Capitulo 1

32 9 7
                                    


Capitulo 1.

Y de pronto, me vi a mi misma escapando de todo lo que tanto me costó formar, y en ese preciso momento me arrepentí tanto de pensar que podía confiar en un Lauder, los cuatro condenados eran igual de desastrosos, y me obligué a escapar.

Todo estaba increíblemente genial, y de un momento a otro, ¡Chaz! me vi cogiendo la llave de mi bolso y caminando a rayar un Lamborghini Aventador SVJ Roadster blanco, oh, por cierto, soy Megan Miller, y, déjenme retroceder un poquitín.

Vivo en California, y realmente me gustaba allí, llevaba una buena vida, regular, no era la típica niñata dueña del instituto o algo por el estilo, pero tenia un buen grupo de amigos, y un padre que me amaba, era todo lo que me hacia falta. Estaba en mi último año, por fin iba a poder centrarme en mi futuro y dejar atrás la vida de niña, un día todo era genial, al otro mi padre dijo que debíamos mudarnos a Las Vegas, ya que allí lo esperaba su nuevo socio, Oliver Lauder, dueño de una empresa que estaba en necesidad de la colaboración de mi padre, estaba realmente emocionada, la idea de terminar el instituto con gente que no conocía me llenaba de ilusión.. solo bromeo, lo detestaba. a lo mejor debería de intentar comprender que podría ser una llave al futuro obviamente exitoso que tanto deseaba que me esperara, estaba despidiéndome de los muebles vacíos de mi habitación, en cuanto escuche a mi padre gritarme desde la sala

—¡Megan Isabella Miller! —Mi padre adoraba llamarme por mi segundo nombre, el sabia perfectamente que me fastidiaba, pero supongo que esa era la intención— ¡Si no estás aquí en veinte segundos te aseguro que iré a las increíbles Vegas sin ti!

No demoré ni dos segundos en ponerme de pie e ir a subirme al auto, agarré mi mochila con provisiones, la foto de mi mejor amigo de la infancia y me subí al auto que ya tenía mis maletas dentro, vaale, a lo mejor una pizca de ilusión me hacía ir, no pueden negar que era una ciudad increíble.

Eran al rededor de ocho horas, mi papá me comentó que su socio nos propuso quedarnos en su hogar hasta que los negocios que tenían en conjunto salieran bien y pudiéramos comprar nuestra propia casa, mi padre mencionó que era muy importante que me comportara para dar una buena impresión y no tener que volvernos en menos de un mes por mi culpa, vale, lo intentaría, pero no había mucho que pudiera hacer, era de la forma que era y no podría evitarlo.

El viaje fue largo, me dediqué la mayor parte del tiempo en ver como dejaba mi ciudad atrás, si no fuera yo, incluso creería que una lágrima recorrió mi mejilla al ver todos mis recuerdos irse alejando al paso del carro, una parte de mí creyó que era lo mejor de deshacerme de recuerdos no tan bonitos allí y tenia razón, mis amigos me habían despedido con una linda celebración el día anterior, ya que no podrían presentarse cuándo me iba, me puso algo triste pero los entendía, estaban ocupados.

—Meg.. despierta cielo —Mi padre me sacudió suavemente con una mano en un intento de revivirme de mi siesta— Estamos a punto de llegar, es hora de que te despiertes.

—De mala gana abrí los ojos cuándo vi que entrabamos a un conjunto residencial. —¿Es aquí? —No pude evitar la sorpresa de mi tono de voz, era evidente que esperaba más poca cosa.

—Te dije que mi socio era adinerado, si todo sale bien, y con suerte, nos echaremos una casa aquí. —Mi padre sonaba realmente feliz, me gustaba que esté así, y no quise ser yo quién apagara esa emoción, así que asentí con la mejor sonrisa que pude sacar y me quedé en silencio.

Unos minutos mas tarde, llegamos a una que parecía la mejor casa de el conjunto, mi padre dejó el auto al lado de otros seis coches que eran de alta gama, y cuando levanté la vista, no podía creer lo que estaba viendo, era una casa de, al parecer dos pisos, la mayor parte de el conjunto residencial estaba rodeado de algo así como un lago que se separaba por unas vayas de concreto blancas, la casa que parecía una isla paradisíaca era de un tono muy claro de marrón con cada columna, e incluso detalles blancos, tenía una entrada con una puerta pesadisima de tres metros que parecía de roble, pero no estaba segura, no había entrado, pero me imaginé lo lujosa que debía ser, estaba completamente absuerta por mis pensamientos hasta que mi padre rompió mi burbuja.

Were  ̶y̶o̶u̶ WE done.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora