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Narrador omnisciente

Otra vez estaba Karl con el fentanilo, jodiendose la puta vida, arruinando su cuello a través de pinchazos, y su sistema con estupefacientes. También, arruinaba su salud mental.

El ni siquiera era consciente del mundo en el que de había metido, simplemente fue por un puto problema de amor que se puede resolver con tres intercambio de palabras.

Su salud mental decaía cada vez más, haciendo que necesite estar drogado todo el día para no prestarle atención a su depresión.

Pero.. ¿que es peor, la droga de estupefacientes o la droga del amor? Ambos a veces son necesarios, pero a la vez dañinos, ya sea en un sentido u otro.

Batallar contra las drogas es muy complicado, y batallar contra el amor también.

Karl ni siquiera había visto a sus amigos en más de un mes, simplemente les respondía de manera seca por mensaje que estaba bien y listo, algo no muy normal en el.

Así que esta vez, Tina, Alexis y William decidieron acercarse a la casa de su gran amigo Karl, para tratar de hablar con el.

Las horas pasaron, y el efecto del fentanilo había acabado. Así que ahora tocaba esperar un poco para volver a drogarse con otro tipo de droga, Karl realmente estaba en una reciente pero grave adicción.

Se sentó en el sillón, tratando de no llorar al imaginarse a Nick a su lado, consolandolo, y estando ahí para el.

Tina, Alexis y William habían llegado a la casa del mayor. Tocaron timbre una vez.. no pasó nada.

No importa, vamos con la segunda.. tampoco.

Okay, la tercera es la vencida.

Esta vez abrió un Karl con ojeras, bastante más flaco de lo normal, estaba pálido y apenas se mantenía de pie.

- Karl, ¿estás bien?- preguntó el de gorro azul marino.

El ya nombrado ni siquiera respondió, simplemente miró al suelo.

- Vamos, Karl, ¿que pasa?- habló la única chica.

- Puedes contarnos lo que sea- agregó el británico.

Karl simplemente entró a la casa y se sentó, dejando la entrada abierta.

Los demás entraron detrás de el y cerraron la puerta.

- Por favor, nos preocupamos por ti- dijo Alexis

Las lágrimas comenzaron a correr por las mejillas de Karl. Y este señaló un cajón.

Los tres chicos fueron a ver qué había, y lo único que se encontraron fue con un montón de droga, de todo tipo.

- Karl..- habló Tina con tristeza.

- ¿Por qué?- preguntó Alexis.

- No lo sé, s-simplemente no lo sé- habló entre sollozos.

- Karl, no deberías haberte metido en ese mundo. Y si sabes porqué, nadie lo hace porque si- agregó William.

- L-lo siento.. de ver..dad-

- Es por Nick, ¿verdad?-

El asintió.

- Okay.. hablarás con el-

No sé sabía porqué Karl no estaba agresivo por el tema de las drogas, en general los que tienen adicciones con las mismas suelen ponerse nerviosos cuando se acercan a ellas, o simplemente tratan de hablar con ellos sobre el tema. El simplemente estaba completamente sobrio, y con la gente que realmente ama.

- No, el no me va a q-querer ver jamás-

- Claro que si, el te ama-

Los cuatro se quedaron charlando, y consolando al menor. Y quedaron en que Karl jamás volvería a consumir, y que iría a rehabilitación, gracias a que salir de la drogas no es nada fácil.

That teacher - karlnap Donde viven las historias. Descúbrelo ahora