Lovers-Hyunho

14-Hyunjin

Después de que el señor Lee se fue, Minho y yo nos pusimos un poco cariñosos, tal vez mas de lo que deberíamos.

Ahora estaba sentado en su regazo en el sillón con Minho metiendo sus manos bajo mi playera tocando mi piel, mientras yo lo besaba.

Sentía como sus dedos recorrían la curva de mi espalda, los míos tocaban sus mechones de cabello, sentía como jalaba mi cuerpo para que estuviera más cerca del suyo. Me aleje un segundo de su rostro y lo vi, tan lindo como siempre con esa sonrisa que hacía que me derritiera en un segundo.

Sentía sus manos en mi espalda pero su sonrisa estaba en mi corazón al igual que cada pequeño detalle de él, sin darme cuenta lágrimas comenzaron a salir de mis ojos.

-¿Estas bien Jinnie? ¿Hice algo mal?

-No.

-¿Por qué lloras?

Sus manos se alejaron y se posaron de nuevo en mi cuerpo, pero esta vez en mi rostro.

-Es que te amo mucho imbécil.

-¿Lloras porque me quieres?

-Si, se que suena estupido pero, después de mucho tiempo por fin estamos aquí, los dos. Y por fin me siento tranquilo y tú eres tan lindo y..

Seguían saliendo lágrimas de mis ojos, lo cual me hacía difícil, ver su rostro.

Las manos de Minho limpiaron mis ojos y pude ver que estaba sonriendo.

-Esta bien Hyunjin, yo también me siento muy feliz de que estemos juntos y tú también eres muy lindo, probablemente seas la persona más linda que vea en mi vida.

-¿Probablemente?

Mis lágrimas dejaron de salir, ahora solo producía hipidos como un niño pequeño que para de llorar.

-Bien, eres la persona más linda que conozco y conozca en mis siguientes vidas.

-Me amas mucho.

-Claro que te amo mucho.

Recargue mi cabeza en su hombro, el me rodeó con sus brazos, me sentía tan bien estando ahí, no solo en su pecho, si no, en su corazón, en su vida, en ese momento del tiempo en donde todo iba bien después de mucho tiempo, en donde yo tenía una galería a punto de abrir, amaba estar aquí en este momento.

-Perdón por matar la oportunidad para tener sexo.

-No mataste nada Jinnie.

-Claro que si, llore como un bebé.

-No, Jinnie esta bien.

-Pero ya no podremos seguir.

-¿Por qué? Yo la sigo teniendo dura.

-Maldito idiota.

Bajo su mano a mi pantalón.

-Tu también la tienes dura. ¿Seguro que solo yo soy el idiota?

-Imbécil sexi.

Minho tomo mis muslos y me cargo a la habitación, en el momento que me dejo en la cama lo jale del cuello para besarlo.

Puso su pierna entre las mías, sentí como posó una de sus manos en mi pierna, apretaba mi muslo y con la otra mano se recargaba en la cama. No se que me mataba más si la forma en la que me apretaba la pierna o lo sexi que se veía con su cabello cayendo.

Ni siquiera me dio tiempo de pensarlo bien, a los segundos su mano estaba en mi pantalón, sentí como sus mano liberaba mi erección de mis pantalones, cuando lo sentí bajar lo detuve.

-No.

-¿No quieres seguir?-Pregunto.

-No me refiero a eso, la última vez que estuvimos cerca de... pues tú lo hiciste y ahora yo quiero intentarlo.

-¿Seguro?

-Si.

Minho ahora se sentó en la cama y Dios mío casi me corro de verlo así, con las piernas abiertas y abriéndose el cinturón, con una cara de Dios santo.

-Mierda, podría correrme con solo verte la cara Hyunjin.

-¿Que te parece si mejor te vienes en mi boca?

Me acerque a su pantalón y poco a poco le saque el pene, estaba tan duro que hacía que yo me pusiera más duro.

Primero lo masturbe un poco y Minho inclinó su cabeza a un lado, viéndome fijamente, pase mi lengua de su base hasta la punta y sin dudarlo mucho metí toda su erección a mi boca, la cara de satisfacción que hizo me motivó a subir y bajar lentamente. Mi lengua recorrió cada centímetro de su falo y se detuvo en la punta, donde simplemente se quedó ahí, Minho echo su cabeza hacia atrás.

-Mierda Hyunjin.

Escucharlo hablar con su voz ronca y excitada era la cosa más caliente del puto mundo.

-Me voy a correr-dijo.

Metí otra vez todo su pene a mi boca, el puso su mano en mi cabello y pude sentir su semen caliente golpear contra mi garganta, lo cual hizo que yo me corriera también.

Tan pronto me separé del pene de Minho, este me jalo para besarlo, me saco la playera tan rápido y yo le ayude a quitarle la suya, los pantalones de ambos desaparecieron en un segundo a otro.

Se quedó unos segundos mirándome y yo a él, la puta madre el imbécil seguro era el ser humano más sexi del maldito mundo, su abdomen estaba levemente marcado y dios en general todo su cuerpo era una gran obra de arte, lo pintaría en algún cuadro pero, ese imbécil era solo mío y su cuerpo también.

-¿Tienes lubricante?

Me levante de la cama para buscarlo en un cajón, cuando lo encontré se lo di.

-Ven.-Dijo moviendo los dedos.

Dios santísimo de la maldita trinidad, este hombre me tenia donde quería.

Se puso lubricante en sus dedos, con la otra mano me tomó de la cadera y me guió a su regazo. Yo no estaba sentado en sus piernas aún, me dijo que bajará lentamente y lo hice, al bajar unos centímetros sentí sus dedos tocar mi entrada, los introdujo con cuidado mientras yo seguía bajando.

Se sentía tan bien, comencé a subir y bajar en sus dedos, sentía como cada vez ponía otro dedo más.

-Ya estás listo.

Minho quito sus dedos y tomó su erección, volví a bajar y esta vez se sintió mil veces mejor, sentía como entraba su pene y Dios mío. Dolía un poco pero se sentía tan bien tener el pene de Lee Minho dentro.

-¿Ya es todo?-Pregunte.

-Apenas va la mitad. Aguanta un poco más Jinnie.

Dios me bendijo con este hombre, algo hice bien en otra vida.

Una vez me dijo que ya estaba todo dentro me moví de arriba a bajo, pero solo fueron un par de veces ya que Minho me tomo y cambiamos de posición, ahora el estaba detrás de mi.

Sus caderas golpeaban mi trasero haciéndome gemir tan fuerte que seguro los vecinos se quejarían, me calentaba más escucharlo gemir también, con una voz un poco más ronca que de costumbre.

Cuando encontró mi punto dulce juro que vi estrellas, solo bastaron un par de embestidas más para que me corriera, sentí como mi trasero se apretada y el susurro un pequeño "mierda" logrando venirse dentro de mi.

Salió de mi y caímos en la cama.

-Dios mío Hyunjin.

-Ahora serás un objeto sexual para mi Lee Minho y no te puedes negar.

-No lo haría. Me gusta ser el objeto sexual de Hwang Hyunjin.

Quiero que sepan que me dio mucha vergüenza escribir esto. Aún así quedan solo dos capítulos para el final, ya están escritos y listos para publicar:).