El Clan de la Luna y el Clan del Sol llevan siglos siendo enemigos a pesar de que nacieron para complementarse.
Kang YeoSang es el heredero de la tribu de la Luna.
La perfecta imagen de la rectitud, seguridad y el poder mismo en una persona.
Siempre...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La mañana estaba siendo tranquila y placentera.
Como su rutina de todos los días, se vistió con ropas holgadas y lisas que lo abrigaban de la humedad del ambiente, por un día, decidió tener la paciencia suficiente para ponerse una coleta, sin darle tanta importancia a qué algunas hebras se saliesen hasta tocas sus pómulos.
Cuando llegó al gran salón, vio a dos de sus hermanas ya sentadas y esperando a los demás, sorprendiéndose al ver a su melliza allí.
ᅳ Buenos días ᅳ saludó con una sonrisa mientras arrastraba la silla hacia atrás, sentándose en esta.
ᅳ Buenos días, YeoSang ᅳ YuRi contestó con felicidad ᅳ Estás muy guapo, como siempre.
Aunque estuviese acostumbrado a aquel tipo de comentarios, nunca lograría sentirse cómo al completo por estos, no le parecía mal, simplemente se volvía tímido aunque estos viniesen de parte su hermana mayor ᅳ Me alegra que estés aquí, DoYeong.
Decidió cambiar rápido de tema antes de que la morena hiciese alguna gracia con sus mejillas que se habían puesto rojas.
ᅳ No estoy por gusto ᅳ arrugó sus labios en disgusto, llevando su mirada hacia los ojos del príncipe ᅳ Si estoy aquí es porque madre dice que tiene algo importante que comunicarnos.
No era un secreto la enemistad que tenía la tercera princesa con su familia, sobre todo con la mayor de todos.
YeoSang no supo contestar, sólo agachó la mirada como hacía siempre que la chica le contestaba con frialdad, él sólo trataba de ser dulce con su melliza. Echaba de menos cuando eran carne y uña.
Agradeció la aparición de su hermano, haciendo ruído como siempre para asegurarse de que lo miraban a él.
ᅳ Que tensiónᅳ intentó bromear YooJung, cuando se sentó en su silla correspondiente, dejando que los criados llenasen su copa pequeña de zumo ᅳ Se palpa.
ᅳ No es el mejor momento.
ᅳ Nunca lo es ᅳ contestó el pelinegro mirando a un punto fijo, algo incómodo.
Las grandes puertas se abrieron dejando ver a la elegante mujer, impoluta como siempre, sin expresión y viendo al frente, mientras los hermanos se levantaron de sus asientos para hacer una leve reverencia justo como los sirvientes.
ᅳ Siéntanse, por favor.
Acataron la órden, mientras el alimento comenzaba a ser puesto sobre la mesa, DoYoung y YooJung no esperaron a que estuviese colocado todo, alargaron sus manos para coger todo lo que les viniese en gana.
La reina suspiró derrotada, después de todos esos años, dos de sus hijos aún parecían ser ajenos a lo que era tener modales.
ᅳ ¿Por qué nos solicitó sólo a los cuatro? ᅳ YeoSang fue el primero en preguntar, no había pasado por alto que su hermano pequeño no se encontraba con ellos, ni él ni su esposa.
