a BUNGŌ STRAY DOGS fanfic ¡!
-@MGGBBRAE
❝ ━━Pero, tú haces lo que te gusta, deberías ser feliz.
━━ Tú no sabes nada sobre mí. Ellos sólo me ven como a un trozo de carne que repartirse, tomando tr...
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A la mañana siguiente, Chūya despertó en la cama de Dazai, revuelto entre las sábanas. Se sorprendió al notar que el castaño no estaba allí, por lo que se levantó y se fue en dirección al salón mientras bostezaba.
—Buenos días, Bello Durmiente—dijo Dazai desde una de las sillas de la mesa del salón. El castaño llevó una taza de café a sus labios para beber y miró el líquido con una mueca—. Le falta leche, está muy amargo.
Chūya rió levemente y se acercó a la isla de la cocina, donde se subió para sentarse en ella.
—Buenos días, Dazai. ¿Has dormido bien?
—Sí, he dormido bien. Aunque apenas haya podido moverme debido a que alguien estaba dormido apoyado en mí—respondió el castaño con una sonrisa de picardía mientras hacía énfasis en la palabra "alguien".
Los colores subieron al rostro de Chūya, quien apartó rápidamente la mirada. Aquello hizo sonreír a Dazai, quien se acercó al cantante y tomó su rostro entre sus manos. Eso sí, con una rebanada de pan en cada mejilla.
—Tampoco ha sido para tanto, Chibi, no pongas esa cara. Si no, serás un sándwich de mermelada de fresa.
El cantante rió debido a la broma del castaño. Se bajó de un salto de la isla y miró la cafetera, que aún tenía café en ella. Se sirvió un vaso y se lo bebió de un trago, sorprendiendo así a su acompañante.
—¿Te lo bebes sin ponerle leche o azúcar? Qué asco—replicó Dazai mientras hacía una mueca.
Chūya sonrió antes de contestar:
—Siempre me lo bebo sin nada, así me despierta más por las mañanas cuando tengo que ensayar—el cantante cayó en la cuenta de algo, por lo que se giró a mirar a Dazai y le dijo—:¡Hostia, el ensayo de hoy! ¿¡Qué hora es!?
El pelinaranja se giró a mirar el reloj de encima del frigorífico; éste marcaban las diez y media de aquella mañana de sábado.
—Mierda, el ensayo es a las once, voy a llegar tarde—maldijo el cantante.
Dazai tomó de la muñeca a Chūya y lo arrastró a su dormitorio.
—Tu ropa de ayer sigue mojada, ya vendrás a por ella después—dijo el castaño mientras rebuscaba entre unas pilas de ropa vieja que tenía en su armario—. No creo que el gran Chūya Nakahara y yo tengamos el mismo estilo de ropa, pero creo que podría prestarte algo para el ensayo, y ya después volverás a por tu ropa.
El dependiente sonrió mientras le tendía unas prendas de ropa a Chūya.
—Si te apresuras para cambiarte, aún llegamos a tiempo de hacer el ensayo.
El cantante sonrió de forma genuina y tomó la ropa que Dazai le ofrecía, para después dirigirse al baño para cambiarse de ropa,
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