El corazón me martillea en el pecho mientras un millón de pensamientos recorren mi mente.
— (¿Será lo que pienso? ¿El ascenso? ¿Qué otra cosa podría ser?)
Chillo y salto por la habitación. Mis celebraciones podrían haber durado una eternidad... pero cuando escucho abrirse la puerta principal, me quedo helada.
— (Jimin)
Me doy cuenta de que, si tengo razón y mañana me ascienden...
— (... Él estará destrozado)
Por mucho que quiera el ascenso para mí, no puedo evitar pensar en la reacción de Jimin.
— (Me sentiré horrible. Pero ese es el precio de competir)
— Mmm... ¿interrumpo algo?
Me doy cuenta de que, en mi alboroto, agarré una almohada de la cama y la abracé contra mi pecho. Entonces la vuelvo a tirar en la cama.
— Nop. Solo la estaba... ablandando.
Él asiente como si mi excusa tuviera mucho sentido.
— Pensé que irías a casa de Stevia.
— ¡Ah! Sí. Tuvo una sesión de bádminton de última hora.
Antes de que pueda seguir preguntándome, cambio de tema.
— ¿Cómo estuvo tu cita?
Jimin se desabrocha su reloj y lo deja en su mesita de noche.
— Estuvo bien.
— ¿Eso es todo? ¿Solo "bien"?
Él se desabotona el traje.
— Seh. Pero estoy agotado. Solo puedes escuchar la diferencia entre las uñas de gel y las acrílicas por cierto tiempo, ¿sabes?
Antes de que pueda responderle, Jimin se va a la ducha. Me siento en la cama y frunzo el ceño.
— (Parecía muy aburrido. Por muy guapa que sea Haley, quizás no sea tan interesante. Tampoco me gustaría debatir sobre el esmalte de uñas)
Decido no pensar más en ello. En su lugar, me pongo la pijama, apago la luz y me meto bajo las sábanas. Estoy en el extraño lugar entre la conciencia y el sueño cuando Jimin se une a mi. Su cuerpo irradia calor contra el mío y me recuerda lo que pasó hace unas horas.
Mis mejillas se ruborizan al recordarlo. Las sábanas de seda, con Jimin encadenado debajo de mí... Él debe estar pensando lo mismo, porque murmura mí nombre en sueños. Me volteo para mirarlo y veo que una pequeña sonrisa se dibuja en su cara. Y gime con suavidad. Cuando algo duro roza mis caderas, jadeo.
— (Está soñando conmigo)
O, más concretamente, con nosotros. Y no puedo culparlo. El sexo que tuvimos me dejó con ganas de más... y me doy cuenta de que esta es la oportunidad perfecta para el segundo asalto.
Jimin vuelve a susurrar mi nombre mientras considero la mejor manera de despertarlo. Entonces, se me ocurre una idea. Me quito el pijama en silencio. Él sigue murmurando en voz baja mientras yo subo la sábana para cubrir mi cuerpo. Respirando profundo para calmar mis nervios, me acerco.
Mi mano se posa un momento en el pecho desnudo de Jimin... y luego me muevo hacia abajo. Sus párpados se agitan cuando llego a su ombligo. Lo llamo con suavidad mientras mi mano llega al borde de sus bóxers. Los ojos de Jimin se abren ligeramente... y sonríe. Lo tomo como una luz verde para seguir bajando. Cuando mi mano roza su bulto, se aprieta contra mí. Mi mano se desliza por debajo de sus bóxers para agarrar su miembro. Él está totalmente despierto y concentrado en mí. Provoco su longitud aterciopelada con un suave halón.
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─ ❛ ❀;; ɪɴϙᴜɪʟɪɴᴏs ᴛʀᴀᴠɪᴇsᴏs ₊˚.༄
RomanceEl apartamento soñado por Ingrid solo viene con un pequeño inconveniente: un tipo insoportablemente sexy. ◈ Inquilinos traviesos; pjm [fanfic] ➻ Heterosexual. ➻ Portada: plantilla obtenida de Canva. ➻ Historia: adaptación, la original se encuentra e...