-Lo siento Freen -una de sus manos sostenía la perilla de la puerta y en la otra una maleta, había estado llorando, tenía los ojos rojos e hinchados -Lo siento tanto -repetía una y otra vez, me sostuvo la mirada por un momento, pero eso fue todo.
El...
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"Llora corazón que mañana tenemos que estar bien"
*** Flash back***
Jade lloraba desconsoladamente tenía los sentimientos alborotados y ni que decir de las hormonas.
Comencé a acompañarla en su llanto, sentía los ojos pesados e hinchados, mi cabello estaba despeinado, no había dormido nada en la madrugada, no pensé que sería tan agotador.
—Déjame ayudarte —La mamá de Freen agarro a Jade y por fin pude respirar.
—Muchas gracias —me sentía rara con su presencia, no sabía cómo actuar.
—Freen, salió temprano a ayudar a su padre con el negocio — habló—Tranquila, te voy a ayudar —sonrió
Estaba agradecida mientras la señora Chankimha se fue con Jade, tenía un tiempo libre para poder ordenar a habitación que ocupaba, subiendo las escaleras oí el timbre de la casa, me di media vuelta e intenté arreglar mi cabello para poder tener un mejor aspecto y la persona del otro lado no se espantara.
Al abrir las puertas mis dos padres estaban presentes, mi papá con su traje y mi madre con esa elegancia que la caracterizaba.
—Adelante —hable con voz temblorosa.
Ingresaron a la casa y miraban absolutamente todo, sabía que estaban juzgando cada cosa que veían, Mi padre hizo el ademan de sentarse, mi madre copio su acción.
— ¿A qué se debe su visita? —pregunte dolida.
Mi padre carraspeo —Vinimos a darte una segunda oportunidad —dijo serio, mis ojos se iluminaron, extrañaba mi hogar, mi familia, extrañaba mi habitación, mi casa era grande, la habitación de al lado estaba vacía, podría ser bueno para Jade.
— ¿Enserio? —Pregunte ilusionada —Podría volver a casa — No quería ser malagradecida, pero me sentía un poco extraña en esta casa, habían pasado tantas cosas.
—Eres más que bienvenida— dijo mamá
—Tendría que esperar a Freen para comentárselo, estará feliz, aunque extrañara a Jade.
—Cariño —mi madre se acercó y puso una mano encima de la mía —Eres muy joven para tener una hija —la mire confundida, eso pensaba en un principio, pero estaba completamente enamorada de mi hija, ella era mía, un ser hermoso que había salido de mí.
—Mamá —murmure incomoda —hablan como si estuviese embarazada, ya la di a luz, tienen que conocerla, es preciosa, un ser perfecto —intente que razonaran, pero mi padre negaba con la cabeza.
—La llevaremos a una casa hogar, he hablado con unos contactos, estará bien, vivirá bien, no le faltará nada —
—Le faltara su madre —reclame sin poder creerlo —le faltare y es algo que no estoy dispuesta a hacer — refunfuñe.
