Capitulo 2

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— Y por eso deseamos inventor en los futuros proyectos de su país.

— Es una oferta verdaderamente tentadora, señor presidente.

Después de la llegada de Abinader y de Domi a la República cooperativa de Guyana, ambos mandatarios fueron dirigidos a la sala de negociación donde los futuros negocios y las inversiones eran el tema principal.

Domi veía como su presidente usaba su carisma para ganar halagos e impresionar a su socios; Ella trato de hacer lo mismo.

— Entonces ... Guyana ¿Cuentame como sucedió todo? — Trato de sacar un tema de conversación

— oh, bueno; en realidad fue un ascendente, y descubrimos que tenemos una gran reserva de petróleo — Contesto él, tratando de sonar serio

— Te felicito — Hablo la dominicana — Un descubrimiento como ese alentará a tu economía

— Gracias — Le sonrío — La verdad es que yo también me emocioné mucho; un descubrimiento de esa índole era lo que mi país necesitaba.

— Y ahora tienes un mayor futuro por delante — Dijo Domi, dándole esperanza

— ¿Es por eso que vienen tu y tu presidente a invertir? — Preguntó Guyana

— Eso queremos — contesto — Claro que, solo si las cosas van bien

— ¿Lo estoy logrando?

— Te mentiría si te dijera que no

Ambos country's rieron ante aquella declaración; a Guyana le gustaba la risa de Domi.

— Venga, señor, ya es hora del almuerzo.

Pero su risa fue interrumpida al notar que sus presidentes se retiraba de la sala.

— ¿A donde van? — preguntó Domi

— Seguramente al comedor — Contesto Guyana, poniéndose de pie

— ¿Preparaste una comida, solo por nosotros? — La Dominicana también se puso de pie

— Son mis invitados, y me sentiría muy mal si se van de mi país sin probar nuestras delicias culinarias

Domi sonrío ante sus palabras; extrañamente él le recordaba mucho a ella en su juventud, cuando todavía era una pequeña República y quería tratar bien a todo aquel que le ayudara a crecer.

Ambos country's siguieron a sus presidentes hasta el comedor presidencial. Era un salón grande, lleno de flores y con un banquete preparado.
Se sentaron y quedaron uno en frente del otro y se dispusieron a comer.

— Dime de nuevo ¿Qué es esto? — preguntó la dominicana, viendo su plato

— Es Sawine — le contestó — Es algo muy típico de aquí

— Pues me recuerda al pastelón — Dijo Domi, tomando una cuchara y comiendo — 'Ta bueno

— ¿Pastelón? ¿Que es eso?

— Si vienes a Dominicana tal vez te lo prepare — Dijo Domi con la boca llena

— Tal vez lo haga — Contesto Futuna, regalándole una sonrisa

Eso hizo que a la dominicana se le cayera la cuchara del sonrojo.

Y cuando se dio cuenta, estaba dispuesta a recogerla, pero Guyana le ofreció otra.

Esta volvió a comer; y gracias a Dios que no se notaba lo rojo de su cara.

— Hola, papá.

Ese era Georgetown que, sin invitación, se había colado en el banquete.

— Jajaja, Hola, hijo — Lo saludo Guyana nervioso, al ver que su hijo había interrumpido su banquete de negociación y aún peor, estaba totalmente informal. — ¿Que haces aquí?

— Tengo hambre y me dio pereza ir a la tienda — Dijo Georgetown tomando un plato y sirviéndose.

"Oh, debe ser su capital" — Pensó Domi al ver como Guyana lo estaba
regañando.

— Ejem — Llamó la atención de los 2 varones — ¿No ve as presentar al pequeño?

— Oh, si; Domi, él es mi hijo y capital Georgetown — Preguntó a su engendro — Georgetown, ella es República Dominicana, es la country de la que te hablé

— La que vienen a quitarnos el petróleo prometiendonos una mejor calidad de vida

— ¡Georgetown! — lo regaño su padre

"Wow... Con que así se siente USA" — Pensó Domi ante aquella acusación

— Georgetown, eso no estuve nada bien, disculpate con ella

— No lo haré, por que nada de lo que digo es mentira — Volvió a reclamar

— Tendrás que disculpar a mi hijo — hablo Futuna, cansado de la actividad de su capital — No es su culpa ser tan desconfiando

— ¿Desconfiando? — Eso llamó la tención de Domi

— Si; no te lo tomes a mal, pero... Me cuenta confiar en los country's, ya sabes, muchos solo vivan el oro negro

Domi suspiró; lo entendía perfectamente.

— No tienes por que disculparte, es entendible — Le dio la razón

— ¿En serio?

— Si, eres joven y tu economía no estaba muy bien, y ahora esto significa un mundo de oportunidades, pero solo tienes miedo de que en realidad te lo arrebaten, o que te engañen, aprovechándose de tu condición socioeconómica.

Guyana asintió; era la primeras vez en años que alguien lo entendía.

— Yo fui exactamente igual a ti; era un país joven que tenía mucho que ofrecer, pero nos sabía cómo invertirlo, pero luego descubrí varias minas e hice resort turísticos en La Altagracia y mirame ahora, sigo avanzando hacia el futuro.

Georgetown veía con incredulidad a su padre, que no podía dejar su boba sonrisa.

— Georgetown — Domi llamó la atención de la capital — No tienes que estar a la defensiva, mis intenciones no son malas; jure que, si alguna vez ayudara aún joven country a desarrollarse, no sería como las potencias que a mí me "ayudaron".

La capital solo rojo los ojos y chasqueo la lengua; ella tenía razón.

— Pero eres un muy buen hijo en cuidar a tu padre; Veo en él un gran potencial, y me aseguraré de ayudarlo para ir al buen canino.

Eso hizo a Georgetown sonreír, lo que sorprendió a Guyana, nadie nunca había mancillado a su hijo de esa manera.

Realmente esa country era especial, al menos eso pensaba él...





Ruonso LiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora