♡︎𝑃𝑟𝑜́𝑙𝑜𝑔𝑜♡︎

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'Angelo!'

Eso fue lo último que escucho antes de caer desmayado por el repentino golpe en su cabeza. Lo único que lograba ver era oscuridad, eso, y las ligeras voces del exterior que entraban por sus oídos y retumbaban en su cabeza; su muy adolorida y tortuosa cabeza.

Podía sentir perfectamente como alguien lo estaba llevando en sus brazos muy apresurado a algún lugar, el cual él no tenía ni la menor idea de donde era ni quién lo estaba llevando. Se encontraba completamente perdido en su mente, no lograba comprender nada de lo que le había pasado, lo único que si sabía es que lo que le haya golpeado debió de haber dolido mucho.

Mientras tanto, fuera de la mente de la pequeña tortuga de caja, se lograba ver como cierta tortuga de orejas rojas y mordedora seguían desesperadamente a su hermano de morado hacia su guarida. Los tres corrían por las alcantarilla lo más rápido posible para llegar y asegurarse de que su pequeño hermanito se encuentre bien.

Donatello iba a la cabeza mientras que llevaba el frágil cuerpo de su hermanito en sus brazos, se encontraba realmente preocupado y angustiado por su hermano menor. La cabeza de Miguel Angel se encontraba chorreando sangre casi a mares, sin contar con los moretones en las extremidades de su cuerpo.

— A mí laboratorio, ahora! — ordenó al ya estar todos en la guarida, dirigiéndose rápidamente a su escritorio y tirando todo lo que estaba encima — Raph! Tráeme unas par de bendas y un trapo húmedo. Leo! Tú tráeme un suero de intravenosa y una bolsa de sangre, Mikey a estado perdiendo mucha sangre

Ante sus órdenes, sus dos hermanos actuaron rápidamente y trajeron lo que pidió en menos de dos minutos. Sin esperar más; coloco el trapo húmedo en la herida de su hermanito para que no perdiera más sangre y le dijo a su líder que lo sostuviera.

Lentamente prepara la intravenosa para poder transferirsela a Miguel, coloco la aguja en el brazo del menor justo en la vena y le dijo a su gemelo que la sostuviera, luego inyecto la bolsa de sangre un tanto más al lado de la de intravenosa y pidiéndole a Leonardo que también sontenga esa. Rápidamente volvió con su hermano mayor.

— A ver Raph — pidió, viendo como su hermano se corría ligeramente para que él se encargara del resto.

El de ojos heterocromaticos le hizo una seña con la maño al mayor para que quitase el trapo, luego al ver mejor la herida le pidió las bendas; al tenerlas comenzó a bendar la cabeza de su hermanito. La herida no había sido tan grande, pero tal vez por la forma en que lo estaba llevando y como Mikey tenía la cabeza, eso hizo que perdiera bastante sangre.

— Muy bien, ya esta — susurro, escuchando un suspiro de alivio de su hermano mayor y viendo como Leonardo sonreía aliviado — Solo buscaré algo para sostener las intravenosas y ya se podrán ir

— Tú te quedaras? — pregunto Raphael, mientras que doblaba el trapo en sus manos, el cual estaba un tanto manchado con sangre.

— Obvio que me quedo, es mi laboratorio y alguien tiene que vijilar a Angelo — aclaro, recibiendo un asentimiento por el mayor de los cuatro, quien salió siendo observado por él y su gemelo de azul.

— Crees que Mikey va a estar bien? — cuestiono un tanto preocupado Leonardo, recibiendo solo un suspiro del de caparazón blando y viendo como este se iba para buscar donde colocar mejor los sueros intravenosales — Dee...

Luego de un minuto, Donatello volvió con su hermano con un soporte para los sueros; colocando uno a la derecha y otro a la izquierda. Leonardo vio como su intelectual hermano solo atraía su silla con una de sus pinzas y se sentaba en esta, viendo claramente como el de morado parecía tener su mirada perdida.

— Ehm... Estaré abajo con Raph, okey? — anuncio, esperando a que mínimo Donatello le diga algo, más eso no paso — Ah... Si necesitas algo, solo llámame si?

Nuevamente no recibió respuesta, así que solo se dio la vuelta para irse yéndose lentamente del laboratorio de su hermano, mirándolo de reojo por última vez hasta por fin salir de la habitación. Dejando a Don con una mirada destrozada.

Lentamente, una pequeña tortuga robotica de color morado se fue acercando con cuidado a su creador, el cual al darse cuenta de su presencia lo miró de reojo con una mirada triste para luego agacharla nuevamente.

Sheldon se acercó por completo a su padre para verlo mejor y efectivamente, este se estaba aguantando ahora mismo las lágrimas. Sin decir nada, levantó su vista a la tortuga menor que se encontraba reposando en la mesa metálica, con su respiración lenta y tranquila.

Que le paso a mamá Mikey? — pregunto el robot, llamando al de manchas anaranjadas por aquel apodo que se ganó por su comportamiento comprensivo y tierno con él. En especial con su padre.

— Tuvo un accidente durante la p-pelea Shel... — contesto, sintiendo como su voz se quebraba al hablar y mientras que apretaba sus puños encima de sus muslos.

Va a estar bien? — volvió a preguntar, ganándose en gadeo por el mayor y rápidamente yendo a abrazarlo e intentar consolar al de morado.

— No lo pude... Pro-protejer — se recriminó mientras que contenía su llanto, sintiendo como su hijo lo acariciaba con una de sus extremidades como consuelo.

Aun con las caricias y palabras 'no fue tu culpo' 'como hubieras sabido?' de consuelo de su creación, nada podía quitarle aquella culpa que se ponía a si mismo.

Mientras tanto fuera de aquella recamara, se podía ver como Leonardo se dirigía con unas rebanadas de pizza recalentadas en un plato hacia la habitación de su hermano mayor. Al llegar a la entrada, pudo divisar a su líder sentado en el borde de su cama y con la mirada agachada. Observando las manchas de sangre que aún tenia en sus manos.

— Toc Toc~ — canturreo para llamar la atención de su mayor, más este solo lo miró de reojo para luego volver a agachar la cabeza, dejando al de bandana azulada con una cara larga.

Lentamente y sin hacer mucho ruido, se dirigió al lado de su hermano y coloco el plato con pizza en la mesita de luz de su hermano. Raphael solo lo observo de reojo logrando ver la ligera sonrisa que el menor le estaba dando, era como si le estuviera diciendo que todo estaría bien.

— Como esta Mikey? — pregunto con la voz un tanto ronca sin darse cuenta, logrando que su hermano se estremesca por el tono pero contestando rápidamente.

— No lo se, Dee no me dijo nada cuando yo le pregunte... — contesto, viendo de reojo como el mayor intentaba contener su llanto apretando los labios — Pero estoy seguro de que estará bien, Mikey es muy fuerte y Donnie se encargara de todo-

Rápidamente fue callado por un repentino abrazo de parte de su hermano mayor, quien sin previo aviso lo abrazó logrando que el de azul se tuviera que recortar entre la almohada y la pared para lograr que su líder se sienta más cómodo en su pecho.

— 'Snif' 'snif' Leo... Mi-mikey... 'snif' — susurraba entre llozoros mientras que abrazaba fuertemente el abdomen de su hermanito y se apoyaba en su pecho.

Leonardo podía comprender el dolor que estaba sintiendo Raphael, el haber visto como su hermanito era arrojado violentamente contra un muro y haberse golpeado la cabeza, eso logró quebrarlo por completo. Él también quería y necesitaba llorar, pero viendo como estaban sus dos hermanos ahora mismo, prefería tragarse sus lágrimas e intentar consolarlos a ambos.

Comenzando con su Líder, su Raphael.

— Calma, calma Raph. Mikey va a estar bien, si? Todo va a estar bien, tú no te preocupes. Yo estoy aquí para ti — aseguró, mientras que acariciaba la cabeza y el caparazón de su hermano mayor, quien solo seguía llorando estando con el consuelo de su querido hermano de azul.

Pobres, no saben lo que se viene...

♡*‧𝑨𝑴𝑵𝑬𝑺𝑰𝑨‧*♡ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora