𔓕 . O22 (Final)

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El cielo generaba un gran resplandor con su característica coloración azulada gracias a la atmósfera

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El cielo generaba un gran resplandor con su característica coloración azulada gracias a la atmósfera. Él púrpura caminaba entusiasmado sobre el camino pavimentado, casi feliz de su alrededor. Daba saltitos como un infante paseándose por un parque de diversiones.

—No luces emocionado ¡Es un buen día! Anímate, estás raro —el morado detuvo su recorrido, volteando a ver al que tenía atrás suyo siguiendo su paso, formando lo que parecía un puchero forzado.

—Admito que es un buen día —expresó un sujeto alto de cabellera anaranjada—. Él que está raro eres tú —señaló el naranja—. ¿Quién diablos puede caminar con tanto entusiasmo luego de aquel día? Juraba que ayer solo pedías mi ayuda para levantarte.

Espetó aquellas palabras con ironía y una pizca de malicia pura. Su objetivo era obviamente molestar al jóven violáceo y tuvo éxito, porque este se puso rojo de la vergüenza, arrugando su ceño mientras su rostro subía las temperaturas.

—¿Qué diablos? No era necesario recordarlo ¡Supéralo! —exclamó atacado por aquellas palabras, lo hacía sentir nervioso y acorralado—. Algún día vas a ver, yo tomaré el control.

Aquellas palabras salieron con tanta seriedad que juró que el naranja estaba por tirarse al suelo y morir de la risa.

—¿Tú? ¿Dominar? —se burló con una mirada incrédula, listo para soltar un malabares de pura burla de lo absurdo que eso sonaba para él—. ¡Por favor! Incluso estornudas cómo un gatito.

—No es... —antes de siquiera terminar la oración una alergia demasiado misteriosa lo atacó y estornudó de manera tan aguda que pareció un zancudo.

Orange comenzó a reír sin parar, Purple era extremadamente adorable y gracioso a la vez, era como un gatito intentando rasguñar con aquellas garras diminutas. Juraba que su vida pasaba por sus ojos por la falta de oxígeno de tanto soltar carcajadas.

—Esto es puro deleite —se mofó King.

Purple sólo alcanzó a soltar un quejido ruidoso, casi como un gruñido. Se hartó de discutirlo y siguió andando. Dándole la espalda a ese bastardo.

—Oye tranquilo, solo bromeaba —siguió su paso, intentando extinguir esa sonrisa de sus labios que delataba su tono burlesco.

El bajito no respondió. Siguió su paso haciendo berrinche adolescente de no dirigir la palabra, como si no estuviera ahí.

La sonrisa del rostro del naranja la abandonó hasta que nuevamente se iluminó con una idea grandiosa.

Se acercó hacía Purple por detrás y sin previo aviso dirigió sus manos hacía los costados de su abdomen para empezar a hacerle cosquillas con la yema de sus dedos.

—Pero qué... ¡OYE PARA! —el morado se entremeció y comenzó a carcajearse desesperadamente intentando liberarse. Eran tantas cosquillas que comenzaba a doler.

two flowers . one love ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora