❝𝐽𝑎𝑣𝑖𝑒𝑟 𝑃𝑒𝑛̃𝑎❞ ⸻ Manipulado.

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Ella deja a su marido después de tener años de relación clandestina con Javier. Pero primero finge dejarlo, para que Javier le confiese sus verdaderos sentimientos. Aunque tendrá un castigo, ella está dispuesta a aceptarlo

 Aunque tendrá un castigo, ella está dispuesta a aceptarlo ⸻

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—No puedo — ella dijo. De pie frente a él. Sosteniendo su bolso entre sus manos como única cosa a la que aferrarse — ya no puedo seguir haciendo esto. Ya no puedo.

El hombre frente a ella cerró la puerta. En un gesto desinhibido por mostrarle que no la iba a dejar ir todavía.

—¿Por qué?

—¿Por qué? — la chica parpadeó molesta — ¿Te parece poco serle infiel a alguien por tanto tiempo? No me respondas, sé que no te importa — ella toma un gran respiro apartando la mirada de Javier — ahora hazte a un lado. Me tengo que ir.

—No — Javier se acercó a ella e hizo que la espalda de la chica se pegara a la pared.

—No hagas esto por favor — ella cerró los ojos, tratando de soportar el dolor que amarlo de la manera en que lo hacia le provocaba.

—Mírame.

—No quiero — sollozó — solo déjame ir.

—No — Javier sujetó las manos de la chica provocando que ella dejara caer el bolso. Las puso sobre su cabeza y recargó su pelvis contra ella — jamás te voy a dejar ir.

Ella abrió los ojos para mirarlo hacia arriba. Sus manos estaban sobre su torso, sintiendo la calidez de su piel. Su camisa amarilla abierta, porque él la estaba esperando como todas las jodidas noches clandestinas que solían tener día por medio.

—Debes dejarme.

—Dime porqué y lo haré.

—Ya no puedo seguir jugando a esto. Me duele. Todo esto me duele mucho — ella entrecerró los ojos para no ponerse a llorar. Pero lo que sentía era una rabia descomunal.

—¿Tú crees que a mí no me duele nada? — Javier bajó una mano por su rostro — ¿Qué no me duele compartirte con otro hombre? — bajo su mano hasta su cuello, rodeándolo por completo, ejerciendo un poco de presión la necesaria para que ella se mojara — ¿Que duermes con él? ¿En su cama? ¿A su lado, cada maldita noche?

—Tú sabías que yo estaba casada.

—Sí — Javier se inclinó sobre ella cerca de sus labios — pero no sabía que me ibas a volver loco.

—Tú ni si quiera me amas. Tú no amas a nadie. Nunca — ella lo contempla con la furia revoloteando en sus ojos. Javier suelta su cuello metiendo la mano bajo su blusa.

Cállate.

Él la beso brusco. Cual animal enjaulado lleva dentro y ella gime en auxilio. Luchando contra la bestia que se apodera de Javier.

「𝑶𝑵𝑬 𝑺𝑷𝑰𝑪𝒀 𝑺𝑯𝑶𝑻𝑺 ➝ 𝑷𝑬𝑫𝑹𝑶 𝑷𝑨𝑺𝑪𝑨𝑳」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora