado con Miri. Pensaban hacerlo inmediatamente después de lo que pasó en la azotea, pero élla lleva varios días de un humor un poco hostil y casi no quiere hablar con nadie. Algo de tener que hacer sola una tarea de la escuela la tiene estresada y no hace más que estudiar.

Kazuki y Rei no quisieron añadirle más peso a su situación. Además de que no saben como tomará la noticia. Decidieron dejar esa conversación para otro momento más tranquilo.

Kazuki sigue con los besos en el cuello y el toqueteo. Rei trata de quitarselo de encima de manera sutil, no quiere ser un gruñón baja pasiones. Pero a la misma vez le gusta lo que le están haciendo; solo que ahora no es el momento.

-Kazuki, por favor -su piel se eriza cuando siente una lamida en la parte de atrás de su cuello
-Mmh -Suelta un pequeño gemido que le prende las hormonas a Kazuki.

Limpiando La SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora