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Algo parecio estar cavando mi cerebro. Con agonizante lentitud abrí los ojos, guiñando a la cercana lámpara sin sombrilla. Hacía que el sol pareciera pálido en comparación. Mis manos estaban sobre mí, mis muñecas dolían, y el dolor en mi cabeza me hizo inclinarme inmediatamente hacia delante y vomitar.

"Me parecio ver un lindo conejito".

La voz ridiculizante causó que mi dolor se disipara deprisa por pavor. Cuando vi el vampiro cerca, me estremecí.

"¡Lo hice, vi a un lindo conejito!"

Terminada su imitación de Tweety (piolín), cambiando el "gatito" por "conejito", me sonrió desagradablemente. Traté de huir pero me di cuenta de que mis manos estaban encadenadas a una pared. Mis dos pies estaban además esposados juntos. Mi camisa y mi pantalón no estaban, dejándome solo en ropa interior. Incluso mis guantes de marca no estaban. Oh Dios.

"Ahora, entonces, cariño, hagamos negocios". El bromear dejó su tono y sus ojos endurecerse en piscinas de granito oscuro. "¿Para quién trabajas?"

Esto me sorprendió tanto, que me tomó un momento de contestarle. "Yo no trabajo para nadie".

"Bollocks". El mordió la palabra precisamente, y yo no tuve que saber lo que significaba para adivinar que él no me creyó. Yo me encorvé cuando él estuvo más cerca.

"¿Para quién trabajas?" Con más amenaza.

"Para nadie".

La cabeza chasqueó atrás cuando él me abofeteó. Las lágrimas vinieron a mis ojos, pero yo las retuve. Iba a morirme, pero yo no iba a arrastrarme.

"Vete al diablo".

Inmediatamente hubo otro zumbido en mis oídos. Esta vez pude probar sangre.

"Una vez más, ¿Para quién trabajas?"

Escupiéndolo, lo miré desafiantemente. "¡Para nadie, imbécil!"

El parpadeó en sorpresa, y entonces se meció en sus talones y rió tan fuertemente que mis oídos zumbaron.

Recobrando el control, él se inclinó hasta que su boca estuvo a centímetros de mi cara. Sus colmillos brillaron en la luz.

"Sé que estas mintiendo".

Su voz fue un cuchicheo. Él bajó la cabeza hasta que su boca rozó mi cuello. Me mantuve rígido, orando con fuerza, para no implorar por mi vida.

El aliento fresco sopló en mi piel. "Sé que estás mintiendo," él continuó. "Porque anoche buscaba a un tipo. Cuándo lo divisé, vi al mismo encantador chico pelirrojo que había estado frotándose contra mí, salir con él. Los seguí, pensando que me movería furtivamente hacia él mientras estuviera ocupado. En vez de eso, te vi poner una estaca en su corazón, ¡Y qué estaca!" Delante de mis afectados ojos, balanceó mi arma modificada triunfantemente. "Madera por fuera, plata por dentro. ¡Ahora, eso fue hecho en América! ¡Puf, hacia abajo va Devon! Pero aun no acababa ahí. Lo subiste a una camioneta y la condujiste, donde cortaste su cabeza sangrante y su cuerpo lo enterraste en pedazos. Entonces regresaste a casa silbando una melodía alegre.¿Cómo en el sangriento infierno pudiste hacerlo, Hmm? ¿No trabajas para nadie? ¿Entonces por qué, cuando tomo un soplo profundo aquí?" él puso la nariz contra mi clavícula e inhaló "¿huelo más que humano? Apenas, pero inconfundible. Vampiro. Tienes un jefe, lo tienes. ¿Te alimenta con un poco de su sangre, verdad? Te hace más fuerte y rápido, pero aun eres humano. Nuestros pobres vampiros no ven esto venir. Todo lo que vemos es...comida."

Con un dedo, presionó ligeramente en mi pulso saltando.

"Ahora, por última vez antes que me olvide de mis modales, dime quien es tu jefe."

Medio Camino a la Tumba - #1 - KTH + JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora