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ー Uy, ¿pero quién es? El chico de las manos pegajosas. ーcomentó Gwen en cuanto lo vio sentado en la orilla del banco Williamsburg. Ya se había convertido en el lugar especial y recurrente de los dos.
Miles se sonrojó en cuanto la escuchó hablar, volteando para verla.
ー ¿Cómo estás, Gwanda? ーpreguntó, burlándose de su broma entre amigos que solían recordar de una de las primeras veces que sostuvieron una conversación.
ー Pues... además de con la cabeza totalmente rapada de un lado, yo creo que bien. ーbromeó fingiendo molestia mientras se sentaba al lado suyo.
ー ¿Nunca te cansas con eso, verdad?
ー No.
ー ¿Cuándo vas a superarlo?
ー Nunca. ーrespondió mientras sacaba la lengua para burlarse de él.
Miles la empujó delicadamente del hombro.
ー Hey... ¿Qué no han pasado como unos tres o cuatro años de eso? ¿Ya te tuvo que haber crecido un poco, no?
ー Resulta... ーGwen lo miró mientras se acariciaba el cabelloー Que me gustó el corte, por eso lo mantengo.
Miles sonreía mientras negaba con la cabezaー Buena elección, te queda muy bien, deberías agradecerme.
ー Gracias. ーrespondió Gwen sin dudarlo y sonriendo de vuelta.
En realidad, habían pasado unos largos cinco años desde que se habían conocido. De hecho, justo el día de mañana el chico cumpliría 18.
Después de salvar al padre de Miles, Gwen continuó visitando al chico durante los siguientes años, intentando volver a ganar su confianza. Lo logró... Pero las cosas sí se habían enfriado un poco entre ellos a pesar de que sabían lo que sentían el uno por el otro.
ー Has crecido. ーcomentó ella de repente, sin dejar de mirarlo a los ojos.
ー Y... ¿Eso es algo bueno o...
ー Mañana ya serás todo un adulto Miles. ーinterrumpió la jovenー Podrás tomar alcohol, salir a discotecas, salir de tu casa cuando quieras y llegar a la hora que quieras...
ー Tú eres una adulta desde hace 15 meses y no haces nada de eso...
Ahora ella fue quien lo empujó.
ー Maldito... ーmaldijo a modo de broma y él sólo soltó una ligera risa.
De nuevo, se quedaron unos minutos en silencio, mirando el paisaje, hasta que ella decidió romperlo.
