Ai Hoshino era una joven idol, una de las más amadas y adoradas en el medio artístico, sin embargo esa noche, donde la luna misteriosamente brillaba de una forma indescriptible, ella caminaba sin rumbo, cubierta de pies a cabeza para evitar ser reconocida, tenía poco tiempo desde que se había enterado que estaba embarazada, las dudas eran un mar en su cabeza.
Tenía miedo, pero sobre todo creía que no podría ser una buena madre, ella realmente no conocía el amor, no sabía lo que era y se creía incapaz de saberlo algún día, incapaz de ello, sentía que nunca podría darle esos sentimientos a su bebé.
Por ello, mientras caminaba sin rumbo fijo, es que llego hasta la playa, desconocía como es que había llegado hasta ahí, sin embargo, se sentó en la fría arena, el agua iba y venía, sintiendo la brisa marina, es que se detuvo a pensar si realmente tener a su bebé, aún estaba a tiempo para abortar, creía que era lo mejor, después de todo una gran mentirosa como ella, nunca podría amar.
Desconocía cuanto tiempo llevaba ahí, su celular se había quedado sin batería desde hace rato, sin embargo había logrado ver que tenía varias llamadas perdidas, posiblemente de su manager.
Estaba dispuesta a irse, apenas se había dado la vuelta cuando vio como el agua había empezado a resplandecer, de una forma única, un color azul aguamarina, un color que la dejó impactada, tras de sí un brillo color rubí se notaba levemente, colores magníficos, que le hicieron entrar al agua, como si estuviera bajo un hipnotismo.
Un canto onírico, la atraía como la luz a una polilla, sin querer se iba adentrando más al agua, hasta el punto que le llegaba a la cintura, siguiendo aquella voz misteriosa y mágica, sin duda no había nadie en el mundo que pudiera cantar así, siguiendo el sonido, llego hasta una cueva cercana que posiblemente se llenaba de agua cuando la marea subía, pero como algo sobre natural está estaba casi sin agua, siguió la luz, llegando hasta lo que era el centro de aquel lugar.
Viendo como de la poca agua que había surgía algo, era indescriptible, si tuviera que describirlo le sería imposible.
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Aquel ser la miraba, no sabía como pero podía sentirlo, era observada por él, sin duda no sabía cómo llamarlo, ni tan siquiera sabía que era, aquella noche su vida tendría un gran cambio, como un sueño, eso era aquel momento un sueño, algo imposible, sin embargo, no era así.
Juro creer en él, serle fiel y sobre todo, estar a su lado hasta donde la vida se lo permitiera, porque él era algo que no era de ese mundo.
Es así como esa noche Hoshino Ai tomó una importante decisión, sería madre, sus nombres ya habían sido elegidos aquella noche donde lo conoció, porque no importaba lo que fuera, ella sería una fiel creyente de él.
