𝙀𝙣𝙖𝙢𝙤𝙧𝙖𝙩𝙚 𝙙𝙚 𝙢𝙞 𝙖𝙡𝙢𝙖 𝙥𝙞𝙧𝙖𝙩𝙖 ☠ [𝙈𝙖𝙞𝙩𝙖𝙠𝙚]

「𝙿𝚞𝚎𝚛𝚝𝚘」

A los ojos del príncipe se empezaban acercar a una forma rocosa que sobresalía en el mar, desde lo alto de la vela un joven de lentes gritó
—¡Tierra a la vista!— comenzando un constante movimiento en el lugar por parte de los tripulantes, Mikey salió de su recamara junto a Draken, dirigiéndose a proa dando distintas ordenes, el movimiento empezó a marear a Hanagaki, terminando en ser jalado del brazo por Hakkai y llevándolo a la habitación que se les dio, ahí ya se encontraban Nahoya, Souta e Inui

Al poco tiempo Baji entro con Chifuyu del brazo, lanzándolo dentro, mientras caí encima de su compañero

—Hakkai cuídalos y no los dejes salir— ordeno de manera firme con un brillo rojo en sus ojos, Hakkai asintió serio, cerrando bien la puerta y viendo a los chicos que estaban confundidos ante todo

—Que sucede ahí afuera?

El peli azul señalo hacia la pequeña ventanilla de la recamara, logrando captar su atención, aun siendo una vista muy corta, se notaba como el mar empezaba a ser cubierto por neblina en tonos purpuras oscuro, el sonidos de pasos en la cubierta ceso, como si el lugar estuviera deshabitado mientras era remplazado por campanas entre algunos gritos de alerta pertenecientes de la isla, no pudieron ver más, cuando toda la neblina cubrió la ventanilla

El barco se detuvo, empujando a todos contra el piso, Hakkai hizo una señal de silencio un su dedo para señalar al techo y poder escuchar los ahora pasos con misma dirección, tras ello se escucho el sonido de la arena como si algo cállese sobre ella, Hanagaki no pudo aguantar la curiosidad, yendo a la ventanilla y tratar de ver más, la neblina empezó a bajar en esa zona, lo que vio después lo dejo inmóvil casi soltando un grito de no ser por que el peliazul de cicatriz le jalo tapándole la boca

—Lo se . . . da miedo y asco pero no te atrevas a gritar — dijo en un susurro 

Los demás chicos se levantaron en silencio para ver que logro asustar tanto al rubio menor, sus ojos se abrieron de golpe, tapándose la boca con sus manos, la arena blanca se encontraba manchada de un fuerte carmín, mientras un hombre abrazaba el cuerpo de una mujer y la devoraba sin piedad, Nahoya estaba pálido y Hakkai sabia la razón, era el único que sabia de los encuentros nocturnos entre el algodón naranja y el trenzado

—Es su instinto . . . no podemos hacer nada — volvió a susurrar

—Sabíamos que vivían de la s-sangre de otro- . . . p-pero nunca lo vimos de cerca — Inui respondió tembloroso en un susurro —A-sí m-m-ataron a mi h-hermana —sus lagrimas salieron aguantando las ganas de gritar, Chifuyu lo abrazo con fuerza, conociendo muy bien su dolor

—Yo . . . lo siento mucho, pero no podemos hacer nada por ellas

—Porque? porque no podemos acabar con estos monstruos? — Souta ahora dirigió la palabra mientras abrazaba sus piernas y escondía la cabeza entre ellas