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Mis estacas y mis cuchillos estaban en mis botas. El interior de mi cinturón estaba atestado por otros aperitivos letales. Condujimos para encontrar a los hombres de Yong-Sun en el mismo lugar donde habíamos intentado matarle y donde él había dejado a Francesca.

Eso es lo que la otra parte, de la pequeña nota secreta quería decir. Desde donde estarían seguros que no éramos seguidos por ningún respaldo y nos dirigiríamos hacia donde mantenían a mi madre. Taehyung no había estado preocupado sobre el obvio embalaje de armas que llevaba. Como Yong-Sun y sus hombres no tenían idea que podía hacer uso ellos, probablemente sólo se divertirían de mi artillería de plata.

Taehyung no llevaba nada encima de él, sabiendo que sólo le sería quitado. Su plan era aterrador por su simplicidad, dejaría que lo llevaran dentro de la edificación donde fuera que estuviera siendo retenida mi madre y cuando nos traicionaran, no soltándola yo debía entrar y resplandecer.

"Pero, ¿y si te estacan a simple vista?" Mi estómago se retorció con el pensamiento. "Dios Taehyung, no puedes arriesgarte."

Él me echó una mirada cínica. "No, Yong-Sun querrá prolongarlo innecesariamente por semanas. Te lo dije, él no hace matanzas rápidas, misericordiosas. Especialmente a un viejo amigo que le causó un mundo de dificultades. No, él querrá oírme implorar. Habrá tiempo".

La casual forma en la que describió su potencial tortura y muerte me aturdió, dado que tenía fuertes sentimientos de esos mismos temas. Aún así, estaba siendo bastante práctico. Ya sea que nuestro plan surtiera efecto o no, si no lo hiciera no había Plan B.

"Taehyung". Agarré su mano y mis ojos gritaron todas las cosas que no tuve tiempo de decir. Él me apretó de regreso y me dio una alegre sonrisa.

"Mantén ese pensamiento, conejito. Tengo la intención de cobrarlo". Cuando estábamos casi ahí. Se apoyó para murmurarme al oído antes de que estuviéramos demasiado cerca. "Déjalos oler tu miedo, los calmará. No seas fuerte hasta que lo tengas que ser".

Bien, esa era ciertamente una cosa con la que podría cumplir. Incluso lo podía oler viniendo de mí con mi nueva nariz. Olía empalagoso, como una fruta podrida. ¿Ceder ante el miedo para crear un efecto?. Una bandeja de hedor, justamente viniendo.

Cuatro grandes SUV esperaban en la oscuridad a lo largo de la orilla de la carretera con sus luces apagadas. Nuestro automóvil se detuvo e instantáneamente estábamos rodeados de seis vampiros.

Parecieron materializarse de la nada, pero con un gran alivio, me di cuenta de que para mí, sus movimientos se veían perceptiblemente más lentos. 'Viva' la sangre de Taehyung, pensé burlonamente. 'Amén'.

"Entonces, viniste después de todo". Uno de ellos estaba parado en la ventana, Taehyung bajó el vidrio y lo recorrió con la mirada.

"Hola, Vincent. Que sorpresa verte aquí". Hubo un tono tan aburrido en su voz que me hizo parpadear. Nunca podría fingir esa clase de calma.

Vincent sonrió. "Llámame Switch".

¡Hijo de puta! ¿Éste era el ejecutor de Yong-Sun? ¿El que hacía todo el trabajo sucio que a Yong-Sun no le gustaba hacer? Switch aparentaba tener aun menos edad que yo, con características de un muchacho y pelo castaño. ¡Dios mío, incluso tenía pecas! Vístelo con un uniforme de Boy Scout y no se vería fuera de lugar.

"Me sorprendes al traerlo contigo" continuó Switch.

"Él insistió en venir. Quería ver a su mamá, no lo podía convencer de lo contrario". Otra vez la insipidez en su voz me crispó los nervios. Switch me examinó, gustosamente dejé a la ansiedad filtrarse por mis poros. Su sonrisa ensanchada, reveló colmillos que sobresalían desde atrás de sus labios.

Medio Camino a la Tumba - #1 - KTH + JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora